Casi la mitad de la población de Guinea Ecuatorial, unos 300,000, se encuentra exiliada, debido, en la mayoría de los casos, a la dictadura que padece este pequeño y rico país. Unas 125.000 personas, se encuentran en el vecino Gabón; 50.000, en Camerún; unas 45.000, en España; y el resto, en muchos otros países.
Es obvio, que en un futuro escenario democrático, la mayoría de estos exiliados volverían a su país. Para que este reencuentro se produzca sin traumas ,es necesario que dicha democratización vaya precedida de una amplia y generosa amnistía de los represaliados políticos y a su vez, de un proceso de reconciliación nacional que restañe las heridas abiertas entre la población.
El retorno de muchos exiliados supondría para Guinea un renovado impulso democrático, pues la gran mayoría de éstos, han vivido de cerca la vida democrática y han participado en ella. De otra parte, cuentan con una buena preparación intelectual y técnica, que será muy útil para la expansión económica que debe producirse en este país.
Guinea Ecuatorial necesita urgentemente, una reconstrucción básica que permita sentar las bases de un país moderno. Para ello hay que diversificar la economía, potenciando todos los sectores, y así evitar la fuerte dependencia del petróleo.
Por ello es necesario, en primer lugar, la mejora de las infraestructuras : red de carreteras estatales, provinciales y locales; aprovechamiento de aguas y el desbroce de campos ,para la agricultura; modernización de la flota pesquera, para aumentar la capacidad de capturas y acceder a nuevos caladeros; mejora en la extracción maderera ,con la creación de accesos y control de talas; construcción de viviendas, para dignificar las condiciones de vida de los habitantes, así como, una red de saneamiento que se extienda a todas las poblaciones.
Con la credibilidad internacional que da una democracia, Guinea debe saber acoger las inversiones de muchas empresas extranjeras, estableciendo un marco legal adecuado, para que estos inversores tengan igualdad de oportunidades y garantías jurídicas para sus inversiones.
Actualmente, muchos de los empresarios que invierten en este país, se mueven en la oscuridad, dependientes más de la voluntad de los gobernantes, a los que tienen que pagar, que de unas leyes que les garantice seguridad e igualdad de condiciones.
España, los empresarios españoles, deben de estar presentes desde el primer momento en la reconstrucción de este país. En primer lugar, porque los españoles siempre son bien recibidos por la población guineana; en segundo lugar, porque España es la puerta con Europa que necesita este país; y por último, porque formamos parte de una comunidad hispanohablante, con una misma cultura y parte de una historia común.
El vicepresidente del Partido del Progreso, Armengol Engonga, ha abogado siempre por la conveniencia de estrechar lazos entre los países de habla hispana, sugiriendo así, la conveniencia de poner en marcha la Comunidad Hispánica de Naciones. Este bloque de naciones, el más importante después del anglófono, supondría una oportunidad única para España, al poder liderar un movimiento de países plenamente democráticos, en los que los flujos comerciales, la innovación tecnológica y los movimientos culturales, serían para estos, el mejor instrumento de desarrollo.
Autor: Juan Cuevas
