lunes, 17 de junio de 2013

LOS RESULTADOS DE LA ULTIMA FARSA ELECTORAL, CONFIRMAN LOS PRONOSTICOS DE UNA MUERTE POLITICA ANUNCIADA DEL REGIMEN DE OBIANG NGUEMA.




Por Armengol Engonga, Vicepresidente del Partido del Progreso y del Gobierno en el exilio de Guinea Ecuatorial.

Cuando aun suenan los ecos de la última farsa electoral celebrado recientemente en Guinea Ecuatorial, a penas ha transcurrido un mes, cuando la coincidencia de opinión y análisis por parte de la sociedad guineana y de la comunidad internacional, es francamente negativa. Existe  unanimidad por parte de todos, en que estas elecciones han supuesto UNA PERDIDA DE TIEMPO.


La dictadura de Obiang sigue viviendo de la propaganda y de la mentira mas abyecta y piensan como el alemán Paul Joseph Goebbels, jefe de propaganda en la Alemania nazi, que una mentira repetida muchas veces, se convierte en verdad. Pero en esta ocasión han ido demasiado  lejos con el engaño: montar una triple farsa electoral, legislativas, municipales y senatoriales, para ganarlas  y encima querer convencer a todo el mundo que los guineanos han ido a votar en masa al dictador. Esto ya nos parece demasiado atrevimiento por su parte. 

Los comunicados de los Gobiernos de España y sobre todo, el de la Secretaria de Estado Norteamericana han dado un veredicto certero y ajustado a la verdad, en relación al desarrollo y resultado electoral en nuestro país: HAN SIDO UNA OPORTUNIDAD PERDIDA PARA LA DEMOCRACIA. El dictador Obiang y su régimen acaban de perder una oportunidad de oro para reconciliarse con el pueblo guineano y con el exilio guineano en Gabón, en Camerunés, en España, etc. Han perdido una ocasión única para poner en marcha un proceso electoral libre, plural y democrático, y la oportunidad para darle una salida Institucional ante el inmovilismo, el caos y la ilegitimidad de un régimen  en su ocaso, en detrimento del futuro del pueblo guineano.

No ha habido ningua sorpresa en el comportamiento del régimen de Teodoro Obiang, es ya habitual desde hace años su particular concepción de la política. Todos los guineanos, la comunidad internacional y la opinión generalizada, saben que en Guinea Ecuatorial existe  una feroz dictadura que viola los derechos humanos desde siempre, que extorsiona y roba a manos llenas los recursos económicos  de los guineanos. Está claro que defienden 
el sistema de Partido Unico al estilo cubano, que les permite seguir haciendo trampas para perpetuarse en el poder.

La actual tragedia de la dictadura de Obiang Nguema, es que por primera vez advierten que se enfrentan a su final. Con el pueblo guineano en contra, muy harto ya de su nepotismo, enfrentándose ya abiertamente a la policía, al ejercito y sus mercenarios. El segundo frente, cada vez mas serio, son las demandas judiciales de Francia y Estados Unidos contra miembros de la familia del dictador, como la reciente ratificación de la Orden de busca y captura contra Teodorin.Y el tercer frente, muy preocupante para ellos, es la posible vuelta en masa, a muy corto plazo, de los exiliados guineanos, con la firme determinación  de  contribuir a la libertad y la democracia de Guinea Ecuatorial.

El proyecto del Partido del Progreso y del Gobierno en el exilio, que preside Severo Moto, pasa  inexorablemente por la vuelta a casa, por el retorno en libertad en un plazo muy breve. Es evidente que nuestra meta, como no puede ser de otra forma, es pisar el suelo del país que nos vio nacer, Guinea Ecuatorial, para hacer política y contribuir a la recuperación de las libertades individuales y colectivas, así como para la implantación de la democracia que los guineanos vienen demandando desde hace décadas. 

El Partido del Progreso y el Gobierno en el exilio, consideran al actual Gobierno de Guinea Ecuatorial ilegitimo, ilegal y carente de valor moral para dar lecciones a nadie. Por su contumaz empeño en seguir el camino errático de amenazas contra la vida de los guineanos, su seguridad, su bienestar y su desarrollo.

La dictadura de Obiang en su huida hacia adelante, no tiene ya mas que una salida digna: facilitar la necesaria reconciliación nacional, decretando una amnistía general, permitiendo a la par, el retorno en libertad de los exiliados guineanos que deseen volver a su país. Lo contrario sería una apuesta demasiado arriesgada, para los propios intereses del Régimen. De no hacerlo así, les puede acarrear unas funestas e inesperadas consecuencias, muy parecidas a las que le han ocurrido últimamente a algunos dictadores amigos de Obiang.