domingo, 26 de agosto de 2012

CARTA DE ARMENGOL A SU ABUELA DÑA. FELISA ONDO


                                    Armengol Engonga García                    

Querida abuela:

Nuca pensé, que tendría que utilizar un lápiz y un papel, para poder dirigirte mis primeras palabras. Desde muy pequeño, mantuve la esperanza de poder conocerte en algún momento de mi vida, de tener la oportunidad de abrazarte, de besarte, de escucharte, de reír a tu lado, de conocerte en persona.

Aún recuerdo siendo niño, coger  una foto en blanco y negro con tu imagen, cerrar  los ojos… y verte a ti, abuela, rodeada de todos tus hijos, de tus nietos, de mis padres, de mis hermanos, de tu familia. Todos juntos riendo, llorando, hablando, jugando…Como cualquier familia normal.

Y como hasta dentro de unos cuantos años (Dios mediante) vamos a tener que aplazar nuestro encuentro. Me gustaría hablarte de una parte de tu numerosa familia, que a buen seguro te echará de menos:

De mis dos hermanos, tus nietos María y Andrés. Ellos, de la misma manera y con la misma intensidad, que lo he hecho yo. Han rezado por tu bienestar y para que Dios te diera fuerzas, ánimo y esperanza, para seguir adelante en estos años. Ellos, siempre tendrán una parte de ti en sus corazones.
Mi madre, Lola, tu nuera. Mujer incasable y de infinito corazón y paciencia, que ha querido, comprendido y cuidado a tu hijo Armengol, como no pudieras imaginar. A ella también le hubiera gustado conocerte.
Y a mi padre, Armengol, tu hijo. Luchador indomable, que ha sabido transmitir a sus hijos, los mismos valores, que a buen seguro, tú le trasmitiste a él en un pasado y que han hecho de tu hijo, una persona muy querida y amada en España e idolatrada en Guinea Ecuatorial. 
Siento en el alma, que la esperanza, que albergaba tu corazón de poder reunirte de nuevo con tu hijo Armengol. Que en muchas ocasiones te ha servido de estimulo, para seguir viviendo. No se hiciera realidad en este mundo terrenal.
Pero puedes descansar en paz  y sentirte orgullosa abuela, porque tienes un hijo, que a pesar de los muchos años, que os han separado. Nunca se ha olvidado de ti, de nuestra familia, ni del pueblo guineano, por el que sigue luchando y dando su vida desde la distancia.
Dios no ha querido, que te conociera en la negra tierra africana de nuestro corazón. Tendrá, que ser unos años más adelante, en un lugar sagrado, divino, alejado de la pobreza, miseria y tristeza, que has tenido que sufrir. Será en un entorno diferente, pero cargado de la misma emotividad, que llevo imaginando desde que era niño, cerraba los ojos y te veía a nuestro lado sonriendo.
Pero hasta que ese día llegue. Te voy a ofrecer algo y te voy a pedir un favor:
Por un lado, te ofrezco dar lo mejor de mí, cada día de mi vida, para que te sientas orgullosa de tu nieto. Y seguir apoyando a tu hijo Armengol, para que no desfallezca en el camino y lleve la libertad, que tú deseabas al humilde pueblo guineano.
Y por otro lado, solamente te voy a pedir una cosa. Que sigas bendiciendo nuestros corazones con la misma fuerza y entusiasmo, que te hizo permanecer tanto tiempo con vida.
Con lagrimas en los ojos, te digo…¡¡Hasta siempre abuela!!
Nunca te olvidaremos. Siempre permanecerás en nuestros corazones.

Armengol Engonga García
Nieto de Dña. Felisa Ondo