Ciudadano guineoecuatoriano
En la dictadura de Obiang, como en las otras dictaduras ya caídas, la historia se repite. Y es que cuando estos dictadores ven que su pueblo ya no se traga sus mentiras y hasta sus más fervientes defensores les empiezan a dar la espalda, en vez de enmendar sus errores, atendiendo las exigencias de su pueblo, justamente hacen lo contrario: su régimen se va enrocando en si mismo, sus posturas se ven radicalizadas, refuerzando su estructura represiva y de control sobre la población.
Es precisamente lo que apreciamos en esta precipitida crisis de gobierno, un reforzamiento de la dictadura contando con los mismos hombres (ya no se fía de nadie) y además nos "cuela" a su más preciada "joya", su hijo Teodorín, nada más y nada menos, que como Vicepresidente Segundo, Encargado de Defensa y Seguridad del Estado, para tomar el control del aparato represivo de la dictadura y postularse, en su momento, como continuador del régimen. Aquí reside todo este movimiento malabarista de Obiang, cambiando las mismas fichas de sitio (con la excusa de atender la reforma constitucional) para introducirnos la "negra" en el lugar que a nadie le gustaría verle.
Esta situación nos recuerda demasiado a los últimos tiempos de Gadafi, como a medida que se iban poniendo las cosas mal para su régimen, creó un círculo de hierro formado por sus mas leales seguidores y sus ocho hijos biológicos,.... Khamis, Saif Al Arab y Saif el Islám. Y es que estas dictaduras no tienen vuelta a tras, están condenadas a seguir adelante, porque cuentan con miles de víctimas a sus espaldas y porque la elite en la que se apoyan exige que les siga manteniendo.
Muy mal le tienen que estar yendo las cosas a Obiang para haber dado este paso tan arriesgado, sabiendo que las grandes potencias ya han dado su veredicto a cerca de su pretendido sucesor, presentando una orden internacional de busca y captura contra Teodorín.
Se acercan tiempos cruciales para Guinea Ecuatorial, esperemos que todos estemos a la altura de las circunstancias, al lado siempre de nuestro pueblo, sabiendo que estamos escribiendo la historia de la democracia en nuestro país.
