El
exilio es una escuela, un duro campo de entrenamiento y sobre todo si
el lugar de “acogida” es diametralmente opuesto al lugar de
“origen”. Muchos exiliado llegaron a España, a Francia o a
Estados Unido huyendo del terror que ejercían sobre ellos las bandas
de matones, pistoleros, mercenarios o simples sicarios del tirano
Obiang o de alguno del clan dominante.
En el
exilio, sobre todo en España, se han vivido momentos de amor y no
tanto entre las formaciones políticas exiliadas y entre estas y los
partidos políticos españoles. Hay españoles que se sumaron a la
lucha y que nunca dejaron de apoyar la causa de la democracia y hasta
sufrieron, junto a nosotros, los guineanos, las represalias de una
administración más preocupada en sus asuntos particulares que en
evidenciar el maltrato que sufre nuestro pueblo.
Muchos
de estos políticos que nos han estado poniendo palos en las ruedas,
ralentizando la democracia y el progreso de nuestro país ahora se
nos acercan con cariño y comprensión como si el largo viaje a la
normalidad fuera una cosa del ayer y tuviéramos que olvidar las
afrentas sufridas a lo largo de tantos años de ostracismo,
persecución y represalias.
En
Guinea Ecuatorial, por otro lado, los que apoyaban, y apoyan, al clan
corrupto y violento de Obiang, empiezan a establecer contactos con la
oposición en un desesperado intento de restaurar unas relaciones que
ellos maltrataron con absoluto desprecio.
Esta
foto del actor afroamericano Will Smith, nos la ha mandado un
exiliado para que la subamos como recordatorio y ahí está … y el
que tenga ojos para ver que lea y el que tenga oídos para escuchar
que atienda el mensaje. Gracias por vuestra colaboración y ahí
queda.