domingo, 13 de febrero de 2011

Guinea Ecuatorial: el bloguero en huelga de hambre insiste en sus reivindicaciones

Informe de mi primer día de huelga de hambre

 Antes  de nada, la noticia... luego, su diario. Estamos contigo, Juan y esperemos que no sufras un solo día más de Huelga de Hambre.


Nuestros tres puntos de la Hoja de Ruta:


Presos de conciencia en libertad, YA.


Regreso en libertad de los exiliados, YA.


Proceso de transición a la democracia, YA.





Redacción Internacional, 12 feb (EFE).- El escritor y bloguero ecuatoguineano Juan Tomás Ávila Laurel, que ayer anunció el inicio de una huelga de hambre, dijo hoy a Efe que había tomado esta decisión "para empujar por los derechos políticos" y reclamar el cambio de régimen en su país.


El escritor ecuatoguineano, de 44 años, señaló además en conversación telefónica desde Malabo, que había iniciado esta medida para "protestar por la situación" del país" que gobierna Teodoro Obiang Nguema.
Preguntado si teme que las autoridades obstaculicen la continuación de su protesta señaló que cree que "una huelga de hambre es difícil de impedir".

Con más de una docena de libros publicados, Ávila Laurel es uno de los autores ecuatoguineanos con más presencia en las universidades extranjeras, especialmente en Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido, Italia y España.

Reconocido entre los críticos literarios especializados en la literatura africana en español como uno de sus más firmes exponentes, el también bloguero (http://www.guineanos.org/) difundió una carta con motivo de la visita esta semana a la ex colonia española de una delegación parlamentaria encabezada por el presidente del Congreso español, José Bono.

En ella, Laurel Ávila interpela a Bono a quien le dice que "ya que cree tanto en la solvencia moral del presidente Obiang, quien lleva en el poder desde el año 1979, le pedimos de todo corazón que hagas las gestiones y presiones para constituir en Guinea un gobierno de transición en el que no deben formar parte ninguno de los que han ostentado cargos en estos 32 años".

"Ya no podemos seguir viviendo bajo una dictadura que nos come el alma", añade la misiva abierta en la que le pide que "consiga que Obiang, su hijo Teodorín, la primera dama Constancia, los hermanos y primos generales y coroneles que sostienen este incalificable poder consigan un asilo en un país seguro".

Para el escritor que se ha declarado en huelga de hambre dijo que "con la tercera parte del dinero guardado en el extranjero por uno solo de ellos dará para que vivan hasta el resto de sus días".

"No es justo dejar mi vida en sus manos, señor Bono, pero tengo que reconocer que lo que pase con ella tendrá usted mucho que contar", concluye la carta del escritor.

El pasado jueves, el presidente del Congreso español junto con el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores, Josep Antoni Duran Lleida (CiU); el diputado socialista Álex Sáez, y el portavoz del PP en la Comisión de Exteriores, Gustavo de Arístegui, celebraron un encuentro con el presidente del país, Teodoro Obiang Nguema.

Según un comunicado distribuido por el portavoz de la comitiva parlamentaria, en la reunión solicitaron a Obiang su apoyo para fomentar la inversión de empresas españolas.
Guinea Ecuatorial es hoy el cuarto productor de crudo del continente africano, según el último informe anual del Departamento de Estado norteamericano, que recuerda que Estados Unidos es el primer inversor directo en el país.

El informe describe como "constructivas" las relaciones bilaterales, pese a señalar las "lagunas" en el respeto de la oposición política y los derechos humanos del régimen de Obiang, denunciadas con reiteración por organizaciones internacionales como Human Right Watch o Amnistía Internacional.





http://www.periodistas-es.org/comunicacion/guinea-ecuatorial-el-bloguero-en-huelga-de-hambre-insiste-en-sus-reivindicaciones
 
 Juan Tomás Ávila Laurel, Malabo, 12 de febrero 2011   
                                        
En primer lugar, muchas gracias a todos los que me están mostrando su apoyo y se han movilizado para que la causa guineana se conozca. 

No tengo motivaciones personales para hacer lo que hago. O las tengo, pero no las conozco. No sería posible, pues, que depusiera mi actitud por una concesión personal. 

Durante este primer día he tenido muchas ganas de llorar. Siempre las he tenido cuando he hablado de Guinea de manera profunda, pero este primer día las he tenido aún más. Incluso he llorado, quizá por muchas emociones afloradas. 

Ahora que he iniciado una huelga de este tipo puedo decir que hay de ella dos partes duras. La primera es el hambre. La segunda es pensar en el futuro inmediato. Nunca un hombre ha estado tan seguro de que este futuro será duro hasta que se ha declarado en huelga. Y es que sabe que el final puede ser el final, la pérdida de la vida. 

Soy consciente de que la percepción de la realidad tiene aspectos subjetivos. Pero en la realidad guineana hay aspectos que jamás podrían pasar desapercibidos. Hay mucha situación anormal que no debería ser normal. El mal, las malas actitudes, las malas prácticas son excesivamente descaradas y alcanzan muy pronto la normalidad. En Guinea nos estamos convirtiendo en seres irracionales por la tiranía impuesta. Nunca jamás podremos hablar de racismo si aquí creemos que, porque somos negros, merecemos este tipo de vida. Además hay gente que desde el extranjero fomenta la creencia en que este régimen degradante es lo que nos merecemos. Como no son de aquí, no sienten escrúpulos de ningún tipo. Pero la culpa no es de ellos cuando los que nos sojuzgan son nuestros hermanos. Si queremos sacudirnos las cadenas, entonces tenemos que tener la ayuda de quienes no se benefician de nuestra desdicha. Si no ayudan, creemos que entonces sí se benefician de ella.   

No podemos seguir hablando de Guinea si no enderezamos el rumbo. Guinea Ecuatorial puede ser un país francamente mejor. Esta creencia es la que mueve nuestros propósitos. Si vemos el sol mañana, habremos ganado un día a la injusticia.                                              

Nota biográfica de Juan Tomás Ávila Laurel 
Benita Sampedro, Hofstra University, Nueva York

Juan Tomás Ávila Laurel es un joven y prolífico escritor de Guinea Ecuatorial residente en Malabo, la capital, situada en la isla de Bioko, donde ejerce como director de la revista de cultura y literatura Atanga en el Centro Cultural Español de la ciudad. Su familia procede de otra isla, Annobón –geográfica y lingüísticamente más próxima a las de Santo Tomé y Príncipe que a la propia Guinea Ecuatorial— pero él nació en la misma ciudad donde reside, cuando todavía se conocía en España como la antigua Santa Isabel de Fernando Poo, dos años antes de que finalmente se le otorgara la independencia oficial en un señalado día (señalado por sus connotaciones imperiales, el 12 de octubre) del año 1968.  

Además de prolífico escritor, Ávila Laurel se ha convertido en los últimos diez años en un exitoso y asiduo conferenciante de numerosas universidades extranjeras. Su obra, en prosa o en verso, se caracteriza infatigablemente por un compromiso crítico con la realidad social y política de su país y con las desigualdades económicas que le rodean, temas que aborda semanalmente en un blog que publica la revista digital FonteraD. Más allá de la inmediatez que permea lo cotidiano, estas preocupaciones suyas se traducen en una profunda conciencia histórica, sobre Guinea Ecuatorial en particular y sobre África en general y, quizás, por ello, se ha resistido siempre a la idea de vivir fuera de Guinea Ecuatorial, a pesar de las oportunidades que se le hayan podido presentar. Como escritor invitado ha representado sin embargo a la intelectualidad de su país en numerosos foros internacionales (Suiza, Korea, España, y en numerosas ocasiones en los Estados Unidos, donde ha sido conferenciante en más de una veintena de Universidades).  Sobre su obra se han realizado y siguen realizando numerosas tesis doctorales en universidades del Reino Unido, Italia, España y, sobre todo, en universidades de Estados Unidos y Canadá.  

En su haber cuenta con más de una docena de libros publicados y otros de inminente publicación, entre ellos las novelas: La carga (Valencia, 1999), El desmayo de Judas (Malabo, 2001), Nadie tiene buena fama en este país (Ávila, 2002), Avión de ricos, ladrón de cerdos (Barcelona, 2008), Arde el monte de noche (Madrid, 2009), y las inéditas Ahmed el Arabi, o el abrazo del desierto y Confesiones de mujer. Es autor de varias obras de tipo ensayístico y narrativo: Áwala cu sangui (Malabo, 2000), El derecho de pernada o de cómo se vive el feudalismo en el siglo XXI (Malabo, 2000), Cómo convertir este país en un paraíso, con otras reflexiones sobre Guinea Ecuatorial (Malabo, 2005), y las inéditas Africa ya dejó de mamar y Más allá de Kandahar. Es asimismo autor de varios libros de poemas entre los que destacan Poemas (Malabo, 1994), e Historia íntima de la humanidad (Malabo, 1999) y ha destacado como dramaturgo con las obras de teatro: Pretérito imperfecto (1991), Los hombres domésticos (Madrid, 1994), El fracaso de las sombras (Malabo, 2004), y finalmente Y cruzó el aire (Verbum, 2010), que se han representado varias veces recientemente en Guinea Ecuatorial. 

Benita Sampedro Vizcaya
Profesora titular
Hofstra University, New York