Por Estudiante guineano en España
Luchar contra una dictadura consolidada como la de Obiang, es una tarea que puede llevar toda una vida. Sobre todo si nos enfrentamos a dictadores que, bien por las circunstancias geopolíticas de la zona o debido a sus condiciones personales (capacidad de liderazgo y sintonía con el pueblo), se han podido perpetuar casi toda una vida. Además, tenemos el ejemplo de los Castro -en el poder des hace 54 años- o lo que han sido los regímenes comunistas -igualmente totalitarios-, que han sabido explotar durante muchísimo tiempo una ideología política que estaba de moda.
La dictadura de Obiang Nguema ha sido un ejemplo de ello, no ya por sus especiales cualidades personales -más zote que Obiang, es imposible ser- sino, más bien por los intereses que manejaban en Guinea Ecuatorial países, empresas y personas, en los que la propia pervivencia del régimen suponía para ellos la mejor garantía para seguir sacando importantes beneficios económicos.
Poco podía hacer la oposición con un Obiang en pleno estrellato, siendo el punto de atención de todo tipo de oportunistas, manejando a su antojo cantidades inmensas de dinero, destinadas en una buena parte, a sobornar voluntades y lavar su imagen, presentándose el mismo como el mejor estadista de la zona y a Guinea Ecuatorial, como uno de los países más prósperos de Africa. Con el inmenso chorro de dinero que le ha estado dejando diariamente la explotación del petróleo, no le ha costado trabajo atraerse a parte de la oposición -desheredada y hambienta- y así presentarse también como el presidente demócrata, que tolera a los partidos políticos y hasta convoca regularmente elelecciones.
Hoy se ha escenificado en Malabo un capítulo más de esa indignidad política que han protagonizado un grupo de partidos -un total de 13 mas uno) al aceptar una reunión con un dictador asesino, necesitado de oxígeno político para hacer frente a todo un rosario -que se le viene encima- de procesos judiciales, fuertes presiones y hasta peticiones de dimisión, por parte de los principales países con intereses en Guinea Ecuatorial.
Gracias a Dios existen líderes políticos guineanos dignos de ese nombre, por suerte todos no han sido sobornados por Obiang. Lógicamente se han tenido que ir al exilio -es imposible coexistir con una asesino- porque este solo te da dos opciones: o la sumisión a sus "dictados" o la eliminación física (la muerte). Ya conocemos el calvario que ha tenido que padecer el Partido del Progreso y su líder Don Severo Moto, por no querer plegarse a esos "dictados", y sí enfrentarse a un dictador, redomado mentiroso, asesino y ladrón y a toda su podredumbre de régimen que ha venido encarnando.
Al echar la vista atrás y recordar todo el padecimiento del pueblo guineano, la miseria, la represión, la cárcel y la muerte de miles de compañeros nuestros a manos de Obiang Nguema, se nos revuelven las entrañas al ver que todavía quedan "opositores" dispuestos a dialogar amablemente -como siempre lo han venido haciendo- con un monstruo, que hará todo lo posible para permanecer el mayor tiempo posible en el poder, chupándole la sangre -como una asquerosa garrapata- al digo y honrado pueblo de Guinea Ecuatorial.
