sábado, 7 de febrero de 2015

LOS GRAVES PROBLEMAS DE NUESTRO PUEBLO NO SE SOLUCIONAN CON LA PROPAGANDA DE LA DICTADURA

                                         
                                 

Armengol Engonga Ondo, Vicepresidente del Partido del Progreso y Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial.

En estos últimos días se está multiplicando la propaganda institucional de la dictadura de Teodoro Obiang, y no sólo por lo que esta suponiendo la celebración de la CAN, además ha aparecido de nuevo y de forma ya reiterativa, un  publireportaje en la prensa española, concretamente en el periódico ABC, con una extensión de 23 páginas donde se pinta  a Guinea Ecuatorial,  nuestro país, como un país desarrollado, un  paraíso fantástico de ensueño, de felicidad para sus habitantes y ejemplo de justicia social.Ya nos habían presentado prácticamente el mismo Publireportaje meses atrás y también en otro diario español, El Mundo, en esa ocasión con una extensión de 30 páginas.


Llama naturalmente la atención los aspectos y sectores que ofrece el Presidente guineano Obiang a los inversores españoles; Agricultura, Energía, Turismo, Logística....Les ofrece la creación y consolidación de nuevas empresas, según manifiesta, Guinea Ecuatorial esta ya preparada para recibir a los inversores españoles. La única garantía que ofrece a los posibles inversores son dos aspectos: el horizonte 2020 y el fondo estatal de conversión, es decir, el humo, engaño, tocomocho en definitiva.  

La actual dictadura no puede ofrecer ninguna garantía a los inversores, que de buena fe caigan en la trampa de este anuncio -propaganda ficticia- por varias razones: la primera y fundamental es que Guinea Ecuatorial en la actualidad no es un Estado de Derecho, por tanto, carece de garantías jurídicas para cualquier tipo de inversión. Según informes internacionales, Guinea Ecuatorial está considerado como el tercer país por la cola, del  ranking de países cuyos Gobiernos no cumplen los estándares mínimos en garantías jurídicas. Otra de las razones es que tiene uno de los peores registros en el mundo en lo referente a DHH y en las libertades  políticas. Hay que añadir que  desde 1993  organismos económicos como el Banco Mundial y FMI eliminaron los programas de ayuda debido a los altos niveles de corrupción y mala administración.

El Gobierno guineano, un régimen corrupto y violador de los derechos humanos de nuestro país, ha optado por utilizar la propaganda como su única  tabla de salvación a corto plazo.Ya sea organizando Campeonatos de Fútbol, eventos políticos de nula incidencia para nuestro pueblo,  fiestas y saraos que organizan la familia del dictador, sus allegados y toda la innumerable cohorte de ministros, viceministros y el resto de esa gran pléyade de altos cargos enganchados al erario público, para mayor gloria de Obinag Nguema y su familia y para escarnio y desgracia de todo un pueblo.

Los sectores tradicionales claves para el bienestar y el sustento  representan actualmente  solo el 3,5 % sobre el PIB oficial,y la estimación real de este sector la sitúan  por debajo del 1,1%. Los guineanos son conscientes y testigos de las recientes declaraciones del Presidente Obiang en un video,  en el que se lamentaba de la falta de producción de los alimentarios, acusando a los guineanos de no querer trabajar la agricultura, para no depender del exterior. Hablaba Obiang  como si fuera un simple ciudadano, olvidándose de que el abandono de estos sectores de la producción, son consecuencia de su ineficacia, de la corrupción de su régimen y precisamente de su holgazanería. 

La principal preocupación del régimen de Obiang ha sido siempre enriquecerse mediante la corrupción de las empresas que capta de fuera, ofreciéndoles coparticipación o simplemente a base de comisiones. En 35 años de dictadura, jamás ha habido un solo proyecto nacional que favorezca  los intereses de los guineanos en su conjunto. No hay empresarios guineanos a excepción de todos sus familiares, allegados, altos cargos del régimen, algunos privilegiados más, que viven al albur del presupuesto. La dictadura no se han molestado en promover la inversión entre los guineanos, más aún, no permiten que guineanos que no sean del clan, monten sus negocios, y por supuesto que les valla bien, eso no se lo perdonan. Con este panorama ha sido imposible crear un tejido productivo, tanto industrial, como  de servicios o en el sector primario. Por lo que la economía familiar del guineano medio, se nutre de los pocos puestos de trabajo de mala calidad, que las empresas extranjeras y nacionales reservan a los guineanos, 

Aunque Obiang diga con orgullo que sólo consume alimentos producidos en Guinea, es una de las mentiras monumentales del dictador, ya que desde hace mucho tiempo Guinea Ecuatorial sigue importando más del 90% de los productos de primera necesidad que suelen consumir los guineanos especialmente los que consume la familia del dictador, que son el 100% importados.  

El Presidente del Partido del Progreso y del Gobierno en el Exilio, Severo Moto, tiene toda la razón cuando repite en muchas ocasiones, que el dictador Teodoro Obiang es un gran cínico, un acomplejado, que adopta diferentes personalidades, -a modo del extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde-, según sí se encuentra con los suyos, o cuando se dirige a Occidente. La dictadura de  Obiang ya no representa al pueblo, no tiene futuro, tiene que abandonar el poder, si o sí. Por enésima vez le invitamos a que se siente con la oposición democrática para pactar su salida, que retornen en libertad los exiliados y que se inicie  la transición a la democracia en Guinea Ecuatorial.