martes, 3 de diciembre de 2013

SEVERO MOTO EN ESPACIOS EUROPEOS: "NUNCA FUE TAN NECESARIA PARA GUINEA ECUATORIAL UNA OPOSICION UNIDA"



Espacios Europeos
Nunca fue tan necesaria para Guinea Ecuatorial una oposición unida
Guinea Ecuatorial/España
Severo Moto (2/12/2013)

La última noticia que he recibido, de un avezado político de Guinea Ecuatorial, conocedor de los entresijos del país, es que el trato que Obiang Nguema está infligiendo a la oposición a su régimen, en Guinea Ecuatorial, es un diseño y una receta que le ofreció el extinto Presidente de la República Gabonesa, el musulmán Al Omar Bongo Ondimba: “En África no hay oposición ­le dijo Bongó a Obiang Nguema­, mira a mi más furibundo opositor”, Mba Abesolo, conocido y esperado en mi país y en todo el mundo. Lo hice venir de Francia, donde se pudría… pocos meses después de que dejaras volver a Severo Moto de España, en 1988. Yo recibí a Mba Abesolo sobre una alfombra roja en mi Palacio. Le puse un coche igual que el que llevan los ministros; el mismo sueldo que reciben los Ministros; una casa al estilo de los Ministros. Lo hice Alcalde de la Capital del País. Bueno… la gasolina con unos “bonos” casi mejor que los Ministros. Ahora mírale a Mba Abesolo cómo está, de gordo. ¡Ya Obiang Nguema volvió a Guinea Ecuatorial. Tomó el papel carbón; lo puso sobre la oposición guineana y calcó, a la perfección, la lección recibida de Omar Bongó. Hoy, unos cuantos decenios después, Obiang Nguema puede gritar, con una sonrisa de oreja a oreja, igual que Bongó: ¡Ya no hay oposición en Guinea Ecuatorial!


Puedo, con mal disimulado orgullo asegurar que solo el Partido del Progreso y su líder se le escaparon a Obiang Nguema del calco gabonés. Lo que ha dejado muy claro ­con amarga y aceptada experiencia­ que es muy peligroso no hacer caso a Obiang Nguema y sus, aún más peligrosos, consejeros y lobbies.

No es extraño ni raro. Tampoco parece que sea del gusto de todos los guineanos de dentro, y exiliados, el que “ya no haya oposición” dentro de Guinea Ecuatorial. La prueba absoluta es que no hay quien venga de Guinea Ecuatorial y que no reclame el retorno de los opositores exiliados, ante el gran vacío de opositores que vive el pueblo guineano. No es menos cierto que algunos, muy atados a Obiang Nguema y disfrutando, francamente de las prebendas de su régimen dictatorial, retan, desafían, provocan y “empujan a la oposición exiliada a volver a Guinea.

¡Un líder debe morir por su pueblo y no estar fuera…! Nos gritan, en las redes sociales, los detractores arrebujándose en el anonimato o bajo capuchas y pasamontañas…

Pocas semanas antes de que se produjera la irrupción deportiva de “La Roja” al encuentro de Obiang Nguema; en España, al menos viví un breve período de frenético movimiento de la oposición exiliada en España, centrados en emitir un MANIFIESTO, comunicando a Guinea Ecuatorial y al mundo, su propósito, deseo y empeño de volver en libertad al país; y pidiendo a España y a los países implicados económicamente con Obiang Nguema, su apoyo, protección y ayuda económica, para que el retorno no acabara en un simple y fácil holocausto humano ofrecido a Obiang Nguema y sus apoyos externos.

Un primer MANIFIESTO, fue rechazado en Madrid por una especie de Asamblea de la Oposición, por haber sido “filtrado” a alguna red social guineana, antes de que fuera estudiado, debatido, aprobado y, en su caso, firmado por los grupos políticos de oposición y las organizaciones y asociaciones guineas en España. Algui0en puso la puntilla, asegurando que el documento sin ser dirigido al dictador… era ofensivo para Obiang Nguema. Yo fui parte de la elaboración del documento y presidí la referida Asamblea. Y ante el rechazo frontal obtenido, propuse su retirada; como, al final, se decidió.

Algo, de todos modos, quedó muy palmario en esa Asamblea de la oposición; Asamblea en la que brillaron por su ausencia CEIBA y algún significado miembro del MAIB (enfadados por la filtración que había sufrido el MANIFIESTO, antes de ser debatido). Digo que algo quedó palmariamente probado, seguro y deseado: la creación de una oposición unida, dispuesta a recuperar su espacio de libertades fundamentales, derechos humanos, civiles, económicos y políticos; unirse al pueblo guineano y andar, juntos, el camino sincero, real y libre de la democratización de Guinea Ecuatorial, liderado por un Gobierno de Transición Democrática. Ese es el espíritu que rezuma (rezumaba) el MANIFIESTO rechazado.

Algo me dice que son dos los graves problemas con los que podría encontrarse cualquier proyecto de unidad de la oposición de Guinea Ecuatorial en el exilio; sea quien sea quien lo lidere.

1.­ Quién lidera el proyecto y concita la cercanía y participación de todos los demás en igualdad de condiciones de capacidad, entrega y rechazo de la dictadura implantada por Obiang Nguema y sus fuertes apoyos (“Lobbies”) foráneos. ¿Quién o quiénes lideran el proyecto?

2.­ El problema de la tan reclamada “consideración”, “respeto” y “atención” a las diferencias étnicas, tribales, de pueblos, familias, clanes que forman el exilio de Guinea Ecuatorial. Hay quien cree a ciegas que mientras ese grave problema no se solucione en España, no tiene sentido un proyecto común de la oposición hacia Guinea Ecuatorial.

Uno se siente, de alguna manera, tranquilo: el Partido del Progreso ha mantenido diferentes reuniones y encuentros con líderes étnicos, tribales y de pueblos, con los que compartimos documentos escritos, referentes al modelo de estado que necesita nuestro país, como salida airosa al esperpéntico bodrio en que lo ha convertido, en 45 años, Obiang Nguema.

Nunca fue tan necesaria, para Guinea Ecuatorial, una oposición unida. Plan y proyecto al que ciegamente me uno, junto al Partido del Progreso y el Gobierno en el Exilio; dos instituciones que lideramos un decidido equipo de guineanos y guineanas.