martes, 13 de octubre de 2009

12 DE OCTUBRE, FIESTA NACIONAL DE GUINEA ECUATORIAL



Por Severo-Matías Moto Nsa

Hace 41 años. ¡Increíble!

Yo era un joven, a punto de cumplir mis 25 años. Cargado con mis 6 años de estudios de Humanidades, y uno de Noviciado, en Seminarios claretianos de Cervera (Lérida) y Barbastro, (Huesca). Acababa de poner fin a mis tres años de estudios de Maestro de Primera Enseñanza en la Normal del Magisterio de Bata, e iniciaba mi Licenciatura en Ciencias de la Información, en la Escuela de Periodismo de la lglesia; becado por el Cardenal Herrera Oria, y residiendo en el Colegio Universitario Pio XII de Madrid. Hacía unos meses de aquel verano de 1.968, había depositado, en la ciudad de Bata, mi voto a favor del candidato Don Atanasio Ndong Miyone. (Mi padre votó por Don Bonifacio Ondo Edu…)

¡ALGUIEN! permitió que en aquellas primeras elecciones, llamadas a ser democráticas, se instaurase lo que ahora se usa tanto en Guinea Ecuatorial: el “voto loco”; es decir, el voto “transeúnte”. Que es, en definitiva, (y en la interpretación de Macías y Obiang Nguema) la libertad de los, entonces, “de Macías Nguema”, y ahora, de “Obiang Nguema”, de votar, libremente, en todas las urnas que pillan; rompiendo, así, violentamente, con la sacrosanta ley de “un hombre, un voto”. No en vano la “Tinta Indeleble” está prohibida en Guinea Ecuatorial.

La “tinta indeleble” es un recurso que se utiliza para evitar que una persona pueda votar dos veces, en las mismas elecciones. Esa tinta se utiliza en países, como Guinea Ecuatorial, donde existe el peligro de violar la ley de: “Un hombre, (o mujer), un voto”; pero en Guinea Ecuatorial está prohibida la “tinta indeleble”.

ALGUIEN, desde entonces, pudiendo y debiendo controlar ese peligroso “voto suelto”, y haciendo, por lo tanto, que ganaran los violentos: Macías Nguema y Obiang Nguema –tío y sobrino-; violando y defraudando así, la primerísima piedra de la libertad de nuestra independencia, dejó que funcionara el “voto suelto”. (¿Quién fue este “ALGUIEN”?)

Yo lo sé. Porque yo ya tenía mis 25 años, y me movía con facilidad y soltura (indefenso, e ingenuo, sí,) en el mundo de los colonos, a través de la emisora de Radio Ecuatorial Bata (REB), y el periódico “POTO-POTO”, donde yo ya me ensayaba y practicaba el periodismo…

  • “¡HAREMOS QUE GANE MACIAS, PARA QUE ESCARMENTEIS!”.

¡Adivina, adivinanza!: ¿Quién dijo esta frase de amenaza, en plenas cercanías de las primeras elecciones presidenciales en Guinea Ecuatorial?

¿Cuántos guineoecuatorianos, (vivos, hoy) tenían, como yo, 25 años, o más?

¡¡¡Cómo me encantaría, hoy, una sesión de trabajo y puesta en común de la experiencia de los que, como yo, tenían entonces, (12 de octubre de 1.968), 25 años o más; y ahora tienen los mismos años, o más que yo!!!

Vaya esto como simple manifestación de una vivencia, una experiencia y un testimonio de quien, como yo, 41 años después, no tiene razones para sentirse, ni libre, ni independiente; ni mucho menos capaza de celebrar la independencia de Guinea Ecuatorial.

Yo era locutor de Radio Ecuatorial Bata (REB) desde el verano de 1964. Entre otras actividades, era articulista (ensayos) del periódico POTO-POTO de Río Muni. Era el período del recién estrenado “status” de Autonomía otorgada a Guinea Ecuatorial por la Metrópolis (España). El calificado como desastroso período de descolonización estaba llegando a su precipitado fin. La Guinea Española se derruía inexorablemente hacia la independencia, en medio de la ruptura interna del necesario consenso, dentro de la propia Metrópolis. Se convocaron y se celebraron las primeras elecciones presidenciales de la ex colonia. Ante la virulenta libertad con que se movían los votantes de Macías Nguema, ejerciendo el “voto loco”, transeúnte y dislocado, a favor del revolucionario Macías Nguema, me acerqué al entonces Comisario General de Policía española en “La Guinea”, quien era a la vez, Subdirector de Radio Ecuatorial Bata, Don Eduardo Navarro, y le interpelé:

  • Eduardo: ¿Cómo es posible que la gente de Macías Nguema se pasee por todas las urnas, depositando, libremente, votos a mansalva, y no hacéis nada?

La respuesta del Comisario español de Policía fue:

  • Déjalos; mientras no se peleen entre ellos… da igual.

¡Esa es la importancia que España, aún dueña y señora de todo, en “La Guinea Española”, concedía a un acto de tanta trascendencia para el futuro de la colonia que nacía a la independencia…!

(“¡¡¡ Haremos que gane Macías, para que escarmentéis…!!!”)

41 años, después, alguien sigue “haciendo que gane “Macías 2”, para que sigamos escarmentemos los guineos…

La proclamación del candidato vencedor (Macías Nguema) se produjo estando yo fuera de mi país. Solo pude seguir los pasos de esta, a través de la prensa española, que nos anunciaba que Manuel Fraga Iribarne iba a ser el enviado de Franco y representante de España para investir presidente a Francisco Macías Nguema Biyogo.

El día 12 de Octubre de 1.968, acudí al Colegio África. En el brocal de la piscina del Colegio, acompañé el izado de la nueva bandera guineana con una poesía, fruto de una inspiración patriótica y nocturna.

Luego, como cualquier guineano normal, atento, listo y preocupado, me limité a seguir y valorar el espeso, negro y luctuoso camino de muertes, desapariciones, asesinatos y eliminación selectiva y programada de valores humanos, culturales, intelectuales y de nivel que la colonización española legó a la independencia de Guinea Ecuatorial.

41 años después, mientras otros se permiten el gran lujo de celebrar fiestas y bacanales, yo me encierro en una esquina de la calle, para recordar a tantas mujeres, hombres, jóvenes, intelectuales, inteligentes, cultos, sencillos, humildes… que se ha llevado por delante, a la muerte, inocentes e indefensos, la independencia de Guinea Ecuatorial. Y… luego miro, aterrorizado y lleno de coraje, en qué manos se sigue moviendo y sobreviviendo o languideciendo mi país.

Pero, no me desespero. Cada 12 de Octubre, es la fiesta del orgullo de ser guineo, guineano, guineo ecuatoriano o guineoecuatorial. ¡¡¡Yo no me siento, ni soy “equatorguineano”!!!

Solo por ese orgullo, ufanía y dignidad de haberme liberado, algún día, de la esclavitud y del colonialismo,(aunque mi actual situación, de recluso en España, no se corresponde con esta afirmación) me sumo a la alegría y gozo de los guineos que creen que vale la pena celebrar la Fiesta Nacional Guineana. ¡¡¡Feliz fiesta de la libertad, a todos los buenos guineos!!!