miércoles, 7 de julio de 2010

Del Congo a Burkina Faso




José E. Mosquera*

jemosquera@une.net.co

Por las limitaciones del espacio la semana pasada no abordé otros casos sobre el surgimiento de Gobiernos autocráticos en países como el Congo, Burkina Faso, Costa de Marfil, la República Centroafricana, Nigeria y Mauritania. Países que han sido devastados por el hambre, las guerras y otra serie de conflictos tribales y religiosos y que tienen cierto tipo de relación con las luchas por el poder y el control de las explotaciones de los recursos naturales, el dominio de las tierras cultivables y de pastores, igualmente que la supremacía en el usufructo de las fuentes de aguas.

El resultado de esos conflictos ha dejado como saldo unos Estados fallidos y en ruinas con altos índices de pobreza, desplazamientos, masacres, genocidios y violaciones de los derechos humanos. En los últimos cincuenta años han ocurrido más de 127 golpes de Estado en África, una herencia histórica trágica de los regímenes totalitarios de partidos políticos únicos que emergieron después de la descolonización y que terminaron con las instauraciones de tiranías al servicio de los intereses económicos y geopolíticos de las potencias durante y después de la Guerra Fría.

En 10 de los 17 países que éste año conmemoran sus primeras cinco décadas de independencia varios de sus dictadores han sido asesinados en golpes de militares y, desde luego, tanto la antigua Unión Soviética y sus aliados del bloque Este como Estados Unidos y sus aliados en Occidente durante la Guerra Fría apoyaron el surgimiento de regímenes totalitarios en África, continente que se convirtió en ficha clave en las tensiones políticas entre los dos bloques.

El Congo, antiguo Zaire, es uno de esos países africanos que por los intereses geopolíticos de las potencias en sus riquezas y en las de otros Estados de la región de los Grandes Lagos, terminaron auspiciando dos dictaduras y el desencadenamiento de una devastadora guerra que aún sigue latente y que involucra a siete países de África Central, que mantienen un incontrolable saqueo de las riquezas mineras del Congo.

País que obtuvo su independencia de Bélgica, el 30 de julio de 1960, y fue designado como su Primer Ministro Patricio Lumumba, pero el idealismo que predicó este en la búsqueda de la democratización de las riquezas de su país y sus coqueteos con Moscú fue visto como una amenaza para los intereses de Estados Unidos, Bélgica y otras potencias de Occidente en África Central. Por eso fue que propiciaron el debilitaron su liderazgo y sólo pudo gobernar escasos tres meses. Su destitución y luego su asesinato generaron un descontento popular y una grave inestabilidad política que hicieron que en 1965, Mobutu Sese Seko con el apoyo de Estados Unidos y Bélgica, derrocara al presidente Joseph Kasavubu, y se tomará el poder e impusiera una dictadura de 1965 a 1997.

Y quién posteriormente fue derrocado por Laurent-Désiré Kabila en 1997, otro sátrapa que gobernó a sangre y fuego al Congo de 1997 a 2001. Año que fue asesinado pero por el férreo control del poder que tenía, los militares permitieron que su hijo Joseph Kabila asumiera el poder, el cual ratificó en las elecciones del 2006, pero ahora pretende modificar la Constitución para presentarse por tercera vez a la reelección, siguiendo el libreto de otros mandatarios africanos.

Otro país que ha sufrido una danza de regímenes autocráticos es Burkina Faso, antiguo Alto Volta, en África Occidental, uno de los países más pobres del mundo, en donde el ingreso per cápita de sus pobladores es de 1.500 dólares anuales y la esperanza de vida de 49 años. El 5 de agosto de 1960, logró su independencia de Francia, pero cuatro años después, en 1966, el presidente Maurice Yaméogo fue depuesto por el general Sangoulé Lamizana, quien asumió el poder hasta 1980, pero en otro golpe militar fue depuesto por el coronel Saye Zerbo, quien gobernó dos años. Zerbo corrió la misma suerte que Lamizana y en otro cuartelazo fue sustituido por el mayor Jean Baptiste Ouedraogo, quien también gobernó dos años y luego fue derrocado en 1984 por el capitán Thomas Sankara, quien luego fue depuesto y asesinado en 1987 por Blaise Compaoré, otro genocida que lleva 23 años en el poder, a través de modificaciones de la constitución se ha hecho reelegir varias veces en elecciones fraudulentas.


*periodista y escritor