miércoles, 14 de agosto de 2013

¿RUPTURA O CONTINUIDAD? ¿QUÉ QUIEREN LOS GUINEOECUATORIANOS?


              

 Por Dr Samuel MBA MOMBE
La situación de incertidumbre socio-política que atraviesa nuestro país desde su accesión a la soberanía nacional el 12 de octubre de 1968, da pábulo a nuevas reflexiones que nos permiten analizar y comprender las razones que condujeron a esta situación a fin de que en el futuro podamos evitar su repetición y aprendiendo así de la experiencia.
El análisis que hay que hacer debería ser objetivo y con el único fin de encontrar la explicación de los móviles que permitieron y permiten que se cometieran tantas atrocidades contra la propia población. Este análisis concienzudo y sin tapujos es el que nos permitiría al mismo tiempo establecer el diagnóstico y las recetas para que nuestro país no vuelva a conocer este tipo de bestialidades cometidas por los propios compatriotas.

No podemos pretender construir el presente y el futuro sin antes haber hecho un repaso de nuestro pasado. Nuestro pasado es oscuro hasta la fecha y para el bien de todos, es necesario echarlo mucha luz para que nada quede escondido bajo escombros. En el pasado y en el presente han ocurrido y ocurren cosas horribles que no podríamos pasar en alto y hacer como si nada ha pasado o pasa. Los que no aprenden de la historia siempre arriesgan a que ésta se repita y como se sabe, lo bueno de la Historia es que ésta siempre tiende a repetirse.
La Trilogía de Fernando Abaga Edjang (artículo recientemente publicado) es la inspiración de lo que intento trasmitir en esta modesta contribución. A diferencia de la valoración que algunos críticos hacen de ese artículo, lo que yo entiendo de él es que el autor nos hace un llamamiento de ruptura con el pasado, es decir evitar la huida hacia adelante. Si queremos construir una Nación con bases sólidas, tenemos que rompernos con el pasado y no hacer el simple “borrón y cuenta nueva”. No vayamos a cometer el error o el disparate de poner la crema sobre la piel sucia o engañando nuestros corazones con la mentira. Eloy Elo Nve Mbengono q.e.d. en su discurso como Fiscal General del Estado dijo algo muy importante respecto a la administración de justicia en Guinea Ecuatorial, cito: “…Guinea Ecuatorial, único en su género que encierra tal contradicción, es el país que , a la vez, vive en paz y en guerra: en paz porque afortunadamente no hemos conocido conflictos armados en nuestras calles, lo que no valoramos en su justa medida; pero al propio tiempo en guerra porque, mientras un ciudadano sigue reclamando algo de alguien, ese ciudadano lleva guerra en su corazón, y le aseguramos, Señor Presidente de la República, que hay guerra en los corazones de estos ciudadanos que van a pie en la calle, incluso de muchos que vamos en coche, a causa de que los juzgados y tribunales no se resuelven los litigios a ellos sometidos, lo que constituye su deber; no dan a cada cual lo suyo, que es la esencia de la justicia; no dan a César lo que es de César ni a Dios lo que es de Dios…
Esta cita extrapolada a las reflexiones hechas por el autor de la Trilogía, se constata sin ningún esfuerzo mental que los dos autores están preocupados por la misma situación que es a mi entender, la falta de JUSTICIA en Guinea Ecuatorial. No olvidemos que se suele decir que más vale vivir en una sociedad dura que en una injusta. Donde no hay justicia no se puede hablar de Reconciliación. Los que han perdido a sus familiares y que reclaman justicia llevan “guerra en sus corazones” como se ha dicho en la cita de arriba y lo que pide la Trilogía es la Justicia que no es sinónimo de venganza. Por favor un poco de sentido común, por no decir un poco de seriedad por parte de los que lejos de ver esta realidad monumental, no hacen que buscar la quinta pata al gato.
El silencio es complicidad. Los que directa o indirectamente quieren desviar la atención del verdadero objetivo de la Trilogía hacen un flaco favor al proceso de diálogo y reconciliación entre los guineanos. El Documento Histórico del Dr. Ponciano Mbomio Nvo ha roto el muro de silencio y ahora algunos en un desesperado intento de cerrar el Sol con un dedo, han lanzado una artillería de acusaciones furibundas al autor de la Trilogía por haber levantado a su vez la “Ley de Materia Reservada” que prohibía hablar sobre el pasado oscuro de ciertas personas que en su tiempo fueron y son dirigentes de Guinea Ecuatorial. Estas interesadas maniobras de distracción ¿acaso no sirven para que no se conozca el pasado? Para la desgracia de algunos, su artillería acusadora ya no puede hacer mella porque el mensaje de la Trilogía ya reposa en el subconsciente de muchos guineo-ecuatorianos que hoy en día se han despertado del largo letargo y han descubierto las mentiras, engaños y manipulaciones del que dice haber liberado a Guinea Ecuatorial de la tiranía de Macías siendo él mismo la mano ejecutora de todos atropellos sufridos por los ciudadanos.
Para los que acusan a Fernando Abaga Edjang de “Regionalista” me gustaría preguntarles si a Daniel M. OyonoBonifacio Nguema EsonoEloy Eló Nve MbengonoJulio Ndong Ela Mengue, también les acusan de regionalismo cuando apuntan con el dedo a Teodoro Obiang Nguema Mbazogo como la mano ejecutora de los asesinatos que se produjeron en tiempo de Macías. Casi todos los citados por el Abogado Ponciano siguen en vida y nadie, absolutamente nadie ha reaccionado a esas declaraciones. ¿Por qué será? ¿Será por el dicho que: “Silencio, señal de consentimiento”? ¿O es que están acojonados? Los críticos de la Trilogía están confusos y están dando palos de ciegos cuando los señalados hasta ahora no han dicho ni fu ni fa.
Para concluir, me gustaría destacar una cosa. Estamos hablando de asesinatos de ciudadanos de nuestro país y sus verdugos presumidos siguen vivos y lo que es peor, andan sueltos mientras las familias siguen llorando a sus muertos enterrados en fosas comunes secretas hasta la fecha. Huérfanos, viudas, familias destrozadas por la pérdida de sus seres queridos. Cuando se quiere hablar de ello algunos nos salen con descalificaciones y acusaciones archiconocidas para acallar las voces que reclamamos justicia. Se les está viendo el plumero.
En ocasión me encontré con mi primito que cuando mataron a su padre no tendría ni seis años. Conversando entre cosas me pregunta: “Tío, por favor, tú que conociste muy bien a mi padre según me dice mi madre, dime, ¿qué clase de persona era?” Pues me brotaron lágrimas. Imagínense el dolor que esta pregunta puede causar. Su padre no murió por accidente, ni por enfermedad sino que lo mataron vivo como se comenta. Mi tío ni siquiera había cumplido 40 años cuando fue asesinado vil y cruelmente. Su hijo ni siquiera sabe nada de él y busca desesperadamente a alguien que conoció a su padre para que le hablase de él por lo menos para hacer una idea de lo fue su progenitor. Ejemplos como este son miles y miles y cuando se intenta conocer la verdad de esos hechos, algunos iluminados vienen y nos dicen que somos regionalistas y otras lindezas que sólo caben en sus obtusas cabezas.
El Lema plasmado en nuestro Escudo reza: UNIDAD, PAZ Y JUSTICIA. Mi pregunta es: ¿existe esa UNIDAD, esa PAZ y esa JUSTICIA en la República de Guinea Ecuatorial?