sábado, 30 de abril de 2011



MI PAPA...

Era el 30 de Junio del año 1.988. El histórico encuentro con Su Santidad el Papa Juan Pablo II

 Acababa de salir de Guinea Ecuatorial; de un primer viaje en busca de la legalización, cinco años después de su fundación en el exilo, del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial.

- Por haber realizado este viaje, tan arriesgado, el Partido del Progreso ya ha sido admitido como miembro de pleno derecho de la Internacional Demócrata Cristiana. Quedas, por lo tanto, invitado a la reunión del 30 de Junio, en Roma, del Bureau Político de la Internacional.

Este fué el dulce mensaje que me transmitió, Don Andrè Louis, Vicesecretario General de la I.D.C., que nos acompañaba a Guinea Ecuatorial, el 5 de Junio de 1.988; aquel primer  gran salto cualitativo, desde el exilio a Guinea Ecuatorial, en petición pacífica de la legalización o reconocimiento del Partido del Progreso, por el régimen dictatorial de Obiang Nguema.






Ninguneados, abandonados y aislados; es más, vigilados y anulados por la dictadura y la  " seguridad"; salí de Guinea Ecuatorial, para asistir, acompañado por el Coordinador General del Partido del Progreso, Don Fernando Etuba Mayoko, a la reunión del Bureau Político de la Internacional Demócrata Cristiana.

Tras la reunión, inmerso ya el Partido el Progreso en la I.D.C., como miembro de pleno derecho, el Bureau Político fué recibido por el Presidente de la República Italiana.

Acto seguido, nos adentramos en la Ciudad del Vaticano para ser recibidos por Su Santidad el Papa, Juan Pablo II. Tras el besamanos, piadoso, y emocionado, le dije al Papa:

-Santidad, vengo a poner en sus manos, y en sus oraciones, a mi pueblo, Guinea Ecuatorial.








DE NUEVO... CON EL PAPA, DESDE CROACIA

JUAN PABLO II visitó -¡Oh, grandeza del pueblo guineano!- Guinea Ecuatorial, donde el dictador Obiang Nguema le recibió apodándole de "colega" -¡Oh, bajeza,e ignorancia de la dictadura!- Yo había, ya, retornado al exilio.


En el año 2005, estaba atrapado y escondido en un apartamento, detrás del gran Hotel Sheraton  de la capital croata, Zagreb. De pronto saltó por la televisión italiana la gran noticia de la gravedad del estado de salud de Su Santidad Juan Pablo II. Día, tras día, seguí por la TV Italiana, toda la infomación relcionada con la salud del Papa. ¡Lo sentía tan cerca en el recuerdo...!

Tirado en un sofá-cama; anegado en lágrimas, por la desesperación de mi estado de "secuestro", y el dolor por el Papa que se nos iba, seguí, minuto a minuto, las últimas horas del Papa Juan Pablo II.
Me uní, desde entonces a la pléyade de fieles cristianos católicos apostólicos y romanos (de Guinea Ecuatorial) y de todo el mundo que al Beato Juan Pablo II le llaman, piadosa y cariñosamente, MI PAPA...

¡Santo, súbito!

Esta voz, multiplicada por cientos de miles de voces que, a la noticia de la muerte de Juan Pablo II, anegó la plaza del vaticano, y salpicó el mundo entero, exigiendo su santificación, ha dado su primer resultado, con la beatificación de Juan Pablo II.

Tenemos, por tanto, a un Beato a quien recurrir y pedir milagros para que, a través de ellos, lo veamos "Pronto Santo". Su paso por Guinea Ecuatorial nos obliga a todos los guineos a pedir a Juan Pablo II, ¡Santo súbito!, su intercesión.

Severo-Matías Moto Nsa 
 (Humilde pecador)                                                                                                                            
 Presidente del Partido del Progreso y del Gobierno en el exilio de Guinea Ecuatorial