lunes, 28 de noviembre de 2011

AFRICA, EL CONTINENTE DE LA ESPERANZA

                                                                       
                                                    Amanecer en Africa


Por Coltán


La mayoría de los problemas que afligen al continente africano, proceden de comportamientos faltos  de moral. A los gobernantes, tanto los de la época colonial, como los  actuales,  salidos del mismo pueblo, no les ha interesado (en el pasado), ni les  interesa actualmente, que el pueblo africano tome las riendas de su destino y se convierta en agente directo de las decisiones políticas. Por desgracia, los nuevos gobernantes, también los  elegidos por los propios africanos, han seguido actuando con los mismos modos de dominio y sumisión sobre su pueblo, como lo hacían sus antíguos gobernantes, impuestos por las respectivas metrópolis. El ejemplo más claro de esta metamorfosis, lo constituye el antaño coronel (actual general) Teodoro Obiang Nguema, convertido en un auténtico guardia colonial de Guinea Ecuatorial, con el agravante de ejercerlo sobre su propio pueblo y contra sus congéneres.


Hay que sancionar enérgicamente a aquellos que siguen explotando al pueblo africano, con fórmulas mal disimuladas de neocapitalismo, o a los que hacen negocios sin importarles si sus interlocutores son corruptos o están hurtando a su pueblo unos bienes y recursos que les corresponde a todos por igual. En una palabra: ningún gobernante, ni empresario debe hacer negocios con gobiernos dictadores y corruptos, o con empresas y personas igualmente deshonestas. 

Durante el viaje que ha efectuado el Papa Benedicto Benedicto  XVI, estos días a tierras africanas, ha puesto de manifiesto que estos son los auténticos males que afligen al continente africano, afirmando: "La historia espera de vosotros (dirigiéndose a los gobernantes) que estéis a la altura de los auténticos hombres democráticos, aplicando en todo momento la rectitud, la honestidad y la justicia....No privéis a vuestro pueblo de la esperanza, tened siempre un enfoque ético y valiente de vuestras responsabilidades.
Todos tenemos parte de responsabilidad de lo que está pasando en Africa, y en lo que nos concierne a nosotros, lo que pasa en Guinea Ecuatorial. Existe demasiada complicidad con la dictadura de Obiang. Es más cómodo para los empresarios y políticos, caer en el chantaje de los gobernantes corruptos guineanos, olvidando que estamos lesionando los intereses de este pueblo , y lo que es peor, los comportamientos egoísta y poco valientes de estos  políticos y hombres de negocios españoles y extranjeros, están contribuyendo a que la violencia, el robo y el nepotismo se estén instalado de forma crónicos en la sociedad guineana. 

Los dirigentes del Partido del Progreso, y en especial su líder D. Severo Moto, han comprendido siempre la necesidad de promover la cooperación serena entre las diferentes etnias, culturas y religiones. Sabemos además, que la participación de los ciudadanos en lo cultural y social, ayudará a los guineanos a entenderse mejor y aprender a cooperar en los asuntos de interés común. Por ello, el buen entendimiento entre las culturas, la consideración no altiva de los unos sobre los otros y el respeto de los derechos de cada individuo, suponen un deber vital para nuestro Partido.

El Presidente del Partido del Progreso ha vivido bajo la condición permanente de honestidad, manteniéndose íntegro ante la presión de los intereses particulares y la presión de los poderosos. Quizá por eso ha sido vilipendiado  y perseguido, tanto  por la dictadura, como por aquellos personajes que la han tolerado o han cooperado con ella. A diferencia de otros, D. Severo Moto nunca ha tolerado a la dictadura, negándose en todo momento a participar en los procesos electorales, amañados, que ha decretado Obiang Nguema. El Partido del Progreso,nunca ha estado dispuesto a recoger las migajas de la dictadura, participando en sus instituciones. Nuestra oposición al régimen de Obiang, ha sido siempre de denuncia, frontal y clara, sin falsos eufemismos, llamando a las cosas por su nombre. 

En su acción, el Partido del Progreso ha promovido siempre los grandes valores humanos, los de la convivencia, la generosidad, la honestidad y la cooperación entre la gente. Todos estos valores son para el bien común, el único que debe primar y el único que debe ser la principal preocupación de todo político responsable. Entendemos que para ser los auténticos promotores del futuro del pueblo guineano, tenemos que agrandar la dignidad de las personas, valorar la grandeza de la familia y procurar el respeto a la libertad de cada una de las personas. .