Mi Columna/Guinea Ecuatorial
Eugenio Pordomingo (24/9/2010)
El 24 de septiembre de 1810, hace 200 años, se celebró la primera sesión de las Cortes Extraordinarias y Constituyentes en la ciudad de San Fernando de Cádiz (España), asolada por la peste amarilla. De ahí emanaron los decretos relativos a la Soberanía Nacional. En esa memorable fecha se sentaron las bases del Estado Democrático y de Derecho. En esa memorable fecha se dio fin al antiguo Régimen.
El vacío de poder en la España ocupada que se creo tras las abdicaciones de Bayona, y a pesar de que los Borbones habían dado órdenes tajantes a las autoridades para que se sometieran y prestaran obediencia al rey José I, lo cierto es que la mayoría de los españoles se negaron a ello de forma espontánea.
El vacío de poder causado sobre todo por la ineptitud y entreguismo de una dinastía y parte de las autoridades, provocó una espontánea insurrección popular contra los franceses. Y es ahí cuando surgen las Juntas Provinciales, con el objetivo de asumir la coordinación, soberanía y representación de esa protesta.
El 24 de septiembre de 1810 se reunieron en la Iglesia Mayor Parroquial de la Isla de León (hoy San Fernando, Cádiz) las Cortes Constituyentes del Reino de España, con el propósito de redactar la que luego sería la Constitución de 1812, más conocida por La Pepa.
No voy a entrar en las extravagancias de la conmemoración de esta fecha por parte de las autoridades españolas, en un momento que como aquel, hay vacío de autoridad, pues los que gobiernan parece que lo hacen sólo para ellos, tratando de permanecer en la prebenda cuanto más tiempo mejor. Ni el discurso-arenga de ayer del Presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, ni los elogios de esa fecha por parte de un miembro de la dinastía que condujo a ella, van a distraer mi atención sobre el 24 de septiembre, pero de este año.
Hoy en Madrid ha tenido lugar la creación de otra Junta Provisional, pero en este caso con el objetivo de crear un Gobierno de Unidad Nacional en Guinea Ecuatorial, ex colonia española para los que no lo saben. Hoy, en las afueras de Madrid, ha tenido lugar la firma de un Acuerdo de Coalición entre tres líderes y las tres formaciones políticas que representan, opositoras a Obiang Nguema. Este acuerdo, esta unión, que todos creían imposible, se ha producido y tendrá sus efectos.
Daniel Oyono Ayingono, por el Movimiento para las Libertades y el Cambio (MLC); Severo Moto Nsá, Partido del Progreso (PP); y Faustino Ondó Ebang, Unión Popular (UP), han concluido co la firma de este acuerdo un pacto importante para acabar con la dictadura que asola al pueblo guineano.
Hasta ahora, y a pesar de los muchos intentos y siglas que los han arropado, la oposición a Obiang Nguema, había sido incapaz de lograr un cambio en Guinea Ecuatorial. Un dictador duro, sin piedad y sin escrúpulos, se ha dedicado desde antes de 1979 (año en el que tras un cruento golpe militar derrocó a su tío Francisco Macías), a borrar todo vestigio de oposición a su persona y al régimen que impuso
Sin petróleo, antes, y con petróleo, ahora, Obiang Nguema ha sabido buscarse los apoyos necesarios -de España y Francia, sobre todo- para perpetuarse en el poder. Mil y unas veces hemos hablado y escrito sobre ello, y lo seguiremos haciendo, de la inestimable ayuda de los sucesivos gobiernos españoles, que con más o menos apetencia, terminaban por volver la cara para no ver lo que en la ex colonia española sucedía. Pero, la peor etapa sufrida a consecuencia de ese “mirar para otro lado” se ha producido con el actual gobierno de José Luís Rodríguez aZaptero.
El compromiso que hoy han contraído los tres lideres, Daniel Oyono, Severo Moto y Faustino Ondó, va mucho más allá de “terminar con la cruel dictadura que impera en Guinea Ecuatorial” -como recoge uno de los párrafos de ese acuerdo al que he tenido acceso-, sino que quieren, y a ello se han comprometido, “encaminar nuestro país hacia una auténtica democracia”.
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