domingo, 8 de abril de 2012

FRANCIA EXIGE UNAS ELECCIONES INMEDIATAS, EN MALI.


                                                       

Por Severo M-Moto Nsa, Presidente del Partido del Progreso y Gobierno en el exilio de Guinea Ecuatorial

Leo con una profunda sensación de alivio, la noticia que emerge de la intervención de la Comunidad Económica de Estados del Africa Occidental (CEDEAO) en el grave conflicto en el que se debate la República de Malí, tras sufrir, recientemente, un golpe de estado.
Francia anima  a que se acuda, de inmediato a la solución más digna, elegante y seria que se merece el conflicto; la celebración de unas elecciones inmediatas. El mensaje de Francia va dirigido  tanto a los contendientes africanos  malienses, como a los países vecinos intervinientes en la diatriba sobre la deriva separatista e independentista de la parte Norte de Malí, a propósito del golpe de estado militar.


EL GOLPE DE ESTADO MILITAR,  UNA LACRA PARA AFRICA

El golpe de estado, en el Continente africano, aun siendo una práctica utilizada, desde siempre, a lo largo de todo el mundo, con horizontes y finalidades, más o menos  salvíficos de los pueblos oprimidos por las dictaduras, se ha convertido en una lacra, en una costumbre, en una normalidad, desde que África se convirtió en el pozo infecto de las dictaduras, cuando el resto del mundo, especialmente occidental, ya ha comenzado a sentir vergüenza del término “golpe de estado” (Bien que utilizando sistemas y formas más “sofisticados” –no por ello menos violentas y sangrientas- de echar del poder al dictador, al  tirano, al déspota, a una oligarquía; o incluso para practicar la “alternancia de poder” fuera de las urnas…)
De todos modos, África, a donde, con sus independencias, han ido a parar todos los desvío de los que el occidente ha procurado o se esfuerza en deshacerse, se ha convertido en un depósito o basurero de tales desvíos. Será porque las independencias  irrumpieron en la década de los años ’60, como si se trata de un sarampión en el cuerpo del Continente; de manera, casi, repentina y a veces -triste aberración- como una moda. Ahí están los efectos. La copia, la imitación y el contagio más profundamente transmitido ha sido el modelo colonial, reencarnado en la práctica de la  independencia… El “Presidente” africano de hoy, no acaba de desligarse de los modos de “aquel” Guardia colonial negro o aquel “Comandante” colono, del puesto; cuyos únicos modos de hacerse obedecer, era el látigo, la bofetada, la porra, la cárcel, la tortura y el asesinato… Nunca, la educación; nunca, el trato elegante; nunca, el respeto al ser humano negro. 

LOS “HOMBRES FUERTES”,  O LA MISMA CARA COLONIAL

África se está  adentrando en el 50º aniversario de sus independencias. Todo el gran éxito de sus antiguas potencias coloniales, ha sido sembrar e infestar el Continente de “Hombres Fuertes”. O lo que es igual, dictadores militares o militaroides (como en Guinea Ecuatorial, mi país) incultos, violentos, matones, saqueadores, ladrones, asesinos, traficantes de droga, de armas y de vísceras humanas; quienes, látigo en mano, se encargan única y exclusivamente de   mantener, custodiar y defender el “statu quo” colonial, reduciendo a la miseria e impotencia a la ciudadanía.
El término “Hombre Fuerte” (acuñado en la era post colonial, y, hoy enérgicamente rechazado y conjurado por el Presidente afroamericano,   Barack Obama) tiene su origen inicial en el militarzuelo que irrumpe en el poder –no le importa si constitucional o inconstitucionalmente establecido- y proyecta su  vitalicialidad en dicho poder, a golpes de matanzas y de todas las acciones delictivas antes mencionadas.

AFRICA NO ES PARA LOS AFRICANOS; SI, PARA EL MUNDO…

La gran  aberración en la que vienen  incurriendo, tanto algunos de las generaciones que han cumplido  los 50 años de independencias de África, como las nuevas generaciones, no es, ni más ni menos que el vacuo empeño por reconducir a África. Retrotraerla a los años ’60; vaciarla del contenido de esa componente europea que, para bien o para mal, ha marcado su impronta durante  centenares de años de colonización. Es una aberración hacer del retraso de África, una seña de identidad en el mundo. Alguien ha gritado: ¿Quién no ha venido de África?  

Más aún si tenemos en cuenta el contrapeso que ejercen los beneficiarios e impulsores del progreso y el desarrollo a todos los niveles... Es más; es una cómoda forma de perder el tiempo en débiles teorías y cobardes filosofías llamadas “africanas”. El gran reto que afrontamos los africanos  es la gran carrera (a la vez, maratoniana; a la vez de fondo, de relevos y de todas las modalidades) que los tiempos nos imponen.
Claro que de la herencia colonial, estamos obligados  a ser capaces de deshacernos -a pesar de lo duro y difícil- de subvalores, contravalores o valores basura que la colonización ha podido imponer, o sigue imponiendo en nuestro camino. Uno de esos valores basura es la dictadura. El valor basura de los “Hombres Fuertes” o dictadores militares africanos, auténtico freno letal a nuestro desarrollo como seres humanos libres.
El “penúltimo” golpe de estado que acaba de producirse en el Continente africano, concretamente en  Mali, ha sido una más de las desesperadas soluciones a las que los pueblos africanos están abocados a la hora de gritar: ¡¡LIBERTAD!! 

Y FRANCIA LLEGÓ A TIEMPO…

Como  ha sucedido siempre, ni la independencia “per se”, ni el golpe de estado “per se” son garantía alguna de LIBERTAD, DERECHOS HUNMANOS, DESARROLLO Y FUTURO. Ni en África, ni en ninguna parte. Nada que no sea el paso por las urnas, y someterse a la voluntad popular expresada libremente en las elecciones, puede mirarse como solución a África.
Por eso, que Francia, potencia mundial occidental, con un Gobierno asentado en una democracia, conectada con las fuentes de la Democracia de Centro, acierta de lleno, interviniendo en el conflicto de Malí y poniendo como solución unas elecciones libres en el tiempo más inmediato posible. Hay gestos que dignifican y hacen respetables a las potencias colonizadoras, más allá y por encima de la cómoda imposición de un “Hombre Fuerte” en sus antiguas colonias.

MEJOR, LA “DIPLOMACIA PREVENTIVA”

En cualquier caso, la olvidada y rápidamente desaparecida DIPLPOMACIA PREVENTIVA, creada en los años ’80, y llamada a dar solución a casos de evidente e inminente  conflicto en los países inestables y fracasados (Guinea Ecuatorial, mi país, por ejemplo) siempre sería más de aplaudir que dejar que llegue el conflicto y sus siempre terribles y nefastas consecuencias para la humilde y humillada población indefensa.