El artista justifica su actuación en Guinea Ecuatorial con argumentos culturales.
El País, José María Irujo Madrid 13 OCT 2012 - 00:
El artista defiende su visita con argumentos históricos y culturales. “Desde que bajé del avión sentí un gran cariño. Lo español es muy apreciado. Sentí que la gente cantaba mis canciones, que hablaba nuestro idioma. Son generosísimos con los españoles. Nosotros dejamos allí un país pobre y miserable, nunca nos mezclamos demasiado con ellos. Tenemos una deuda muy grande con el pueblo guineano”.
–¿Y la pobreza y corrupción rampante del Gobierno que denuncian todas las ONG internacionales y que investiga la justicia estadounidense, francesa y española?
–He visto la miseria profunda en toda África. La conozco bien, pero si usted me hubiera acompañado, habría visto que el país ha mejorado, que se ha desarrollado. Hay una gran inversión de España, EE UU y China.
–El Gobierno de Obiang no autoriza la entrada de la prensa crítica en su país.
–No lo sabía. No sabía que la prensa española está vetada allí. Yo no he ido como investigador, he ido como cantante, y lo he pasado de maravilla. He sentido un españolismo especial. No fuimos muy cariñosos con ellos cuando nos fuimos de allí.
–Pero sabe lo que pasa allí.
–Soy un poco periodista, me encanta hablar con toda la gente, preguntar cómo viven y lo que hacen. Mi visita está basada en la cultura, en la lengua, en mi interés por enterarme de nuestra época colonial en ese país, en las conversaciones con gente pobre y sencilla. Las tres personas que me servían en el hotel me dijeron que ganaban 350 euros al mes y que tenían seguro médico.
Pese a los recursos naturales de Guinea Ecuatorial, distintos organismos internacionales aseguran que un 70% de los guineanos (el país tiene unos 700.000 habitantes) vive en la pobreza. La mayoría de la población carece de agua y electricidad. La esperanza de vida roza los 50 años. El Gobierno niega estas estadísticas.
La gira de Julio Iglesias aparece detallada en su página web, pero la parada en Malabo no figura. Ha sido Teodorín el que anunció el evento en su cuenta de Facebook con una fotografía de uno de los carteles con los que se empapelaron varias ciudades guineanas y en el que aparece una imagen del cantante bajo el título I World Tour Julio Iglesias en Malabo. El portal online oficial del Gobierno ha aprovechado la visita del cantante para difundir la visión positiva del artista sobre el país.
“Aclare qué pasos han dado o van a dar para asegurarse que el concierto y sus emolumentos no han sido financiados por fondos obtenidos ilícitamente en parte o su totalidad”, reclamaron las ONG al cantante en la carta en la que le pedían que no actuara. “No me han pagado por detrás ni de forma rara”, asegura ahora el cantante.
Teodorín, el ex ministro de Agricultura y Bosques que cobraba el 10% a los empresarios que exportaban madera de Guinea, es un cantante frustrado. Durante sus primeros años en París intentó sin éxito grabar un disco. Su nombre artístico era Teddy Bear. Entonces vivía en el hotel Crillon, donde alquiló una planta. Ahora la justicia francesa le ha embargado un edificio de 5.000 metros y 101 habitaciones en el número 42 de la avenida Foch, junto al Arco del Triunfo, y ha ordenado su detención. Desde entonces se ha refugiado en sus mansiones palacios de Bata y Malabo ante el temor de ser detenido.
El cerco judicial a Teodorín se estrecha en distintas partes del mundo. Dentro de varias semanas, una comisión rogatoria internacional visitará Madrid para interrogar en la sede de la Fiscalía Anticorrupción a Germán Pedro Tomo, de 52 años, residente en España desde 2004 y exdiputado del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), el partido del dictador Obiang. Tomo asegura que pagó comisiones ilegales a Teodorín “hasta que no pude más”. “Todos pagábamos. Si no pagabas, no exportabas”.