martes, 4 de junio de 2013

MOISÉS NVUMBA ENTREVISTA EN RADIO MACUTO A RAFI DE LA TORRE

                                                                
               

Moisés Nvumba: Buenas tardes en este nuevo día, en este viaje a Madrid. Ahora estamos con la Señora, nuestra querida Rafi de la Torre. Antes de pasarle el micrófono de La Voz de los Sin Voz, en este caso será primero un espacio en el que ella nos dirá lo que le apetezca. Y luego, al parecer, tenemos acuerdo de que le podemos hacer una cuantas preguntas. Antes de todo, queremos agradecerle a usted su trabajo. Muchas veces la gente no es consciente de lo que significa el trabajo de las personas. Nosotros lo somos. Y sobre todo le decimos que sin esas emisiones a Guinea Ecuatorial, no hubiera existido La Voz de los Sin 
Voz porque siempre que hace uno algo, tiene que tener algún tipo de inspiración de otra parte. En algunos momentos puede ser una cosa parecida que ha ocurrido antes, en otros puede ser hasta una foto. En este caso, entendimos la importancia de las comunicaciones, de comunicar a través de sus emisiones. Por eso creemos que es importante y porque a través de sus emisiones evitó el daño, incluso la muerte a varias personas.

Porque usted denunció que es el acoso que estaban sufriendo en ese momento puntual y esta rapidez, esta rápida denuncia supuso, en muchos casos, su puesta en libertad y en otros casos, que no se hubiera llegado al plan inicial que podía haber sido eliminar a esta persona. Buenas tardes Señora Rafi de la Torre.
Rafi de la Torre: Hola buenas tardes. Buenas tardes a todos aquellos que escuchan esta radio. Aunque sea online, pero es un vehículo de información. Esa cuestión que, lamentablemente, no desean los que infligen la ley, yo he apostado en Facebook por la Voz de los sin Voz. Y es que hay muchos en el mundo, muchos ciudadanos que aun estando con bastantes problemas en su vida, en sus libertades, en sus derechos, no pueden alzar la voz aunque a veces se les quede la garganta seca de tanto gritar y el alma igual.
Yo quiero agradecerte, Moisés, como lo he hecho por vía Internet, esta iniciativa, que como digo, ha demostrado a aquellos que quieren pisotear al mensajero, no eliminarlo simplemente, sino pisotearlo, dejarle K.O. A mí no me han dejado K.O. Sigo siendo la misma de hace tantísimos años. Sigo pensando lo mismo. Sigo defendiendo las mismas posiciones que he hecho siempre. Por ello, te agradezco como esa voz de los sin voz que puso el acento durante 11 años en Guinea Ecuatorial a la ingratitud, a la violación sistemática de los derechos humanos. Has cogido el relevo y lo has cogido muy bien cogido. Lo único que pido desde aquí es la colaboración de aquellos afectados que no pueden nunca poner en público, salir a la luz, las violaciones de que están siendo objeto.
Yo, desde el mismo momento que escuché esta emisora, pienso que no se podía haber hecho mejor. A tu información, le pones algo tan importante como es la voz y la palabra que llevan implícita las canciones, una selección muy buena. Y es que, cuando se trata de defender los derechos, el ritmo es muy importante. No hay que perderlo, ni en la denuncia, ni en la exposición de esas violaciones.
En una ocasión, cuando dije adiós al programa, no es que lo dijera voluntariamente, fue involuntariamente. Y, en cierto modo, podría decir que al 50 %· Si yo me hubiese quedado en ese programa, era porque había admitido las presiones, me habría plegado a lo que se me pedía, totalmente en contra de la justicia y la verdad. Por tanto, creí conveniente dejar bien claro que no iba a dejarme, como hasta el momento había hecho, de presiones de ninguna clase que pudieran enmascarar la verdad. Durante 11 años, fui firme. En ese sentido, voy a decir la verdad, bien contrastada, bien documentada. Y así lo hice. Nunca, nadie pudo decir o desmentir lo que yo dije a través de las antenas de Radio Exterior de España. Entonces, ante la posibilidad de plegarme y quedarme allí, dando a entender que no ocurría nada en Guinea, porque yo no lo decía, preferí marcharme. A mí me quisieron quitar. Pero yo les facilité la labor. ¿Por qué? Porque no van a poner sellos en mi boca ni van a poner determinados aspectos que quieren que se pongan en antena cuando hay derechos como el derecho a la vida, que se están violando, como es la libertad, como es la violación sistemática, en todos los aspectos, de los derechos universales de las personas.
Pero dije en mi despedida, volveré. No es que vuelva a realizar aquella función, aquella labor. Pero ya tengo aquí a una persona que ha cogido el testigo. Volverán ustedes a escuchar mi voz. No sé cómo será. Pero sé que ustedes volverán a escucharme. Y este mensaje que quiero enviar, Moisés, es bien claro a todos los que escuchen esta emisión. Y es que Rafi de la Torre estaba con los guineanos, sigue estando con los guineanos y seguirá estando con los guineanos hasta que llegue el momento de la conquista de sus libertades y sus derechos. Parece que estoy perdida. Pero sigo con atención las informaciones derivadas, no del gobierno, ni de estamentos oficiales porque, claro, no les interesa que se sepa lo que está ocurriendo, pero sí de personas abnegadas que tienen una función en este momento primordial que es llevar las quejas, los lamentos de la voz de los sin voz o de los que no tienen voz y ponerlas en una tribuna pública.
¿Qué podría añadir? Que yo ya no tengo actividad profesional. Pero siempre estaré interesada, eso no ha cambiado, en defender la verdad sin manipulación alguna ni siquiera personal. La verdad solo tiene un tinte y es decir la verdad. Eso es muy difícil que se mantenga hoy en el mundo a nivel global. Pero en relación a Guinea Ecuatorial, la verdad se quiere soterrar. Y esto es lo que está haciendo posible esta emisora: que la verdad no se soterre, no esté subterránea, salga a la luz, salga a la ventilación.
Moisés Nvumba: Muchas gracias Señora Rafi de la Torre. Y como hemos dicho, si le parece le vamos a hacer unas cuantas preguntas. Usted nos puede parar cuando quiera si nos alargamos demasiado con las preguntas. Y si se siente a gusto puede seguir contestando a todas las preguntas que le hagamos. Gracias por esta primera opinión. Ahora vamos a pasar a la propia entrevista que será la primera y quizás la única que vamos a hacer en esta vuelta. Lo primero que le queríamos preguntar es qué le hizo o estudiar o meterse a periodista. ¿Qué es lo que le empujó hacia esta profesión?
Rafi de la Torre: Pues indudablemente, tiene mucho que ver el tiempo, la época en que yo crecí. Yo crecí en una dictadura. Y por tanto, como buena observadora porque uno nace observador o no nace observador, yo observaba en mi entorno silencios muy elocuentes, actitudes que no me parecían eran justas, y muchas cuestiones injustas que se producían. Pues no se le daba la mayor importancia o difusión. Entonces eso, esa impresión que me llegaba, esa percepción, me hizo sentir la necesidad de que aquello no era posible. No era posible mantener una actitud pasiva ante determinadas posiciones.
Recuerdo que como andaluza de Jaén, observaba el trabajo callado, a veces, sobrehumano que realizaban los aceituneros por dos pesetillas. Era mucho los sacrificios que realizaban pero parecía que a nadie le importaba. No había… Yo entonces quizás no llegaba a estas conclusiones pero me parecía ciertamente raro que todo siquiera sin que hubiera un cambio o alguien que lo hiciera notar.
Yo empecé en la radio con 14 años. Y lo que era en principio en mis horas comerciales, en mis horas que, bueno, trataban cuestiones superfluas pues no me parecía tampoco, porque me parecía mucho más interesante entonces el salir a la calle y saber la opinión de las personas en relación a cuestiones en las que todos estábamos implicados. Y ese fue el gusanillo que me hizo pensar que la radio era un medio muy importante porque podía escucharse realizando otra función, otra labor, sin tener que estar dependiendo de la imagen ni del sonido, simplemente conectar un aparato y te enterabas de lo que no podías tener acceso en la vida habitual.
Llegó el momento en que hice otras actividades, todas relacionadas a nivel artístico. Creo que el arte para mí, en las manifestaciones del baile, la música, la canción, la poesía, la literatura, es una forma más de comunicación muy importante. Hoy en día se ha dado un poco la espalda a todo eso y se ha ido a lo monetario. Hoy en día escuchamos en los medios de comunicación nada más que hablar de la economía, esta plaga que parece que nos acosa a toda España. Y bueno pues empecé en la radio a los 18 años y ya comencé con un programa relacionado a la mujer, al planteamiento que en aquellos años sesenta debía hacerse la mujer para ser ella misma y tener una formación y una posibilidad de integrarse a la sociedad. Hice esto a nivel provincial, incluso a nivel regional, y allí empezó mi vocación. Yo creo que nací vocacional por la comunicación. Fue algo instintivo en mí. Y bueno, de allí ya a partir de los 18 años, informé de diversas materias y ya pues he sido parte de la plantilla de una emisora. No he podido dedicar a otras actividades artísticas. Pero es que me parecía importantísima la comunicación.
Moisés Nvumba: Muchas gracias por esta respuesta. Nosotros al hacer la entrevista vamos haciendo preguntas. Por un lado tenemos unas ideas de preguntas y por otro vamos haciendo preguntas a partir de las respuestas. Usted ha hablado aquí que en su primer programa un poco oficial fue sobre las mujeres en los años sesenta. Nos interesa porque parece un ciclo que vuelve a repetirse y más cuando se refiere a la sociedad de Guinea Ecuatorial. La mujer tiene problemas serios y está sufriendo varios tipos de acosos e injusticias. ¿Qué le puede decir a la mujer ecuatoguineana de hoy en día con respecto a esa experiencia que tuvo de ocuparse de alguna forma de los problemas de la mujer aunque sea a nivel informativo? ¿Qué le puede decir que tienen que hacer o cómo pueden hacerlo alguna idea para salirse? Porque si nosotros los hombres tenemos problemas en Guinea Ecuatorial, doy por hecho que las mujeres tienen todavía muchos más problemas. ¿Qué les podía decir a las mujeres ecuatoguineanas en este momento?
Rafi de la Torre: Como he dicho, yo nací, crecí en una dictadura que tenía una serie de pautas, de normas y mucho más en relación con la mujer muy determinadas pero que a mí me parecían lógicamente – eso ya lo vuelvo a decir – que a nivel genético, a mí me parecía que coartaban sus libertades pero además admitían o se plegaban a esas normas. Creo que es importante, muy importante en la vida sentirse libre. Una persona que se siente libre, sea hombre o mujer, nunca podrá ser esclavo aunque aparentemente así lo parezca. Y siempre encontrará recursos o mecanismos para enfrentarse a esa esclavitud.
Lo único que podría decirle a las mujeres guineanas que son el sostén, por otro lado, de la sociedad guineana, son las que no solo paren a los hijos sino las que les sacan adelante, las que les provén de los alimentos, las que se mueven para sus estudios, para su formación.
Pero hay un otro papel de la mujer guineana que no comparto y que me gustaría superaran. Y es el sentirse dignas, respetadas y con voz y voto, tanto en sus hogares como en la sociedad, la política, todos los extractos sociales. Ella debe adquirir si no la tiene – yo creo que eso es fácil – una seguridad en sí misma que es el mejor acicate para luchar contra las normas establecidas si no por los hombres solamente también por el poder que ejercen en el país. El sometimiento nunca es bueno. Y hay que buscar las vías para demostrar que es posible una mujer guineana dispuesta a afrontar y superar todos los problemas y colaborar con la sociedad, con la política, a hacer una Guinea mejor pero no en plan eslogan de una Guinea mejor, no, una realidad, una Guinea mejor hecha por guineanas y por guineanos, o por guineanos y guineanas, que tanto monta, monta tanto.
Moisés Nvumba: Muchas gracias. ¿Cómo se germinó o como empezó ese programa, esas emisiones a Guinea Ecuatorial? Explíquenos el génesis de esas emisiones a Guinea Ecuatorial.
Rafi de la Torre: Más o menos, ocurrió como te lo voy a contar. Debido a la presión internacional, entre esos países España, Obiang vio la necesidad de hacer una apertura democrática, de llevarla a cabo. Justamente en 1991, fue para estrechar lazos – una frase que he oído tantas veces – entre España y Guinea, viajó hacia allí Felipe González. Y como resultado, pues se pensó que podría ser una radio, las comunicaciones una fórmula a emplear para unir a ambos pueblos.
Yo había tenido ya alguna experiencia en cuanto a hacer programas sobre países en desarrollo que se encontraban bajo dictaduras como era el caso de Argentina y Chile y había trabajado en ese aspecto en diversos programas o bien con colaboraciones. Yo era consciente que en Guinea, primero que existía Guinea, cosa que muchos españoles, a base de no hablarse de Guinea pues no conocían en aquella época y aun hoy. Entonces, me enterré que había un proyecto para iniciar una emisión para hablar tanto de cuestiones guineanas como españolas y bueno, se habló de mí en las reuniones que se hicieron previas y yo insistí en que se me tuviera en cuenta.
Yo realizaba hasta este momento varios programas en el servicio mundial de radio Exterior y me pareció atractivo el proyecto a pesar de muchas dudas en cuanto a mi carácter y mi forma de trabajar porque no era persona fácil de controlar. Pues estuvo a punto de no llevarse a cabo, no ofrecerme ese programa. Yo tuve una reunión con los responsables y se decidió poner a Carlos Castillo de Director y a mí ni siquiera de subdirectora, de coordinadora por temor a que yo impusiera un estilo demasiado crudo. Bueno, esto de crudo podría ser bastante relacionado a discutir cosas que no se querían que se hablase para no crear controversias con el gobierno guineano. Así fue. Yo siempre he dicho que aquel programa me lo echaron los Reyes Magos aun sin querer ellos porque comenzamos el 7 de enero de 1991. Lo bueno del caso es que comenzamos con unos contenidos pues a nivel de literatura, correo del oyente, cosas que prácticamente pues eran de sociedad. Entonces se tenía planteado así el programa.
Pero el gobierno de Teodoro Obiang consideró que ese era un vehículo de propaganda y rápidamente se prestó a que los ministros hicieran declaraciones, entrevistas, concedieran todo tipo de comentarios, colaboraciones, para hablar sobre Guinea. Yo inmediatamente me di cuenta de que aquello iba ser utilizado como un elemento de propaganda para el régimen puesto que en las entrevistas se dejaba que los ministros hablasen de lo que ellos creían conveniente sin ninguna pregunta. Yo como periodista he pensado que cuando vas a una rueda de prensa tienes un derecho, como periodista, efectuar preguntas y una obligación del convocante a contestarlas, las que crea conveniente. Si no las quiere contestar, esa es su responsabilidad. Y así se lo hice notar al entonces Director de la emisión Carlos Castillo. Yo le dije, oye mira esto es un discurso que no es auténtico por los datos y los informes que yo estoy manejando en economía, en sanidad, en educación. No es este el ambiente que se respira en Guinea. Por lo tanto deberíamos hacer algunas cuantas preguntas al responsable de esa cartera. Y bueno, ya empezó el problema porque en una de las ocasiones que pasó el Director y me quedé yo de responsable, pues le dije al ministro de turno que le tocaba hablar – no sé si era el de educación o el de sanidad o el portavoz – que yo quería formularle preguntas y que él contestase. Y me dijo que no, que cómo cambiábamos ahora para que ellos tuvieran que responder. Y esa fue la cuestión. Ellos no tuvieron más remedio que contestar lo que quisieran. Pero yo estaba suficientemente informada para repreguntar.
Comenzó la transición y desde mi punto de vista de informadora consideré que lógicamente los protagonistas no era solamente el gobierno sino los partidos que en ese momento se empezaron a legalizar. En Guinea, muchos de ellos serán desconocidos. Y si se trata de convocar unas elecciones, si la Radio televisión guineana no lo consideraba en que compareciesen, a mí como informadora, me parecía que era lo legítimo, lo normal, lo lógico. Y allí comenzó la trayectoria de esta que no es que yo fuese contra nadie. Simplemente, en este programa se comenzó a poner voz a los sin voz. Personas que eran maltratadas, que eran injustamente tratadas, en cualquiera de los aspectos, y que deberían tener sus derechos garantizados, tuvieron oportunidad de poner su voz y su testimonio en un programa que se empezó a moldear según se fue desarrollando en nunca llevado ni desarrollado proceso democrático que se dice se inició en el 91 del siglo pasado y estamos en 2013 de siglo XXI y aun no se ha hecho ni el menor gesto para que se pueda hablar de un proceso o una apertura democrática en Guinea Ecuatorial.
Yo, al igual que decían – y en eso quiero negarlo y desmentirlo – los del aparato de la dictadura que les tenia a buenos y malos, yo no jugaba ni a buenos ni a malos. Yo, sinceramente, mi profesionalidad me impedía obviar aquellas cosas que eran una información veraz de lo que ocurría en Guinea al igual que hablaba de lo que ocurría en España, fuese positivo o negativo para la sociedad española. Pero yo no podía guardar silencio porque mi propia deontología profesional me lo impide.
Moisés Nvumba: Muchas gracias por esta respuesta. Es bastante histórica e informativa porque muchas veces vemos las cosas por allí y no sabemos cómo se germinan ni la historia alrededor de esas que vemos y disfrutamos. Con respecto a lo que acaba de decir preguntar una cosa. Entonces Señora Rafi de la Torre, ¿podemos decir de alguna forma que fue el presidente Felipe González el impulsor tanto de las emisiones como de la transición en Guinea Ecuatorial?
Rafi de la Torre: Mira, yo creo que antes de ese viaje, Felipe González y las fuerzas políticas españolas, sindicales, ya estaban por la labor. Pero sí quizás se materializó ese acercamiento como un signo de buena voluntad por parte de España de que se iniciara ese proceso democrático. Pues por Felipe González con esa visita que efectuó en el 91 y por supuesto aunque no con el diseño que posteriormente se fue dando al programa también él fue el promotor. Al menos hizo que hubiese un programa desde la Radio Nacional de España. Se instituyó una hora diaria de lunes a sábado inclusive en dirección a Guinea Ecuatorial. No con la idea de denunciar o llevar un determinado desarrollo del programa sino que hubiera, se escuchara, se tuviera la certeza en Guinea que en España se pensaba en este país. Luego – y sería muy prolijo entrar en detalles – luego esto dio lugar a que en vista de las necesidades que se presentaban en el mundo de la información relacionado con Guinea, se diera otro giro a esos contenidos iniciales. Si hay un proceso abierto de democracia, si en ese momento Guinea no disponía, y si disponía no pensaba dedicar esos medios – como es la radio y televisión guineana – a ese aspecto que es el de dar conocimiento e información a los guineanos sobre el desarrollo de ese proceso, cómo se estaba llevando a cabo, quiénes eran los protagonistas, pues nosotros, en función quizás de un defecto de profesionalidad, lo cogimos. Y, por supuesto, desde la administración española, se vio bien. Nunca se pensó que esto podría malograr las relaciones entre ambos países sino educar, enseñar una forma de pedagogía en personas que no tenían información de sus derechos, o cómo actuar en un estado democrático. Pero vamos, que aquí no éramos, no ejercíamos de los más listos. En ningún momento hubo esa intención. Sino simplemente de facilitar al guineano las fórmulas que tenía en su mano de poder incluso colaborar con ese nuevo periodo de la historia del país.
Moisés Nvumba: Desde la voz de los sin voz tenemos que decir gracias a todas esas personas que hicieron posible esas emisiones y como acaba de decir la Señora Rafi de la Torre, eran necesarias.
Dicho esto, la siguiente pregunta es: por un lado queremos saber el momento que, como usted acaba de reconocer, fue bien aceptado desde la España oficial, desde el gobierno. Necesitamos saber en qué momento esta predisposición positiva para convertirse en un problema?
Rafi de la Torre: Como he dicho, el cambio de contenidos se hizo progresivamente en función de las necesidades que nos iban llegando no ya observadas por nosotros sino según las reacciones que este programa suscitó en la sociedad guineana. Se nos pedía, se nos solicitaba contenidos que en un principio no estaban programados. Fue gradualmente.
Llegamos a las elecciones de 1993. Y bueno, pues allí la sociedad guineana nos pedía información sobre el proceso electoral, sobre informaciones que carecían la mayoría de la sociedad guineana y por allí fuimos nosotros llenando esos huecos. Por supuesto, unas de las características que no se podían obviar es dar a conocer los candidatos de las diferentes formaciones políticas. Y de allí pues la presentación de estos en este programa. Luego pues vino ese proceso que venía cargado de una serie de irregularidades y estas irregularidades fueron denunciadas por los candidatos concurrentes. Radio Exterior de España no podía cerrar los oídos a estas demandas y así se defendió por la que les está hablando. Yo percibí esa demanda y puse en antecedentes a mis jefaturas que no podíamos decir que no. Ellos lo vieron bien y así se llegó en aquellas elecciones de 1993 a escuchar por Radio Exterior sin injerencias sino en función de la información objetiva y a la que todos tienen derecho. Se llegó a escuchar pues la petición y el llamamiento de abstención y luego la retirada de los candidatos de esas elecciones debido a las irregularidades. O sea, sería – como digo – muy prolijo contar cuándo comenzaron las presiones.
Las presiones comenzaron y no lo puedo situar en un año determinado, mes, día y hora, desde el momento que el régimen de Guinea tuvo conciencia de que esa aliada con la que había contado, que se llama impunidad, se le acabó. Y entonces, allí comienza un trabajo, un esfuerzo diario no de provocar la noticia sino de ser fiel a la información y por supuesto no obviar informaciones tan importantes como puede ser una detención extrajudicial, una posible desaparición, una tortura. Eso fue lo que dio cabida, no la actitud de quienes realizábamos el programa sino la actitud de quién actuaba de esa manera. Yo nunca hubiera podido silenciar una denuncia totalmente contrastada y confirmada. Nunca se hizo ningún, en ningún tipo de información se desprendió ningún calificativo que se pueda considerar insultante ni para el gobernante máximo de Guinea como de su equipo ministerial o personas de ninguna clase. No hubo insultos. Y esto lo defiendo y allí si hay grabaciones, se puede demostrar. Incluso ante hechos deleznables, yo no permitía que los que se referían a ellos que en su caso la mayoría eran las propias víctimas, insultaran a nadie. Que contaran los hechos, se ciñeran a ellos. Pero eso sí, darles voz, porque ellos no la tenían en ningún aspecto en Guinea Ecuatorial, ni ante la justicia ni ante los medios.
Moisés Nvumba: Muchas por esta respuesta. La siguiente pregunta iba ser: una vez que existen ya presiones desde el entorno del gobierno de Guinea Ecuatorial para que de alguna forma o usted se suavizara en las emisiones o incluso cambiara totalmente la orientación del programa y hablase suponemos de cultura o cualquier cosa de estas. Una vez que empezó esta presión, ¿Puede usted decirnos qué cosas concretas sufrió por estar llevando a cabo su labor de periodista? Díganos ejemplos claros de esas agresiones.
Rafi de la Torre: Por supuesto que son agresiones. Y mucho más para un periodista no puedes intentar taparle la boca. Eso tiene un efecto realmente desolador para un periodista que además se niega a admitir, por muy pequeña que sea, la manipulación o silenciamiento de una información.
Las primeras, digamos, presiones, como ya he dicho, no puedo precisar el año, seria 92 o 93, cuando el Señor Moratinos – que creo que es muy amigo ahora de las autoridades de Guinea Ecuatorial – era entonces Director, – vamos no tengo ningún empacho en decirlo – era Director general de África, Oriente Medio y ACP, me parece. Pues llamaba casi a diario a la radio para decir que bajara el diapasón, que Rafi de la Torre bajara el diapasón porque tenía quejas diarias, bien por escrito, orales, de diferente ideología del gobierno de Guinea. Yo llegué en un momento en que como mi Director me informaba sobre esto, le dije: bueno pues mira, yo creo que debería el Señor Moratinos hablar conmigo y yo le preguntaría al señor Moratinos esas quejas por qué se producen si es que estoy diciendo algo que no es cierto. Y si es que no es cierto, entonces las comprendería. Pero es que todo lo que se dice o se informa aquí no es un ataque al gobierno. Es sencillamente el reflejo de lo que ocurre en Guinea. En todo caso, al que debería pedírsele que bajara el diapasón es al señor Obiang y a los ejecutores de estas acciones no a mí. Que mi derecho y mi obligación es informar.
Pues a partir de allí pues sí que se obstaculizó bastante el que se pudiera tratar algunos temas. Por ejemplo el caso del secuestro de Felipe (Ondo) Obiang y Guillermo Nguema (Ela). ¿Por qué se obstaculizaba? Porque me decían que no había estudio para grabar la crónica que puntualmente, en ese caso, al igual que en otros, pues me enviaban ciudadanos guineanos que estaban en Gabón.
En este caso era Aquilino Nguema al cual, desde aquí, le mando un saludo y mi afecto. Hizo una labor, por combatir la impunidad, realmente extraordinario, jugándose a veces la vida. Y su libertad como en el transcurso de aquellos años, de aquella década, se demostró que fue detenido y ya creo que se conocen la situación en que lo fue. Pues obstaculizando que yo grabara esas crónicas, yo tenía que hacer un triple, cuádruple esfuerzo para que esto llegara a Guinea. Lamentablemente en este contexto, he de recordar la llamada de Pedro Motu a Radio Exterior de España dos días antes de viajar a Guinea coincidiendo con el viaje que efectuó Moisés Mba Ada.
Pedro Motu me dijo que quería hacer unas declaraciones a modo de testamento político porque tenía la premonición de que iban asesinarle a su llegada a Guinea. No fue posible. Fue imposible porque no había estudio cuando sí lo había. Y me quedé sin esas declaraciones tristemente. Al día o los dos días de su llegada a Guinea, Pedro Motu fue asesinado bárbaramente, lo digo como ciudadana del mundo. Y para que vean ustedes amigos que es muy difícil acallar al mensajero. En esa ocasión, las declaraciones de un hombre que había sido asesinado, hubieran sido pues bastante negativas para el inductor de este asesinato. Se quiso acallar. Pero sin embargo, el destino hizo que el Director de informativos de la BBC llamara a Radio Exterior preguntando por mí. Y este señor no le conocía de nada. Pero sí me conocían sus corresponsales en África y sabían el impacto que producía este programa no solo en Guinea sino en otros países del entorno y de otras latitudes del continente. Y me dijo que él disponía de una entrevista que un freelance le había hecho horas antes de tomar el avión o de llegar a Guinea Pedro Motu. Y Pedro Motu se le escuchó después de su muerte. Fue una de las entrevistas que más impactó a la población guineana porque este hombre la realizó dos días antes de llegar a Guinea. Si no dos días, horas antes de llegar a Guinea. Y horas después, era asesinado. Situaciones como esta, imposibilitar que la información saliera.
En este momento, pues no quiero mencionar, hacer más concreciones de casos que los hay a cientos. Pero eso sí quiero que lo sepan: los predadores de la información que cuando uno quiere acallar una voz, hay muchos que la levantan, muchos más que los que son suprimidos. Y eso, – Moisés, permíteme que lo diga-, más que si me hubiesen pagado millones, ya sean en euros o dólares, es una confirmación de que mi trabajo, mi labor, mis semillas, de que la información debe ser veraz, objetiva, van creciendo. Así que si te quitan a ti o lo pretenden, que sepan que habrá más Moisés, guineanos, que se pongan un micrófono delante y denuncien aquellas cosas que son denunciables y que contravienen todo derecho. No es necesario que ustedes persigan, represalien, porque la semilla de la información veraz volverá a surgir. Tendrían que eliminar a mucha gente. Y hoy tal como se está demostrando, hay más mecanismos que antes. Está Internet. Y en este sentido, si me lo permites Moisés, quiero hacer un llamamiento porque internet da lugar a que se publique lo contrastado y lo veraz con la especulación o la suposición. Cuando uno toma la iniciativa de la denuncia, debe atenerse a la verdad porque, si no, se rompe totalmente la credibilidad. Y eso es lo que debe mantener un informador: la credibilidad a salvo. Si yo no hubiese sido creíble, por supuesto que no me hubieran escuchado los guineanos ni nadie hubiera tenido por las informaciones que se emitían. Hay que propiciar la verdad de los hechos, no manipularlas. Y dejar al margen totalmente fuera de todo juego tanto la manipulación como el supuesto, como aquello que no tenemos totalmente claro. Haremos un favor para todos los ciudadanos.
Moisés Nvumba: Muchas gracias otra vez, Señora Rafi de la Torre. Hablando de los supuestos y lo que hemos entendido es crear algún tipo de duda. Nosotros sabemos que en algunos entornos guineoecuatorianos se llega a dudar de su trabajo. Ya se le hemos agradecido porque nosotros sí sabemos lo que significó en el sentido de esas denuncias que consiguieron para hasta asesinatos. En este momento que surgen pequeñas voces que se intenta tachar a todo el mundo de dudoso, de intereses particulares y algún tipo de historias raras. ¿Qué es lo que tiene que decir a cualquier persona que dude de usted? Como lo hemos dicho, la voz de los sin voz no duda de usted puesto que los resultados están allí. Las cosas contrastables no tienen nada que dudar. Como existen dudas, ¿Quiere añadir algo más al respecto?
Rafi de la Torre: He dicho que la especulación es libre. Cualquiera puede especular y mucho más si no tiene simpatías por la persona de la que opina. Pero quiero dejar muy claro – si aun no ha quedado y creo que quedó bastante claro – con mi determinación dejar el programa. No lo dejé yo. Fui expulsada. Pero yo podría haberme plegado y llevar el tema de Guinea Materia Reservada. Sin embargo no consentí que tal supuesto se produjera. Por eso me fui de Radio Exterior y del programa de Radio Exterior. Podría haberme mantenido. Si yo lo hubiera creído conveniente, plegadita a lo que se me pedía tanto de un país como del mío propio. Podría haber hablado de futbol, de fauna, de flora, de costumbres. Pero es que lo prioritario es hablar de la sociedad en la que se mueven los ciudadanos que están oprimidos. Eso para empezar y luego que vengan los demás temas.
Yo quiero dejar claro para aquellas voces especulativas que han hablado incluso de que hice un pacto por el que salí beneficiada económicamente, para que ellos que pensaron que en algún momento pude silenciar cualquier información relacionada a la violación de derechos humanos o que fuese importante para la sociedad guineana, que nunca acepté esas presiones. El no aceptar esas presiones no es fácil. Eso requiere de un esfuerzo, sobre todo, cuando tienes que coger un micrófono y ponerte al frente de él para desarrollar el programa después de haberte dado un manteo, haberte sometido al tercer grado. Yo soy española. Estoy viviendo en un Estado democrático. Y sin embargo les digo que hubo momentos en que pensé que estaba en otro tipo de país porque fui represaliada, fui perjudicada en todos los aspectos. Pero no me doblegaron. Quiero que quede claro. No se puede decir cosas como el pacto, que me para salir a la prejubilación, algo, no… Yo renuncié por ser defensora de mis convicciones que están ajustadas a lo que la ley y la deontología reclaman. Yo dejé mi mayor pasión que era la radio. Y puedo añadir algo más para ser todavía más categórica. Me marché asqueada. No sé si la forma en que he imprimido mi asqueamiento se puede entender. O sea, vi tanta mentira, tanta hipocresía, tanta traición de personas en las que hasta ese momento confiabas que actuaran en relación a sus propios intereses que son los guineanos. Los guineanos obraron algunos de forma que yo no voy aquí a poner nombres propios. Pero creo que la oposición guineana y su mayoría no estuvo a la altura porque no era un derecho que yo defendiera como propio. Era el derecho de información. Tenemos, todos, la obligación de defenderlo. Y hubo demasiada pasividad en este sentido. Y lo único que pido, Moisés, es que me dejen vivir esta vida tranquila que pretendo llevar cuando mi país está en la situación que se encuentra. Y por supuesto, una vez más, apostar porque con el diálogo y no con la violencia se consiga una Guinea democrática, de libertades, de desarrollo económico para todos sin ninguna exclusión. Es lo que deseo. No es cuestión de buenos ni malos. Yo deseo que todos los guineanos desde arriba hasta el más ciudadano de a pie se pongan de acuerdo en crear otra Guinea diferente y mucho mejor para sus ciudadanos.
Moisés Nvumba: Muchas gracias. Ya prácticamente hemos acabado. La única duda o aclaración en formato sí o no que nos queda es lo siguiente:
Señora Rafi, ¿podemos decir usted que se fue de la Radio televisión española porque no aceptó hacer el programa como le intentaban imponer hacerlo sí o no?
Rafi de la Torre: Categóricamente, me fui por no haberme plegado a esas peticiones. O sea, dicho más claramente, no solo no me plegué, y como consecuencia mi sustitución o destitución mejor dicho, sino que además dejé la radio que era lo que más me gustaba. Ya en la edad que estaba creo que hubiera podido dar mucho, mucho decir por mi actividad.
Moisés Nvumba: Muchas gracias. Ya no nos queda nada más que agradecerle. Las cosas son fáciles de decir y a veces incluso fáciles de escuchar. Pero, yo cuando me imagino que deje la electrónica, las comunicaciones, las telecomunicaciones que es donde trabajo yo por una causa justa, yo me hago la pregunta que si sería capaz por la sencilla razón que una cosa que me gusta tanto, en un momento dado, vamos a decir que no estoy seguro si podría hacer lo que usted hizo que es sacrificar hasta su carrera por unas ideas y una ética profesional que en estos días, y más, en lo que se refiere al periodismo, ya no se encuentra. Solo nos queda decirle muchas gracias y si tiene algo más que añadir, este es el micrófono de la voz de los sin voz. Estamos muy contentos por todo, por el tiempo que nos has dedicado. Has respondido a todas nuestras preguntas.
Rafi de la Torre: Quisiera nada más decir que hemos estado en la calle, en una terraza, en esta primavera lluviosa y fresquita que tenemos en Madrid porque a mí me gustan, al igual que la claridad y los espacios libres, en cuanto a la información se refiere y a muchos otros aspectos. Me gustan también los espacios libres, verdes, como este que estamos viendo, estos árboles. Pero tenemos el problema del tráfico. Espero que tener la comprensión de los oyentes quizá me he enrollado mucho. No soy una persona muy dada a conceder entrevistas. No me gustan las entrevistas. Me gusta efectuarlas yo y a eso estoy acostumbrada. Pero bueno, creo que habrá quedado claro tanto el objetivo que perseguías, Moisés, como el explicar yo y contestar adecuadamente a las preguntas que me has formulado.
Quiero cerrar esta comparecencia en esta radio de la voz de los sin voz con mi admiración hacia ti, hacia esta labor que realizas sin medios, pero con un medio importante que es la acción a favor de una causa buena.
Muchas gracias, Moisés, y espero que ese agradecimiento sea el de todo tu pueblo. Porque tú, dando voz a los sin voz has contribuido a que – espero – en un futuro cercano, hablemos de otra Guinea.
Moisés Nvumba: Muchas gracias.