miércoles, 25 de noviembre de 2009

La "Maldita " realidad de Guinea Ecuatorial ... Por favor, dejen de mirar para otro lado





Guinea Ecuatorial: Preocupaciones de derechos humanos desacreditan elecciones
Dictador anticipa una victoria aplastante sobre una oposición debilitada y hostigada



Los residentes de New Building, el barrio de chabolas más grande de Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial, carece consistentemente de acceso a agua corriente y electricidad.


Al otro lado la ciudad, continúa la construcción del nuevo palacio presidencial.


El presidente Obiang afirma estar comprometido con el Estado de derecho. Sin embargo, sus acciones siguen siendo las de un dictador decidido a mantenerse en el poder y controlar los fondos provenientes de los recursos petrolíferos del país.
" Arvind Ganesan, director del Programa de Negocios y Derechos Humanos de Human Rights Watch"


(Nueva York) -

Las condiciones en Guinea Ecuatorial despiertan serias dudas acerca de la credibilidad de las próximas elecciones presidenciales, señaló hoy Human Rights Watch.

Es probable que el presidente Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, quien ha dirigido a este país de África occidental con abundantes recursos petrolíferos desde que tomó el poder en un golpe de Estado en 1979, triunfe fácilmente en las elecciones presidenciales programadas para el 29 de noviembre de 2009.

"El presidente Obiang afirma estar comprometido con el Estado de derecho", señaló Arvind Ganesan, director del Programa de Negocios y Derechos Humanos de Human Rights Watch. "Sin embargo, sus acciones siguen siendo las de un dictador decidido a mantenerse en el poder y controlar los fondos provenientes de los recursos petrolíferos del país".

El Gobierno de Guinea Ecuatorial es uno de los más corruptos y abusivos del mundo. En las últimas semanas, ha oprimido y hostigado a una oposición política que se encuentra asediada, le ha impedigado el acceso igualitario a los medios de comunicación y no ha establecido pautas claras para permitir que los observadores y periodistas internacionales supervisen las elecciones.

El Gobierno y los funcionarios del partido gobernante son responsables de actos de corrupción masiva, como se documentó en "Bien Engrasado: Petróleo y Derechos Humanos en Guinea Ecuatorial", un informe publicado en julio de 2009 por Human Rights Watch y cuya versión completa en español se difunde en el día de hoy.

Si bien el presidente Obiang ha declarado que Guinea Ecuatorial es "una autentica democracia", en realidad el partido gobernante, el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), detenta el monopolio de la actividad política. Solo dos de los otros cuatro partidos políticos que postularon candidatos para las próximas elecciones presidenciales -la Convergencia para la Democracia Social (CPDS) y la Unión Popular (UP)- se oponen abiertamente al partido gobernante y a Obiang.

La falta de transparencia de las elecciones se hizo aun más evidente luego de las expresiones formuladas el 22 de noviembre por Obiang, quien manifestó a sus partidarios que triunfaría en la reelección "con más del 97 por ciento de los votos". Las elecciones anteriores siguieron un patrón similar: Obiang ganó la última elección presidencial, en 2002, con el 97,1 por ciento de los votos; y su partido obtuvo victorias abrumadoras en 2004 y 2008, en las cuales ganó 98 y 99 escaños legislativos, respectivamente, sobre un total de 100.

Estas elecciones estuvieron afectadas por graves irregularidades. Se considera que la campaña de 2008 se desarrolló en un marco de mayor libertad que las anteriores. Sin embargo, existió una fuerte presencia de las fuerzas militares y del personal de seguridad en las calles de las principales ciudades, se aplicaron restricciones a la libertad de circulación, se hostigó a opositores y votantes, se restringió el acceso de los periodistas internacionales y se constataron numerosas irregularidades en los centros de votación.

"Las elecciones de este mes se producen en un momento clave para un país cuya riqueza está siendo malgastada por el Presidente, sus familiares y socios", afirmó Ganesan. "Esta habría sido una oportunidad importante para rendirle cuentas al pueblo, pero el Gobierno está garantizando que no se cumplan los requisitos básicos para unas elecciones libres y transparentes".

La corrupción endémica del país constantemente desvía fondos que podrían destinarse a educación y atención de la salud. Los indicadores de desarrollo se encuentran entre los más deficientes de África subsahariana, pese a que Guinea Ecuatorial es el país más rico de la región en términos de PBI per cápita.

El hijo mayor y posible sucesor de Obiang, conocido con el sobrenombre de Teodorín, ha mantenido un ostentoso estilo de vida financiado con fondos obtenidos mediante corrupción. El gasto total que destinó a mansiones, automóviles exóticos y otros bienes de lujo entre 2004 y 2007 casi duplicó el presupuesto educativo del Gobierno del año 2005. En 2007, el Gobierno estadounidense inició una investigación de las compras efectuadas por Teodorín en Estados Unidos, que incluyeron una mansión de US$35 millones, un jet de US$36 millones y automóviles de lujo por valor de al menos US$2,6 millones, bajo la sospecha de que habían sido financiados con fondos provenientes de "extorsión, apropiación de fondos públicos u otros actos corruptos".

El 16 de octubre, el presidente Obiang anunció que la elección se celebraría el 29 de noviembre, y que la campaña se iniciaría oficialmente el 5 de noviembre. La falta de tiempo y la negativa del Gobierno a poner los padrones electorales a disposición del público han limitado gravemente la capacidad de la oposición de llevar a cabo una campaña y conseguir apoyo.

La inscripción de los votantes finalizó en octubre, pero a mediados de noviembre las listas electorales aún no se habían difundido. La oposición expresó sus sospechas de que esta estrategia estuviera destinada a excluir de los padrones a sus partidarios. El Gobierno afirmó que no podía dar a conocer los nombres porque los opositores podrían usar la información para intimidar a otros partidos.

La oposición se ve debilitada por la cobertura tendenciosa que ofrecen los medios de comunicación controlados por el Gobierno, que favorecen acentuadamente al partido gobernante, así como por la falta casi absoluta de libertad de prensa. De igual manera, y pese a que el Gobierno haya brindado financiamiento para todos los partidos, el partido gobernante tuvo un acceso mucho más amplio a los fondos estatales y a otros recursos que la oposición.

Los partidos de la oposición también denunciaron ser objeto de hostigamiento e intimidación durante sus actividades de campaña en varias regiones del país. Si bien Human Rights Watch no pudo confirmar en forma directa las denuncias de agresiones y otros abusos cometidos durante la campaña en octubre y noviembre, el Gobierno de Obiang y el partido gobernante tienen un largo historial de suprimir las actividades de la oposición en años electorales, invocando a menudo "razones de seguridad" relacionadas con intentos reales o presuntos de golpes de Estado.

Luego del ataque armado perpetrado contra el palacio presidencial en febrero de 2009, que posteriormente se atribuyó a un grupo rebelde de Nigeria, el Gobierno persiguió, arrestó en forma arbitraria y detuvo sin que mediara ningún tipo de acusación a 10 miembros de la Unión Popular, al menos dos de los cuales fueron sometidos a torturas. Ocho de ellos fueron liberados posteriormente, pero dos permanecen en la célebre prisión de Playa Negra, en Guinea Ecuatorial.

No existen organismos independientes ni imparciales en Guinea Ecuatorial que supervisen el proceso electoral o reciban denuncias vinculadas con las elecciones, lo que suscita serias dudas sobre si existen las condiciones para una votación verdaderamente libre y justa. La Junta Electoral Nacional es controlada por el partido gobernante y está bajo la dirección del Ministro del Interior de Obiang, un destacado miembro de su partido.

Pese a que el Gobierno invitó anticipadamente a más de 100 observadores internacionales para que presencien las elecciones, no se sabe si efectivamente se llevará a cabo algún tipo de supervisión extranjera independiente. Los términos y el alcance de las misiones extranjeras de observación no se han dado a conocer. En 2004, el rol de los observadores fue regulado por un decreto presidencial que les permitía viajar "de acuerdo al programa organizado por el Gobierno". También exigía que informaran "anomalías" al Gobierno y les prohibía realizar observaciones públicas durante las elecciones.

Tampoco se sabe cuántos periodistas extranjeros podrán ingresar a Guinea Ecuatorial el día de la elección o en los días próximos a esta fecha. En el pasado, varios periodistas extranjeros no pudieron conseguir visas. En julio, el presidente Obiang señaló a periodistas españoles que su Gobierno había denegado la visa a representantes de algunos de los principales medios de comunicación de España durante las elecciones de 2008 debido a que estaban molestos por informes excesivamente críticos de la prensa de ese país.

Existen indicios de que también este año podría restringirse el otorgamiento de visas. A mediados de noviembre, en una conferencia sobre petróleo y gas llevada a cabo en Londres, el Viceministro de Minas, Industria y Energía anunció que el Gobierno implementaría un nuevo régimen de visas para "defender a Guinea Ecuatorial" de "personas que no tienen buenas intenciones".