Por estudiante guineano en España
El pasado jueves y a través del Canal Internacional de la TVGE, Teodoro Nguema Obiang Mangué, el pretendido sucesor y aprendiz de dictador, alias Teodorín, ha enviado un mensaje al más firme opositor de su padre, Don Severo Moto, invitándole a regresar a Guinea Ecuatorial. Comentaba el "niño", durante un acto de su ya cansina campaña de chapas en Rebola, que nuestro Líder no tendría ningún problema en regresar a Guinea, incluso se le podría regalar uno de los palacios de Sipopo. He de confesar que me hubiese gustado haber estado al lado de Don Severo Moto cuando le dieron esta noticia, aunque conociéndole me imagino que habría espetado alguna frase -fuerte- de desprecio, como: ¡"métete el palacio por..... donde te quepa¡, ¡niño"¡.
El pasado jueves y a través del Canal Internacional de la TVGE, Teodoro Nguema Obiang Mangué, el pretendido sucesor y aprendiz de dictador, alias Teodorín, ha enviado un mensaje al más firme opositor de su padre, Don Severo Moto, invitándole a regresar a Guinea Ecuatorial. Comentaba el "niño", durante un acto de su ya cansina campaña de chapas en Rebola, que nuestro Líder no tendría ningún problema en regresar a Guinea, incluso se le podría regalar uno de los palacios de Sipopo. He de confesar que me hubiese gustado haber estado al lado de Don Severo Moto cuando le dieron esta noticia, aunque conociéndole me imagino que habría espetado alguna frase -fuerte- de desprecio, como: ¡"métete el palacio por..... donde te quepa¡, ¡niño"¡.
Por los avatares de la vida, me ha tocado estar presente en varios de los intentos de soborno a nuestro Presidente; el primero fue en Malabo en 1994, en el asalto a la sede del Partido del Progreso y posterior detención de Don Severo Moto. Posteriormente, cuando fue conducido a la Comisaría Central, le acompañamos tres jóvenes; dos se quedaron en la escalera y yo le seguí hasta el interrogatorio, que se inició sobre las 10 h de la mañana y se prolongó hasta pasadas las 12 de la noche. En aquel "secuestro" estaban presentes; Armengol (el hermanísimo), Manuel Nguema Mba y el capitán (ahora general) Eduardo Minang. Durante este largo y fatídico día, se pasaron todo el tiempo yendo y viniendo de la Comisaría al Palacio de Obiang, para informarle de las declaraciones y para comunicarle a nuestro Jefe las ofertas del dictador. Resumiendo lo que ocurrió en aquel día de "perros" en la comisaría, sin comer y sin beber, fue: la negativa de Don Severo a aceptar los diferentes cargos que le ofrecían -hasta el de Primer Ministro- y una suma importante de dinero, a cambio de abandonar su proyecto político. Nuestro Presidente siempre les contestaba lo mismo: "decirle a Obaing que yo solo quiero servir a mi pueblo como se merece".
En diversas ocasiones hemos visto como desde la propia España, se nos ha intentado persuadir para que aflojemos la presión sobre la dictadura y que, por el contrario, vayamos consiguiendo poco a poco diferentes parcelas de poder en una especie de coexistencia mansa con el régimen -a modo del CPDS- hasta que el mismo vaya evolucionando hacia una democracia mas o menos aceptable para occidente. Ante estas propuestas siempre hemos respondido con el más rotundo rechazo. Nuestra apuesta, la del Partido del Progreso y la de su Presidente, ha sido siempre por un cambio absoluto: la desaparición de todo vestigio de la dictadura y la instauración de una democracia auténtica, igual que la que conocemos en occidente.
El otro intento de soborno a Don Severo en el que yo estuve presente, es bastante reciente: durante la Asamblea Extraordinaria que convocara nuestro Presidente el día 14 de Enero de este mismo año. Esta vez fue Donato Ndong, un antiguo militante del PP, seducido por Obiang o por sus apoyos socialistas en España, se presentó en el Congreso para ofrecer a Don Severo un sueldo vitalicio y la presidencia honorífica del PP, a cambio de hacerse el con el Partido y llevarlo a Guinea, tal vez para entregárselo al mismísimo Obiang. El resultado todos lo conocemos: el radical rechazo de Don Severo y su victoria, por aclamación, en aquella asamblea, de-mo-crá-ti-ca.
Después de haber quemado toda una vida en la lucha contra esta dictadura asesina, en un largo camino sembrado de sufrimientos y de muertes, en el Partido del Progreso despreciamos este obsceno ofrecimiento, procedente del hijo paranoico y mal criado, de un padre repugnante. Este régimen podrido, compuesto por delincuentes, creen que con su dinero lo pueden comprar todo, hasta la apropia oposición. A ellos no les importa el sufrimiento de nuestro pueblo, no conocen la dignidad, ni lo que significa libertad y democracia para un pueblo, solo quieren que los guineanos sigan siendo sus esclavos y ellos vivir en la opulencia y el capricho, malgastando el dinero de todos, -también el de las futuras generaciones- sin dar explicaciones a nadie.
Aquellos que trabajamos en el proyecto del Partido del Progreso y del Gobierno en el Exilio, junto a su Presidente a su Vicepresidente y a los demás directivos, hemos aprendido que en esta lucha contra la tiranía instalada en nuestro país, no valen las medias tintas, la apuesta es siempre radical y clara a favor de la libertad y de la democratización de Guinea Ecuatorial; no existen caminos intermedios. Todos sabemos que esta ha sido la postura que ha mantenido Don Severo Moto a lo largo de toda su trayectoria: empeñar su vida con la de nuestro pueblo y asumir el mismo destino que este. La misma actitud queremos mantener el resto de militantes del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, hasta ver definitivamente liberado nuestro pueblo de la tiranía protagonizada por Obiang Nguema y su clan.
