domingo, 9 de febrero de 2014

OBIANG NGUEMA PASA OLIMPICAMENTE DE SU PUEBLO

            

Exilio en España, nueve de Febrero de 2014.-Terminó, sin pena ni gloria, el famoso Simposio sobre diversificación económica. A pesar de que los conferenciantes recibieron de Obiang, la no despreciable cifra de 2 millones, muchos de estos se salieron algo del guión. Rodrigo Rato, por ejemplo, manifestó que se habían de llevar a cabo políticas activas de empleo dirigidas directamente a los desempleados. Del mismo modo se manifestaron algunos otros de los ponentes, cosa que le supo a cuerno quemado al dictador, que durante el simposio decidió ausentarse del país, quizá para no quedar en evidencia.

Como apuntábamos desde el Gobierno en el Exilio, este simposio iba a ser otro forma más de tirar el dinero de los guineanos, no sólo ya por los cientos de millones que se han gastado en en su organización, sino además, por los compromisos que la dictadura  ha adquirido con empresas extranjeras. Así aparece en la Página Oficial del Gobierno: "Alfredo Mitogo Mitogo, ha firmado varios de los acuerdos establecidos durante esta conferencia. Entre ellos, uno valorado en 400 millones de dólares para la producción en el sector agrícola, que permitirá crear unos dos mil puestos de trabajo y otro rubricado con una firma brasileña para la producción agroalimentaria. Asimismo, este departamento también ha firmado un memorándum de entendimiento para la producción de aceite de palma en el país....". En definitiva, cientos de millones repartidos entre sus amigos empresarios, acuerdos que les permitirán obtener, hasta un 30% en "mordidas", amén de la colonización de los terrenos agrícolas por parte de las multinacionales y como resultado final, los guineanos convertidos en mano de obra barata.

Este es el modus operandi que utiliza siempre el régimen de Obiang: atraer empresas extranjeras para que operen en el país, dándole condiciones favorables y contratos privilegiados, con la condición de que los miembros de la dictadura entren a formar parte de las mismas, sin ningún tipo de desembolso económico por su parte. Si la empresa se pliega a todas las condiciones que se le imponen y los gerifaltes del régimen obtienen sus beneficios, esta no tendrá ningún tipo de problema. Pero si el empresario inversor se sale del guión, o al representante dictatorial no le cae bien este, entonces el empresario tendrá graves problema.

El último caso, de empresario extorsionado, que ha sólido en diferentes medios de comunicación españoles e italianos, ha sido el de Roberto Berardi; el italiano cuya empresa fue utilizada de pantalla para la adquisición -con dinero del erario público guineano- del famoso guante de cristal Swaroski, y el resto de la iconografía de Michael Jackson, valorada en 1.8 millones de dólares. Recordemos que este empresario cumple condena dede hace un año en la cárcel de Bata, en condiciones bastante duras. En este sentido, hemos tenido información confidencial, de que Italia, a través de la eurodiputada Emma Bonino, está preparando una denuncia contra el dictador, por detención ilegal, malos tratos y torturas hacia Roberto Berardi.

Tanto el Presidente del Gobierno en el Exilio, Severo Moto, como el resto de miembros, tenemos claro que Obiang no apostará nunca por el desarrollo de esa mayoría del pueblo guineano que vive por debajo del umbral de la pobreza, sólo le interesa los grandes proyectos -que no ayudan al desarrollo-  con empresas extranjeras, de las  que obtiene grandes mordidas económicas. Por este motivo, nos oponemos frontalmente a eses grandes simposios, conferencias y otros eventos, todos muy costosos y organizados con la intención de lavar la imagen Obiang y seguir robándole el dinero a nuestro sufrido pueblo. Por el contrario, siempre hemos abogado por la puesta en marcha de diferentes líneas de ayudas, subvenciones y créditos, abiertos a todos los guineanos que deseen montar una actividad económica, y no sólo -cono es el caso- para los de su clan o para los militantes del Partido Único (el PDG). Tampoco vemos ningún plan serio para erradicar la pobreza, ni planes de formación y ayudas económicas destinados a los emprendedores, ni tampoco un plan sanitario para erradicar el SIDA y el resto de las enfermedades endémicas. 

Lo que sí estamos viendo, y denunciamos, es el abandono a su suerte de un gran porcentaje de la población, carente de recursos económicos y la colonización por parte de las empresas extranjeras, de la casi totalidad del  tejido productivo del país, en el que no tiene cabida la iniciativa privada de los guineanos, que quedan excluidos y relegados a los puestos que desprecian los extranjeros, dando lugar a una nueva casta de parias.