martes, 4 de febrero de 2014

CARMELO MARTIN MODÚ EBUKA… UNA SAGA FAMILIAR, MARCADA POR LA TRAGEDIA. (II)


                                             

Por Severo-Matías Moto Nsa.

EN BUSCA DE CARMELO MODU AKUSE (Continuación)He dejado muy claro, en mi primera entrega, que se me llevó al viaje del Presidente Macías a Camerún, como Jefe de “Prensa de la Presidencia”. En mi mente estaba la convicción de que iba a cubrir la información de las actividades del Presidente Macías. Sin embargo no tuve ninguna oportunidad de asistir o cubrir ninguna de estas actividades.


A los dos días de nuestra  estancia en el gran hotel “Mont Febé” nos comunicaron que Macías se trasladaba, con una parte de la delegación presidencial a Ngaundere, poblado natal del Presiente camerunés, Ahmadou Ahidjo. En esa especie de “rueda de prensa”, el Jefe de las cárceles de Guinea Ecuatorial, Teniente Coronel Obiang Nguema Mbasogo nos explicó a los vetados para ese viaje a Ngaudere, lo siguiente:

"El Presidente se ha ido a Ngaundere, con parte de la delegación. Ha dicho que cuando vuelva quiere encontrar a Carmelo Modú Akuse aquí en el Palacio, detenido. Quiere llevarlo, él mismo, en su avión a Guinea Ecuatorial". 

El teniente coronel trazó la estrategia militar para la detención y secuestro de Carmelo Modú, exiliado en la República Camerunesa. Fuimos conducidos a un paraje cercano a la ciudad de Douala. En un montículo a cuyas faldas se hallaba una casa que Obiang señaló con el dedo, asegurando que en ella se hallaba Carmelo Modú Akuse. Seleccionó a un grupo de tres personas y los envió a la casa.


"Si le encontráis en esa casa, le invitáis a que venga con vosotros. Si pone resistencia, armáis un fuerte ruido, pidiendo socorro; entonces bajaremos todos y le acusaremos de haber intentado matar a alguien de vosotros".

Bajaron hacia la casa, los seleccionados. Y, apenas diez minutos después, aparecieron, cabizbajos, para rendir cuentas al teniente Coronel:

"Efectivamente, esta es la casa. Hemos preguntado por él y nos han dicho que ayer salió para Francia.           
El teniente coronel, sin  mediar más palabras, ordenó la retirada hacia el hotel".

Y Macías volvió de Ngaudere, tras recibir la decepcionante información que le había llevado su teniente coronel.
¡Silencio!

Y volvimos a Guinea Ecuatorial… Y Macías siguió… Hasta que se cansó de su cobarde sobrino, que no era capaz de llevar a cabo ninguna acción militar, como no fuera la de ordenar detenciones sorpresivas de inocentes. Y aun así…no lo consiguió en Camerún.
(Obiang Nguema asegura, siempre, que decidió dar un golpe de estado y acabar con  Macías, porque ya estaba cansado de los desprecios de su tío, que le trataba como un militar inútil… comparándolo con otros compañeros de la Academia General Militar de Zaragoza; de los que, por cierto, Obiang Nguema se encargó de laminar de su camino hacia el poder absoluto del que disfruta hoy…)

Y llegó el 3 de agosto de 1979… Y el Teniente Coronel Teodoro Obiang Nguema, escondido y protegido en su chalet de Malabo, dio la orden de acabar con su tío Macías… Y, tumbado en las butacas de su chalet, en Malabo, Obiang Nguema recibió la noticia de que Macías había sido detenido por Pedro Motú Mamiaga, en las selvas de Mongomo… Y ordenó juzgar a su tío Macías… Luego, ordenó ejecutar a su tío Macías. Y al sangriento golpe de estado lo llamó “golpe de libertad” (La libertad que Macías no le daba para destrozar Guinea Ecuatorial. Libertad que ha empleado
ORDENES DE ESPAÑA.- Trece años después (1992); arrebujado en el sillón de la dictadura, Obiang Nguema admitió que le preparasen un proceso de transición democrática Eso, sí; a la equatorguineana”, en Guinea Ecuatorial, movilizando a la comunidad internacional (A instancias de España, ante la Unión Europea…) Y se proclamó, a los cuatro vientos, la “amnistía…”
Y desde España llegamos, confiados en las mismas presiones que habíamos forzado, y que habían obligado a Obiang Nguema a abrir ese proceso (España y la comunidad internacional -atenta, esta, siempre, igual que el teniente coronel Obiang Nguema- a lo que decidiera España-)

Y se abrió la riada de retornos al país, desde países fronterizos, a Guinea Ecuatorial. Y de entre los retornados desde los países fronterizos, apareció el Teniente Pedro Motú, conocido como el militar que había liderado al grupo que detuvo a Macías, en su inútil huida al bosque, tras decretarse el golpe de estado del 3 de agosto en 1979… Y Obiang Nguema se lo tragó, en crudo;  en una traidora acción dirigida a comerse sus vísceras y “heredar su fuerza y poder. El comunicado de su asesinato fue este:   “…Al verse incurso en los delitos que se le atribuían… SE SUICIDIÓ” en la cárcel de Balck-Beach.

El asesinato de Pedro Motú Mamiaga, aquel 22 de agosto de 1992, y el profundo silencio de consternación, miedo, terror que cubrió a la impotente población guineana, así como aquella mudez y mirada a otra parte de la comunidad internacional en la que tanto confió la incipiente oposición, fue el más claro y rotundo aviso de Obiang Nguema de que el proceso estaba reventado…

REGRESA CARMELO MODU.- Y en esa riada de retornos, desde países fronterizos, apareció aquel bizarro “NTUMU” de Micomeseng, adornado de las virtudes de aquellos guineanos que cimentaron las ansias de independencia de Guinea Ecuatorial, Carmelo Modú Akuse, portando en sus alforjas, desde las filas de la oposición guinea exiliada  en Gabón,  un partido político: U.D.S. (Unión Democrática Social) No era difícil imaginar que pudiera venir a dar un impulso de rigor y fuerza a la incipiente oposición…

¡¡¡MË MAHÁ DJÍ YÓNG!!!.- Fue absolutamente increíble, al igual que incomprensible, la vertiginosa prisa –o precipitación- con la que Carmelo Mudú Akuse apareció inmerso en los peligrosos entresijos del poder de Obiang Nguema, arrebujado en cargos oficiales, hasta soltar públicamente aquella proverbial y apocalíptica frase de “¡¡¡Më mahá djí yóng!!! “YO YA COMO!!! Significando que se había metido en el tuétano de las corruptelas y prebendas del régimen de Obiang Nguema. Las circunstancias de la desaparición de Carmelo Modú Akuse se reproducen ahora en la muerte de su hijo Carmelo-Martín Modú Ebuka.

Todo acercamiento ciego al poder del clan de Obiang Nguema tiene siempre dos únicas consecuencias: O le eres fiel a carta cabal, y esperas junto a él, el mismo destino; o tropiezas y das un paso atrás, y chocas con el aguijón de la muerte; o sea, eres “suicidado”