Exilio guineano en España, 16 de junio de 2015.- Publicamos la copia original de la carta de pago de un funcionario de hacienda, de Guinea Ecuatorial, en la que aparece la "mordida" del PDGE a las nóminas de todos los funcionarios de la administración del estado. Todo el mundo lo sabe; es un secreto a voces, que el PDGE actúa como partido único del régimen dictatorial de Obiang Ngumea.
Un régimen totalitario que no permite la coexistencia con otros partidos, a no ser que estén comprados. Además, según hemos publicado en este Confidencial, Obiang Nguemaha ha venido castigando con la pena de muerte a aquellos que se han atrevido a denunciar su dictadura. Hemos publicado una primera lista de asesinatos documentados, de hasta 161 muertos -existen varias listas como esta-, además de muchos otros asesinatos que no se han podido documentar y muchas muertes por envenenamiento, encubiertas bajo el velo del secretismo o de una extraña enfermedad.
Esta es la realidad de un régimen que se cree impune y que se permite además, montar una rocambolesca mentira para acusar a toda la oposición de intento de compra de un enfermo de ébola para infectar a todo el país. Una acusación que nadie se cree por disparatada.
La dictadura de Obiang Nguema ha creado un auténtico apartheid entre los habitantes de nuestro país. Un régimen depredador de todos los recursos, incluidas las ayudas a la cooperación, por el que un porcentaje pequeño de la población se ha hecho multimillonario, en contraste con una mayoría que ha quedado totalmente excluida. Este expolio económico, junto con todo el rastro de muertes que ha ido dejando esta dictadura, imposibilitan a Obiang para llevar a cabo procesos electorales limpios, pues si no tiene en frente una fuerza coercitiva (llámese ONU) que controle dicho proceso, llegará a amañarlas una y otra vez, y así lo ha señalado en alguna ocasión; "yo tomé el poder por la fuerza, y el que lo quiera (como si el poder fuera patrimonial) tendrá que obtenerlo de la misma forma".
Obiang es rehén de todos los asesinatos que ha cometido, del gran expolio que ha llevado a cabo en Guinea Ecuatorial, y es rehén de aquellos que ha enriquecido, que no permitirán que se vaya y les deje abandonados -quizá al albur de una justicia independiente-.
Esto es el análisis que han de hacer las cancillerías de las grandes potencias: que Obiang Nguema, por sí solo nunca estará dispuesto a llevar a cabo unas elecciones -para perderlas- limpias y transparentes.