martes, 18 de marzo de 2014

¿DÓNDE ESTÁN LAS MUJERES DE GUINEA ECUATORIAL?

                                             


Por María Chicharro, Secretaria General de UNCEAR y asesora del Gobierno en el Exilio
Trabajar gratis 59 días al año, o cobrar un 16,4% menos. Tener que demostrar más y durante más tiempo para alcanzar las mismas metas, los mismos puestos, los mismos cargos o en su defecto, convertirse en emprendedora. Es verdad, pero no nos olvidamos de lo más importante, nuestra familia, nuestros hijos, el proyecto de vida familiar que  tenemos, y por el que hemos luchado mucho.

La radiografía del mercado de trabajo en función de géneros arroja conceptos conocidos que adquieren el tinte frío de la estadística: brecha salarial, segregación sectorial, paro, empleo vulnerable, conciliación... Detrás de las estadísticas,  que pueden ayudar a comprender la realidad, la vida a lo largo de los años,  se convierte en imagen fiel de las políticas y acciones positivas que se  realizan por los gobiernos. La igualdad entre hombres y mujeres está relacionada con las libertades, la participación `política, la idea de futuro que tienen nuestras sociedades. 
Llegado este momento, yo me pregunto: ¿donde están las mujeres de Guinea Ecuatorial? 
Para muchos compañeros y compañeras de partido, amigos y amigas,  esta pregunta no les resultará desconocida. Más bien,  ya en nuestro 31 aniversario del Partido del Progreso, hicimos una reflexión al respecto. 
Hay muchas salsas y aristas a la hora de trabajar por la igualdad entre hombres y mujeres: reparto de tareas, conciliación, desempleo, educación, participación social, derechos y deberes ciudadanos, familia, todo aquello que mantiene una estrecha relación entre proyecto personal-proyecto familiar - proyecto profesional de las mujeres y los hombres  guineanos.  Con todos mis respetos,  este discurso defiende, como el que más,  la igualdad.
Para algunos será un discurso demasiado radical, para otros demasiado simplista, y para otros,  la expresión necesaria de un ideario político que trasciende las agendas políticas para convertirse en un fin necesario para consolidar los procesos democráticos. 
¿Donde están las mujeres de Guinea Ecuatorial?
Os contaré alguna anécdota surgida en el  31 aniversario. Al terminar el acto algunas mujeres de todas las edades se me acercaron. Su objetivo era felicitarme por el mensaje que les había enviado.: “Espero que  en el 32 aniversario estemos presentes  un mayor número de mujeres”. “Es necesario estar presentes desde el principio del proceso democrático en nuestro país, tenemos que conocer como se ha gestado, cuales son los fines y las realizaciones”. “Solo si participamos, si estamos presentes, si conocemos nuestra historia estaremos en condiciones de aportar y  gestionar nuestro futuro político más inmediato. “. “No solo ellos deben de estar, nuestro programa políticos es y debe ser para las mujeres guineanas”.  Era un mensaje que cualquiera de ellas habría dirigido al auditorio, porque era el mensaje, el ejemplo de cada una de sus vidas.
Llego la hora de un aperitivo en el que los asistentes pudimos pasar un buen rato entre amigos. Unos niños (niñas y niños) se acercaron al ambón que habíamos utilizado en nuestras intervenciones,   ya nos imitaban;  bien por ellos, una de sus primeras lecciones de democracia. 
Los jóvenes también estaban, algunos venidos de otras provincias para el acto: viajes, ilusiones, conocimientos puestos en valor. 
Otras mujeres que asistieron  mostraron su acuerdo con mis afirmaciones, volvieron a casa con la convicción de que también ellas deben participar más activamente en el mensaje y en el proceso. 
La operación concordia, presentada por nuestro Presidente es un documento de principios importantes. Muchas son las áreas que se están trabajando pero desde aquí, queremos decir alto y claro, que deseamos incorporar a todas las mujeres guineanas al proceso democrático, al proceso de libertad, al nuevo marco político que garantice la igualdad de derechos y obligaciones para hombres y mujeres en guinea Ecuatorial. 
Desde donde estés piensa que todos somos necesarios, el yo no valgo no sirve, descubrirás que puedes más de lo que piensas. Para los buenos entendedores pocas palabras bastan.