Madrid, 18 de Junio de 2009.- El Gobierno de la República de Nigeria –según afirman todas la fuentes del país e internacionales, ha sorprendido a un grupo de mercenarios ucranianos que se dirigían a la República de Guinea Ecuatorial, en un avión que, por motivos “técnicos” se vio obligado a hacer escala en el aeropuerto nigeriano de Cano.
Las Fuerzas de seguridad nigerianas, al proceder a ofrecer asistencia a los “accidentados” ucranianos, se encontraron con la sorpresa de 18 cajas de armas de guerra, con destino al Presidente de Guinea Ecuatorial, Obiang Nguema Mbasogo. ¡Armas y mercenarios ucranianos para matar y asesinar a los guineanos…!
Desde hace meses, el Gobierno de Obiang Nguema, atada por un extraño e inexplicable miedo a que pudiera suceder algo, tiene sujeta a la saciedad guineana con un cinturón de militares, armas e instrumentos de guerra que se mueven por todo el país en un clima de miedo y zozobra nunca vividos en Guinea Ecuatorial. Solo para defenderse y masacrar a la población.
Obiang Nguema, despreciado y abandonado por el mundo occidental, al que pensó tener cogido con regalos, prebendas y sobornos de corrupción, lleva años poniéndose en las manos de los países del Este, conocedor de lo poco escrupulosos y dados a ofrecerse como mercenarios para dictaduras africanas despiadadas como la de Guinea Ecuatorial. A través de su Embajada en la Unión Soviética, ocupada a perpetuidad por su yerno TITO GARRIGA, Obiang Nguema utiliza a los países del Este Europeo como auténtico jardín de delincuencia y delincuentes internacionales que manejan el trasiego de armas y droga a placer, bajo la custodia y la impunidad del tirano guineano.
En numerosas ocasiones Obiang Nguema ha ofrecido a los súbditos de países del Este europeo, suculentos pagos a cambio de actuar como sicarios para eliminar a políticos de la oposición guineana fuera del país; ni que decir tiene que los mismos actúan para sacrificar a guineanos en el interior del país, en acciones de difícil explicación y de misterio.
Obiang Nguema, tirano taimado y conocedor de múltiples modos y estrategias para hacer el mal y quedar impune, inmune y “limpio” ha practicado con exceso la estrategia de importar armas y droga a Guinea Ecuatorial, sea para su utilización contra sus “enemigos”, sea como punto de falso destino para otros países africanos. En más de una ocasión, el tirano malévolo no ha dudado en pedir a sus compinches traficantes de armas que, una vez descubierto el tráfico ilegal, echen las culpas a algún opositor. Este fue el caso de la ruptura (momentánea) de la amistad entre Obiang Nguema y sus amigotes, Santi Hanna y otros valencianos que se negaron a achacar a Severo Moto Nsa los contenedores de armas descubiertos en el Puerto de Bata, traídos por el propio Obiang.
Por cierto, hace es casos días, el Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio recibió una nota alertándoles de que Obiang Nguema, el “estratega militar” estaba preparando una nueva treta para acusar a Severo Moto Nsa de introducir armas en el país. El maquiavélico plan de Obiang Nguema puede haber sido abortado en Kano, Nigeria.
Obiang, quien en una carta íntima enviada a Felix Mba Nchama (hoy retornado al redil de la tiranía) le confesaba: “sabes que soy un hombre sin escrúpulos…”, no para ni repara en nada a la hora de ejercer la delincuencia, cualquiera que sea su carácter, habitual o novedoso, subido en el Olimpo de la impunidad.
Tanto el pueblo guineano, eternamente impotente ante la criminalidad con que le tratan, como los adláteres, condenados a lamer las llagas de maldad que supura el cuerpo del criminal, como la comunidad internacional que se regodea en los males del pueblo guineano mientras se entienden con el “dios” Obiang, han acabado consagrando al Presidente “ecuatorguineano” como un normal e incorregible dechado de maldades.
Pero algo está, realmente, pasando en Guinea Ecuatorial, cuando, ya no solo se descubre a Obiang y su familia en los puntos del mundo donde depositan los dineros robados al pueblo (incluso en España) sino que hasta ya le pillan en los aviones por donde normalmente circulan las armas, la droga, la maldad y el asesinato.
No es fácil entender que, a la vez que Obiang Nguema y su Ministro del Interior, con toda la fanfarria gubernamental, regional, provincial y distrital están invitando a la población a ir a las urnas a votar al tirano; Cuando se anuncia el desembarco en el país del Ministro español de Exteriores, acompañado de empresarios y parlamentarios; Cuando la fiesta del golpe de estado del 3 de Agosto, está a punto de celebrarse; Cuando todo debería rezumar alegría en el país , el régimen de Obiang Nguema se prepara a recibir estos acontecimientos con una desvergonzada ocupación militar bélica del país, y con un trasiego y afluencia de armas y mercenarios ucranianos. ¡Pobre Obiang Nguema! A esto se le llama simple y llanamente estar patidifuso.
