Ataviados con ridículas vestiduras, para rendir pleitesía a un tirano
Publicamos aquí, las reflexiones que nos ha pasado un joven de nuestro Partido indignado.
Un Presidente que se atreve a llamar a los guineanos pobres mentales no merece ostentar tal cargo, máxime si la responsabilidad de esa supuesta "pobreza mental", con la que etiqueta a su pueblo, le corresponde solo y exclusivamente a el. Obiang expresa lo que realmente siente, que no es otra cosa que el mero desprecio de la mayoría de guineanos que no pueden, o no quieren pertenecer a esa casta corrupta y sin dignidad que le adula, se arrastra ante el y está dispuesta a perdonarle todas las arbitrariedades y hasta los mayores crímenes, con tal de vivir opulentamente y medrar a la sombra del poder. Llegados a este extremo, cabría preguntarse sobre cuales son los auténticos pobres mentales, si los que pierden su libertad, sus principios y su dignidad como personas, para plegarse a la voluntad de un dictador, o por el contrario, aquellos que no están dispuestos a participar de un régimen injusto, corrupto y asesino, sabiendo que esa decisión les llevará a la miseria y a la marginación social. La respuesta es clara: los auténticos pobres mentales son todos los aduladores del dictador, su familia y el mismo.
Si un pueblo es pobre -en el amplio sentido del término- es porque sus dirigentes quieren que lo sea. Y esa ha sido la baza a la que siempre ha querido jugar Obaing: intentar condenar a la mayoría de nuestro pueblo a la marginación y a la exclusión social, que es lo mismo que condenarlo a la mas absoluta pobreza. Marginación en lo social, por la creación de un grupo dominante y exclusivo, en lo político; al no existir pluralidad de partidos, en lo económico; estableciendo un auténtico apartheid contra la mayoría del pueblo, en lo cultural y lo educativo; por limitar el acceso a la cultura y al saber de una mayoría de guineanos, bien por carecer de medios económicos o por haber creado una exclusiva elite educativa y cultural. Esta ha sido la forma de desarmar moral y anímicamente a nuestro pueblo, para que así jamás pueda reaccionar frente al régimen corrupto y asesino que ha establecido en Guinea Ecuatorial.
Los grandes estadistas siempre han considerado que la mayor riqueza con la que cuentan es siempre al capital humano. Las personas, y en este caso el conjunto de individuos que forman un país, son siempre la mayor fuerza creadora de ese nación y por ese motivo, deben ser el centro de atención de sus gobiernos. Saben muy bien que, para que el conjunto de los ciudadanos se incorporen a la vida política y se apliquen activamente a la mejora de la sociedad en la que viven, han de disponer de una serie de instrumentos educativos, culturales y de estímulos económicos, que les permitan ser protagonistas de los cambios y tomar las riendas del desarrollo de su país. Está claro, que no es esta la forma de proceder de Obiang para con su pueblo. El prefiere a los extranjeros antes que a nosotros los guineanos. Solo cuida de enriquecer a su familia y a una pequeña parte de guineanos que forman su exclusivo clan. Los demás, son súbditos a los que domina, deshereda, excluye, controla y desprecia.
Por este motivo creo que la entrevista a Obiang de Stephen Sackur, periodista de la BBC, ha supuesto el mayor desgaste que ha podido sufrir la dictadura. Todo el mundo ha podido ver al dictador en su salsa, al mentiroso y manipulador, al torpe mandatario que no sabe ni esconder sus miserias. ¿Quién se va a creer que su familia no se aprovecha del poder, cuando todos sus hijos -mas de 30 dicen que tiene-, sus allegados y hasta sus cinco esposas tienen puestos en la administración del estado?. ¿Quién se va a creer que el no controla el petróleo?. ¿Quién, que Teodorín , antes de acceder al ministerio -con poco más de 34 años- era un empresario de éxito, cuando en su vida no ha pegado un palo al agua?.. ¿Sus empresas en Malasia?. Sí, de la mano de la maderera malaya, Rimbunan Hijau, la mayor depredadora de bosques del mundo. ¿Qué nos ha querido contar este iluso?, ¿que los guineanos nos gusta vivir en chozas, sin agua y sin alumbrado porque queremos seguir nuestras tradiciones?. ¿O tal vez porque somos tan pobres mentales, que no apreciemos las comodidades de una buena casa?. Pobre mental tú, tu familia, tus mamporreros del PDGE y todos los arrastrados que se arriman a tí.
