miércoles, 26 de mayo de 2010

GUINEA ECUATORIAL NECESITA UNA PROFUNDA REGENERACIÓN




GUINEA ECUATORIAL NECESITA UNA PROFUNDA REGENERACIÓN
Por Severo-Matías Moto Nsa,

Presidente del Partido del Progreso y del Gobierno en el exilio de Guinea Ecuatorial.

… Y “regenerar”, según la Real Academia de la Lengua Española, significa: “Dar nuevo ser a una cosa que degeneró; restablecer o mejorarla”

Estamos en pleno medio siglo de las independencias de África. El 12 de octubre de este año, Guinea Ecuatorial, que se denominó “benjamín” de los países independientes de África, al serlo en 1.968, finales de los ’60.

Inmersos en la marabunta dictatorial, (segunda dimensión del colonialismo) la mayoría de los países africanos que arrancaron, con fuerza independentista, sus libertades, de las garras colonialistas o coloniales, no parecen anunciar ni celebrar con signo alguno de cambio, el 50 aniversario de las independencias de África. Posiblemente porque ninguno o apenas nadie se lo cree en profundidad. Francia, adalid de las colonizaciones africanas, que coloniza, independiza y
recoloniza (triple acción de la que ninguna potencia europea se libra o reniega, ha convocado una macro-reunión de dictadores africanos, en territorio galo, para celebrar la tripe acción.

En principio parece que Guinea Ecuatorial, a la que Obiang Nguema tanto se empeña en “francofonizar”, no ha sido invitada. O sea, ni estará ni se la espera. Por otra parte, ningún acto solemne de celebración ha sido anunciado o convocado por la potencia colonizadora de Guinea Ecuatorial para celebrar el 50 aniversario de las independencias de África, teniendo por referencia el próximo 12 de octubre, al cumplirse los 42 años de esa pantomima llamada “independencia de Guinea Ecuatorial”.
Y es que, cuando, a veces sin pretenderlo, recala uno en algunas páginas de internet, dirigidas o redactadas por los propios españoles o franceses, y se encuentra con titulares como “De cómo España se queda con el dinero destinado a Guinea Ecuatorial” o este otro titular: “El papel de Francia en África…”, las arcadas (véase la Real Academia..) te irrumpen violentamente en la boca.

NO SON TIEMPOS DE REIVINDICACIONES VACÍAS; SÍ, DE REGENERACION.-

Pero la obra de la colonización africana que, en la década de los ’60, hizo una leve inflexión para dar paso a las otras dos etapas siguientes: “independencia” y recolonización, es, al fin y al cabo obra de seres humanos. No de angelitos. Y, como tal, debe tomarse y mirarse. Es decir, está plagada de deficiencias, errores y disparates; algunos involuntarios, otros, la mayoría, muy bien pensados (por ejemplo el irrenunciable y tozudo empeño de cambiar la colonización por dictaduras militares) Esta obra no debe ser objeto de eternas protestas, denuncias y réprobas inútiles e ineficaces por parte de África (Son hechos consumados de imposible reconducción.) Desde luego, tales hechos (algunos tan rayanos a la simple y vulgar delincuencia violenta) nunca deberían ser razón alguna para la prepotencia, orgullo o exhibición por parte de los colonos. Más bien motivo de arrepentimiento y reconciliación… (¿Pedir peras al olmo?...)

En cualquier caso, cada país africano que cumple sus años, en este 50 aniversario de las independencia africanas, tiene la obligación de desprenderse de una vez para siempre de la lacra del colonialismo o de la independencia eternamente vigilada.

Deshacerse del colonialismo como las culebras se deshacen de la vieja piel para regenerarse, es una obligación de cada país africano. No son tiempos de aquellas verborragias revolucionarias africanas con que nació el Continente a las independencias; verborreas revolucionarias barridas con excesiva facilidad y contundencia por los colonos. Es sí hora, de comprender, quizás con sano y profundo orgullo, que África, ha sido y es MADRE de la abundancia; pozo sin fondo de generosidad; sin lo cual, difícilmente Europa y occidente se hubieran subido sobre el prepotente carro de la opulencia y del desprecio (desagradecido) a África. África cumple y deberíamos seguir cumpliendo con el mundo. A los otros… les tocaba haber demostrado en esos 50 años de independencias africanas, su agradecimiento y reconocimiento, correspondiendo a la generosidad de la GRAN UBRE africana, con la promoción de las libertades fundamentales, derechos humanos y la democracia.

Desgraciadamente nos han “agradecido”, cubriéndonos del sarampión mortal de las dictaduras militares, tan herméticamente protegidas, reforzadas y sucesivamente impuestas a nuestro Continente.

GUINEAS ECUATORIAL MATERIA HUMANA PARA LA REGENERACIÓN.

Guinea Ecuatorial con su escaso número de habitantes, vaciado (cruel y programáticamente) de valores morales, humanos, culturales y profesionales -dicen que incluso religiosos y cristianos…- (precisamente durante los 42 años de su “independencia”) es un ejemplo paradigmático de lo que significan las tres etapas programadas por el colonialismo: Colonización, independencia y recolonización. Todas ellas, etapas llenas de errores, injusticias, muertes y desastres humanos, siempre cubiertas y justificadas por la presencia o del despiadado “guardia colonial” o de un dictador militar, “hombre fuerte”, como lo motea el gran afro-americano, Obama- Barack.

Repito, no son tiempos de reclamos, llantos y protestas revolucionarias africanas, siempre inútiles. No es mi intención, ni mucho menos. Nuestra obligación es la toma de conciencia y el conocimiento, lo más profundo posible de la situación y el ritmo o camino de las cosas. Al margen de la podrida lacra de dictadores “hombres fuertes” con que nos acorralan en África, nuestro Continente debe asumir -repito- con orgullo, su excepcional y sagrada condición de MADRE generosa. Y, lejos de arrebujarse cobardemente bajo la camisa de fuerza de los “hombres fuertes” (dictaduras militares) o de lanzar soflamas inútiles al aire, abrir puertas al mundo por la vía de la DIPLOMACIA.

A los dictadores militares, coartada colonialista para justificar el desastre y la impotencia impuestos a África, no se le puede pedir DIPLOMACIA. Lo suyo es, (¡perdón!) abrirse de piernas al protector colonial, y reducir a la nada a su pueblo.
Guinea Ecuatorial, pueblo, está obligada a seguir la senda que otros pueblos africanos han iniciado. Debe sumarse al propósito de crear una “cadena de países democráticos”. En el empeño está la gran potencia africana, Nigeria; y países como Ghana… (¡Qué gran mensaje, qué reto y qué desafío para África, la visita de Obama Barack a Ghana!), Guinea Conakry…

Guinea Ecuatorial, y con nuestro país y pueblo, todos los países africanos, (hay algunos inmensos en población y en potencial económico) deberían sentirse obligados a jugar a la DIPLOMACIA. Primero, para deshacerse del infecto sarampión de las dictaduras militares que nos han impuesto; y, sobre todo:, a renglón seguido, abrir puertas al desarrollo humano, al reflotamiento moral, a la restauración de los valores que las dictaduras han quemado en estos 50 años; a la vuelta a nuestros genuinos valores africanos (tan cargados de humanismo) y que las dictaduras militares, espoleadas por el colonialismo, han descafeinado, cambiado de color y hecho desaparecer.

Guinea Ecuatorial, pueblo anclado en el punto de las codicias estratégicas del África Ecuatorial, pueblo capaz de zafarse (esquivar) con su silencio activo, de la tragedia impuesta por la tiranía de Obiang Nguema, necesita una profunda regeneración. Mi pueblo tiene sobrada materia humana; tiene “alma” para la regeneración; es decir, para dar un nuevo ser a eso que, en 42 años, ha degenerado Obiang Nguema, y restablecer y mejorar nuestro acervo humano original.

Como Presidente del Partido del Progreso y Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio; a la luz de la reacción que tuvo nuestro pueblo durante los años del truncado proceso de democratización (1.992-1996) y dado el reclamo insistente que, en su silencio sonoro, Guinea Ecuatorial nos envía a nuestro triste y dolido exilio en España, estamos seguros de que Guinea Ecuatorial será, sin dilación, en el post-Obiang, una pieza muy importante, si no clave, en el plan africado de creación de países democráticos, en todo el amplio y profundo sentido de la palabra.
*No hay duda de que el pueblo de Guinea Ecuatorial está preparado para sumarse al proyecto, una vez liberado de la dictadura. Su gran entusiasmo, ilusión y entrega al desgraciadamente truncado proceso de democratización (1.992-1.996) lo certificó y avaló

*No hay duda de que, Obiang Nguema Mbasogo, presumido dictador, muy difícilmente podrá seguir dictando durante mucho tiempo. No se debería permitir (¡Las hay –potencias- como los Estados Unidos de América, dispuestas a evitarlo!) que su vacío sea llenado con un nuevo eslabón de desastres y tragedias nacionales, en manos de herederos, (Armengol Ondo Nguema…?) todavía menos responsables que las del caduco dictador, Obiang Nguema.

*No hay duda de que será la gran oportunidad para que Guinea Ecuatorial salga de la vorágine de la tiranía y se suma a la tarea de crear una cadena de países democráticos africanos, como lo proponen Nigeria y algunos otros países del gran Continente.

*Es absolutamente cierto -según nuestras informaciones- que los Estados Unidos de América, bajo la égida e impulso de Barack H. Obama, un afroamericano prócer, está en ello. Ojalá se sumaran a ese esfuerzo otros países y Gobiernos occidentales, tan amorrados a la gran ubre (teta) de las materias primas de la MADRE África.
*Es irrefutable -como puede comprobarse- que la sociedad civil española, algunos de cuyos valores humanos, profesionales y técnicos, refuerzan alternativas políticas guineanas, como el caso del Partido del Progreso y Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio, estaría lista para respaldar ese proyecto.

Pero ya veréis como llegará alguien, desde lejos, y lo “joderá” (¡perdón!) todo; imponiendo, “manu militari” extranjera, un nuevo e hiriente eslabón a la cadena de dictadores y tiranos guineanos, para mantener el STATU QUO COLONIAL. ¡Ya veréis!
Ya sería un gran éxito de todos, si me equivocara en mi pronóstico.