Por Coltan
Para cualquier espectador que contemple las relaciones entre España y Guinea Ecuatorial, de una forma superficial, sin prejuicios y carente de información, puede concluir que obedecen a la natural expresión de dos países normales y democráticos. Pero para una gran mayoría de personas, con cierta información sobre Guinea Ecuatorial y sobre su anacrónico y asesino régimen dictatorial impuesto por Obiang Nguema, esas "cordiales relaciones" suponen una auténtica anomalía, una forma errada de practicar la política internacional, pisoteando los derechos, la libertad y la dignidad del pueblo guineano.
Hay algo en el fondo de todo esto que no llegamos a entender: no entendemos como un gobierno democrático, (el socialista) supuesto defensor (acérrimo) de la igualdad entre hombre y mujer, de los derechos de los homosexuales y defensor (menos acérrimo) de los valores de la democracia y de la libertad, ha podido elogiar, y hasta encamarse, con la peor de las dictaduras, la que ejerce Obiang Nguema sobre el pueblo guineo ecuatoriano. Y no sólo eso, sino que, han presentando a un auténtico tirano, ladrón y asesino (mil veces demostrado), como a un amigo de España, utilizando frases ya manidas, como: "la democracia se va abriendo paso en Guinea Ecuatorial”, o que "Es mucho más lo que nos une que lo que nos separa". Efectivamente se han estado estrechando relaciones, con políticos (los guineanos) corruptos de comportamientos que a veces rayan la delincuencia. Y ha quedado ya demostrado que las relacionarse con esta clase de dirigentes, no han traído nada bueno para ambos pueblos.
Hemos conocido, además, a abogados españoles, asesores de Obiang, que recibían retribuciones de hasta un millón de euros, con sólo aparecer por Guinea una vez cada quince días. Y a esos les hemos visto construirse enormes casas en las mejores urbanizaciones de Madrid. Ha quedado constatado que cualquier que se acerque este dictador puede quedar atrapado en la corrupción y que muchos político y hombres de negocios que han sabido halagar los oídos del tirano, pronunciando esta frase que a él le gusta tanto oír; "la democracia se va abriendo paso en Guinea Ecuatorial”, han recibido de este las mejores "atenciones". Por eso todos estos auténticos privilegiados, los que se han aprovechado de esta situación, han maniobrado de todas formas aquí en España para desactivar al Partido del Progreso y a su Líder D. Severo Moto. Hemos recibido amenazas directas de ellos, han montado falsas acusaciones contra nosotros, utilizando todas sus terminales mediáticas, y lo peor, han comprado voluntades entre los partidos políticos de la oposición al régimen de Obiang, para intentar desactivarlos.
Muchos de los empresarios españoles que operan en Guinea, lo hacen rayando la ilegalidad, si no la han traspasado ya. Todo ese conglomerado político-empresario-lobbys, tienen mucha fuerza, son capaces de mover voluntades y hasta de cambiar la política del propio gobierno español respecto a Guinea. Comentaba un famoso empresario afincado en Guinea, al respecto de una posible llegada de D. Severo: "que sepa que no vamos a permitir que esto cambie". Es por lo que un guineano opositor, en el exilio español, no solo lucha contra su (ya lejana tiranía) sino, que también tiene que defenderse de este cercano grupo de presión, instalado en España, que para defender sus "derechos", intenta acallar la voz de esta oposición, intentando incluso doblegar la mano de la justicia para que actúe sobre ella.
De otra parte, las inversiones en España de altos cargos y de allegados a Obiang, son bastante frecuentes, y en este ultimo año se han hecho cada vez más intensas. Han comprado manzanas enteras de viviendas, para los componentes de una familia o de un clan.También han aumentado considerablemente los depósitos bancarios de familiares de Obiang y de allegados al régimen, entre los principales bancos españoles.
El gobierno de Rajoy tiene que replantearse la estrategia de España con respecto a Guinea Ecuatorial, comprometiéndose seriamente con la defensa de los derechos humanos en este país y presionando al régimen dictatorial de Obiang Nguema para que abandone el poder y deje paso a la democracia. Aquí no caben paños calientes ni subterfugios engañosos, o falsos atajos. Solo hay un camino: un cambio de régimen que suponga la democratización plena del país. Este escenario no lo puede comandar un régimen que ha demostrado sobradamente no creer en la democracia y cuya supervivencia ha estado basada en la manipulación de todos los comicios electorales que ha convocado y en la violencia que sigue ejerciendo sobre el pueblo guineo ecuatoriano, para que este no se revele ante las injusticias y ante el permanente saqueo de los recursos del país, llevado a cabo por Obiang y su banda durante muchos años.
Severo Moto, Presidente del Partido del Progreso y del Gobierno en el Exilio, lleva mucho tiempo indicando cuál es el itinerario que debe conducir a Guinea Ecuatorial a la democracia: una amnistía a todos los presos y represariados políticos; legalización de todos los partidos políticos, que operan dentro y fuera del territorio guineano; retorno en libertad de todos los refugiados políticos que lo deseen; creación y puesta en marcha de un Gobierno de Concentración Nacional que inicie el necesario proceso de transición a la democracia y la reconciliación entre todos los guineanos y por último,la convocatoria de elecciones libres y monitorizadas, con la presencia de una fuerza de interposición de Naciones Unidad y de observadores internacionales.
