jueves, 14 de junio de 2012

BEN ALI, "UNA HERMANITA DE LA CARIDAD", COMPARADO CON OBIANG


                                                                                                 
ROSA MENESES EL MUNDO, 14-06-12
El dictador derrocado y huido de Túnez suma otra condena de 20 años de cárcel a los 66 que ya acumulaba por varios delitos
El primer líder árabe derrocado por las revueltas sociales recibió ayer una nueva condena de cárcel que no cumplirá, pues se encuentra exiliado en Arabia Saudí. Zine el Abidin Ben Ali fue sentenciado por contumacia a 20 años de prisión por un tribunal militar de Túnez. Sus cargos: «Incitación al desorden, muertes y pillajes en territorio tunecino», según informó la agencia estatal Tap.
La sentencia se refiere a la muerte de cuatro jóvenes en la localidad de Wardanin. Todos murieron por disparos de bala durante la ola de violencia que sacudió esta ciudad del Sahel tunecino a mediados de enero de 2011. Ben Ali huyó de Túnez el 14 de enero, después de cuatro semanas de revuelta social. Las manifestaciones masivas y las huelgas se desataron tras la inmolación, el 17 de diciembre de 2010, de Mohamed Buazizi -un vendedor de fruta de Sidi Bouzid-, para protestar por la arbitrariedad de las autoridades.

En el caso de Wardanin, los cuatro manifestantes resultaron muertos cuando intentaban oponerse a la huida del país de Kais Ben Ali, sobrino del presidente, que intentaba seguir sus pasos en la madrugada del 15 al 16 de enero de 2011. Kais Ben Ali fue finalmente detenido el 14 de marzo pasado en la ciudad de Susa. Además de a Ben Ali, el tribunal condenó a varios miembros de las fuerzas de seguridad a penas entre los cinco y los 10 años de cárcel. Algunos de ellos están también huidos. Las familias de las víctimas recibirán indemnizaciones que oscilan los 75.000 y los 100.000 euros.
Esta nueva condena a Ben Ali en rebeldía se produce cuando otro tribunal militar, en Kef (oeste de Túnez) debe pronunciarse sobre la muerte de manifestantes en Thala y Kaserine a manos de las fuerzas de seguridad. Aquí se pide la pena de muerte para Ben Ali, por complicidad en homicidio voluntario. En esta región del centro de Túnez murieron unos 22 jóvenes manifestantes en enero de 2011.
Como condenado ausente, Ben Ali ya acumula unas cuantas sentencias. Atesora 66 años de prisión por desvío de fondos, tráfico de drogas y abuso de bienes públicos. Junto a su esposa, Leila Trabelsi, pesa sobre el ex presidente tunecino una orden de arresto internacional. Pero Arabia Saudí nunca ha respondido a las demandas de extradición de las nuevas autoridades tunecinas.
Túnez intenta saldar las cuentas pendientes del dictador tunecino mientras el país se ve sacudido por una nueva oleada de violencia desde el lunes. Un joven murió ayer en Susa por herida de bala. El Gobierno se vio obligado a decretar ayer el toque de queda en el Gran Túnez, que agrupa a la capital y cinco regiones circundantes (entre ellas Ariana, Manuba y Ben Arus), además de en las provincias de Susa, Monastir, Jenduba y Ben Guerdane (Medenin).
La causa es la nueva explosión de violencia provocada por los radicales islámicos, que en los últimos días han atacado varias propiedades. Todo comenzó la noche del domingo, cuando jóvenes salafistas asaltaron al grito de ¡Alá Akbar! (Dios es grande) un centro cultural del barrio residencial tunecino de La Marsa. En su interior una exposición exhibía obras en las que aparecía un barbudo con colmillos de vampiro o donde la frase Alabado sea Dios estaba escrita con hormigas, informa Efe. Hay, al menos, 160 detenidos.
Desde hace meses, los salafistas están poniendo en jaque con su violencia algunos de los pilares del laicismo tunecino. En algunas localidades han logrado imponer su ley cerrando burdeles y prohibiendo el alcohol. El 10 de junio, Ayman el Zawahiri, líder de Al Qaeda, llamó a los tunecinos reclamar la sharia. Pero el Gobierno islamista moderado de En Nahda no considera que tenga un problema y habla sólo de «provocaciones». Su líder, Rachid Ghanuchi, declaró: «Al Qaeda no tiene ninguna influencia en Túnez. Zawahiri es una catás