Exilio en España 13 de Junio del 2013.-Unas elecciones en las que puedan concurrir todos los partidos políticos y todos los disidentes exiliado, con un cuerpo de observadores internacionales independientes y monitorizadas por organismos internacionales, esas si que serían unas elecciones auténticas, democráticas y decisivas para el cambio. Todas estas son las condiciones mínimas que tiene que reunir un proceso electoral para que pueda ser aceptado por los guineanos y validado por la comunidad internacional, aun concurriendo a las mismas el propio Obiang, con su PDGE. Recordemos que unas circunstancias parecidas se dieron en las elecciones municipales del 1995 en las que los partidos de la oposición a Obiang se presentaron bajo las siglas de P.O.C., ya sabemos el resultado, el dictador las perdió por goleada También sabemos que Obiang tomó buena nota de aquello y juró que no volvería a caer en aquella "trampa" -más bien las exigencias de la UE y de países como España y los Estados Unidos-.
Un escenario como el anterior es el menos traumático para todos, tanto para la oposición, como para el propio régimen. A la vista están los violentos acontecimientos de la primavera árabe, sobre todo en el caso de Libia. Todos deseamos que el pueblo de Guinea Ecuatorial salga a la calle para enfrentarse a una dictadura injusta y asesina, aunque a veces no nos paramos a pensar sobre las consecuencias que este enfrentamiento les puede traer a nuestros compatriotas. Don Severo ha manifestado en multitud de ocasiones, que un escenario de enfrentamiento contra la tiranía, con tan brutal desigualdad en la relación de fuerzas (pueblo-dictadura) podría tener serias consecuencias para nuestro pueblo. La brutalidad de un ejército hecho a medida del dictador, sus fuerzas represoras paramilitares y los miles de mercenarios a sueldo y sin escrúpulos, pudiera desembocar en una auténtica masacre, en la que muchos guineanos iban a perecer, destripados por tan despiadadas hordas.
Por ello, todos los esfuerzos de los opositores debieran centrarse en hacer ver a los diferentes países con intereses en Guinea Ecuatorial, que las elecciones que convoca Obiang son siempre una farsa y que están invalidadas nada más convocarlas, ya que han sido programadas para ser ganadas y aparentar después una normalidad política que en realidad no existe. Por eso es tan importante llevar al régimen a su aislamiento internacional, mediante la abstención y por supuesto, no acompañándole en estos viciados procesos. Resistencia pacífica de todos los guineanos, y conjunción de fuerzas de todos los partidos políticos y activistas independientes, para forzar a la dictadura a decretar una AMNISTÍA GENERAL, que se extienda a todos los represariados políticos, a los presos de conciencia y a los exiliados en general. Conseguir, finalmente la legalización de todos los partidos políticos y propiciar el retorno en libertad de todos los exiliados.
Elecciones anticipadas y verdaderas, ...¡ya¡. No podemos esperar a que Obiang marque sus tiempos siguiendo sus propios ciclos electorales, ya que no reconocemos la validez de ninguno de estos procesos que éste ha ido llevando a cabo. Que nuestra protesta inunde todas las redes sociales, que llegue a todas las instancias políticas y no políticas, a toda la sociedad civil, a todas las naciones y a todos los gobernantes.
Este es el último cartucho que nos queda, después o esperar a que muera Obiang, o a que explote en mil pedazos la dictadura, o al enfrentamiento final, con todas sus consecuencias... Y que Dios nos proteja.