jueves, 1 de julio de 2010

La democracia, es posible en África


El economista Peter Bauer, afirmaba que sin libertad (individual y económica) no puede existir auténtico desarrollo económico.


La libertad siempre va unida a la democracia, que se consigue cuando a la gente se le permite tomar las riendas de su destino. Esto sólo ocurre cuando la población asume el compromiso de participar activamente en la mejora de su colectividad.
Según estas premisas, en África existe democracia en muy pocos lugares. Y es que muchos países de este continente, que se llaman democráticos, no lo son, aunque sus gobernantes hayan pasado por la Sorbona o por otras universidad desde prestigio. En este Continente los gobernantes creen que si saben dar una apariencia de democracia, la comunidad internacional no les molestará.

Estos comportamientos van unidos a una corrupción endémica protagonizada por el grupo en el que el gobernante se apoya para perpetuarse y dominar al resto de los ciudadanos, que como convidados de piedra, quedan excluidos y relegados a la miseria más absoluta.

África, aprovechando el impulso de Barack Obama, debe salir de las dictaduras y caminar hacia formas de gobierno más justos, en los que, el individuo se convierta en el destinatario de la acción, y el pueblo sea el actor fundamental de este cambio.

Los instrumentos más eficaces, con los que contará la población para poder decidir, serán sin duda, los partidos políticos y las asociaciones civiles de todo tipo que estructurarán la vida social y política, permitiendo al ciudadano la presencia en aquellos foros en los que se tomen las decisiones importantes.

El Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, de inspiración Demócrata Cristiano, es un movimiento único en el Continente, nacido en el seno de la comunidad, en condiciones muy duras .Ha sido perseguido durante muchos años por el dictador Obiang, muchos de sus miembros han muerto o se pudren en las más horribles cárceles del Régimen, otros han sido apaleados ,violados y el resto, excluidos de la vida pública.

El sinfín de penalidades que ha sufrido su líder, Severo Moto, en Guinea y en la propia España, son bien conocidas.

La acción de este partido está centrada en el humanismo cristiano y va dirigida al ser humano, como último destinatario, para que este, se vaya incorporando a la vida pública, en un proceso de mejora y de responsabilidad compartida, cuyo punto final es la mejora de la sociedad y su promoción educativa, social y económica.
A pesar de llevar mucho tiempo ilegalizado, el Partido del Progreso, ha llegado al corazón de los guineanos, también a aquellos carentes de preparación. Esto ha sido posible por dos aspectos fundamentales: 1º ,el Partido ha nacido en el seno de la población y para atender a esta y 2º, sus líderes han demostrado una inquebrantable actitud de lucha para liberar a su pueblo de las garras de la Tiranía. Por el contrario, los guineanos han estado contemplando, como los líderes de otros partidos han abandonado a su pueblo, y se han pasado a la filas de Obiang, a cambio de dinero y prebendas.

El pueblo, desvalido, controlado por un ejército de mafiosos no puede, por sí sólo, romper estas cadenas, es necesaria la acción de la Comunidad Internacional utilizando la presión a los gobernantes, con todos los medios a su alcance, para que abran la mano y permitan que el pueblo guineano y los demás pueblos de África puedan manifestar libremente su voluntad en una elecciones transparentes y supervisadas por observadores internacionales.


Autor: Juan Cuevas