domingo, 14 de diciembre de 2008

Lujo guineano en Somió (Asturias)



De Teodoro Biyogo Nsue hay en Somió un rótulo con su nombre en una casa cerrada a cal y canto. Y la fugaz impresión de cómo vive la 'jet-set' ecuatoguineana grabada en la retina de sus vecinos. «A ver, que estaban a otro nivel era algo más que evidente», dicen.

Es cuanto menos curioso, vivir pared con pared con un miembro del cuerpo diplomático. Más incluso si se trata de la familia del presidente y dictador de Guinea Ecuatorial desde el golpe de Estado de 1979, Teodoro Obiang Nguema. Quizá por eso del exotismo. Así, de las esporádicas visitas de la familia Biyogo a Gijón, los vecinos concluyen que se trata de un 'gentleman' de «modales exquisitos», que llega de forma imprevista «un par de veces al año», rodeado de su familia y escoltas.

Su presencia -«peculiar» dentro de la rutina de este «rincón» de Asturias, narran los vecinos- hubiera quedado relegada al resultado de un mero (y caro) capricho, de no ser porque el pasado martes saltaba la noticia de que la Fiscalía Anticorrupción está investigando el supuesto blanqueo de dinero, procedente del petróleo, que el presidente de la ex colonia española habría realizado en Asturias.

Una operación que, según la denuncia presentada por la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE), se habría desarrollado a través de la compra de diversas propiedades en el Principado, Madrid y Canarias, con el dinero que salía de forma irregular de ese país africano, tan rico en recursos naturales como pobre en el respeto de los derechos civiles.

Un total de once personas, entre familiares y políticos cercanos a Obiang, habrían adquirido entre 2000 y 2003 edificios por un importe de 26,4 millones de dólares.

El número dos de la urbanización Verdesol de Somió, de 600 metros cuadrados, figura a nombre de Teodoro Biyogo -que es hermano de la mujer de Obiang, de nombre Constancia Mangue Nsue Okomo-, así como de su mujer, Elena Mensa. Biyogo es representante diplomático de Guinea en América.

Diplomático discreto

«Cuando vine a vivir aquí ya me dijeron que la casa era de un embajador», cuenta una vecina que prefiere mantener el anonimato. Asegura no haber cruzado «ni una palabra» con la familia Biyogo, aunque señala que es bastante fácil saber cuándo están en casa por el desfile de vehículos. «Coches tienen todos los que quieras y alguno más, sobre todo Mercedes», relata.

La presencia de los escoltas tampoco les ayuda a pasar desapercibidos. Y eso a pesar de su discreción. «Es normal que te sorprenda -cuenta-, en Asturias no estamos acostumbrados a esas escenas del guardaespaldas en la puerta».

Desde que adquirieron la vivienda, en 2001, los Biyogo-Mensa viajan a Somió de forma muy esporádica. «Normalmente no coincide con las vacaciones, así que es bastante difícil encontrarte con ellos», informa otro vecino, quien añade, sin entrar en razones, que «no sé por qué, pero siempre que vienen llueve y truena».

Los residentes de la urbanización que han tenido oportunidad de hablar con Biyogo coinciden en afirmar que se trata de una persona «educadísima, exquisita y amable» que -por si quedaba alguna duda- «habla perfectamente español».

En alguna ocasión, «vino con su mujer y al menos un hijo y una hija», pero su estancia no se alargó más de un par de días. Sólo en algún verano, cuando amplían su visita una semana, «han hecho alguna fiesta con amigos» y la vivienda se llenó con más movimiento.

«Ahora entiendes muchas cosas que explican el nivel de vida que llevan», comentan. El que más y el que menos en Somió se sorprende de tener cerca un presunto caso de blanqueo de dinero procedente de un país africano: «Nunca esperas que suceda algo así tan cerca, aunque a esos niveles... ya se sabe».

Fuente:www.elcomerciodigital.com