martes, 13 de mayo de 2008

La dura realidad de la Justicia en Guinea Ecuatorial







La Voz de América publica un reportaje sobre el trabajo de los abogados que luchan por los derechos humanos en Guinea Ecuatorial y que va firmado por el periodista Nico Colombant.

El trabajo periodístico, muy complejo de realizar sobre todo por los riesgos que acarrea a los entrevistados, pone de manifiesto, una vez más, la dramática situación de los Derechos Humanos en esta parte del planeta.

Guinea Ecuatorial es una plataforma del crímen organizado que esté en manos de una banda armada y tremendamente violenta que se caracteriza por su insensibilidad, avaricia, falta de escrúpulos y una ignorancia extrema. La mayoría de los jefes de este Estado son analfabetos funcionales y con graves taras mentales y emocionales, lo que los convierten en bestias a medio camino entre los seres asilvestrados y las bestias más crueles del panorama zoológico.

Como ejemplo y vaya desde aquí todo nuestro apoyo y reconocimiento, está el abogado Fabián Nsue. En el reportaje, este jurista hace referencia a algunas de las claras violaciones de los derechos humanos que se han producido recientemente en Guinea (el asesinato de un miembro de la oposición que las autoridades quieren convertir en suicidio). Fabián Nsue califica a Guinea como "un estado delincuente dirigido por analfabetos avaros" y considera que, aunque se ha prestado atención internacional a los derechos humanos en el país la situación está empeorando. "Explica que se producen semanalmente detenciones arbitrarias, detenciones indefinidas sin cargos y existen docenas de presos políticos. Los jueces no tienen, dice, la formación y la independencia adecuadas".


El grado de incultura e incapacidad es tan extremadamente brutal que, los gobernantes y altos jerarcas de la tiranía, confunden a la defensa con el defendido y de esta manera se persigue, casi con la misma rabia o más, al abogado y al cliente. Una locura para los pocos que pueden ejercer la abogacía, si es que se puede llamar ejercicio de la profesión lo que les dejan hacer.

Así, Ponciano Mbomio hace referencia a las dificultades que tiene el ejercicio de la abogacía en Guinea Ecuatorial. De un lado porque los sospechosos son detenidos e interrogados sin que tengan acceso a ninguna defensa legal y después porque se asocia al abogado con la persona a quien defiende."El abogado de un sospechoso de asesinato será tomado también por asesino y el abogado de un líder opositor será considerado como opositor también".

Hablar de una Comisión de Derechos Humanos en Guinea Ecuatorial es como justificar la apertura de una tienda de jamones de cerditos "pata negra" en Teherán frente a la mezquita principal. Tan absurdo como las declaraciones de su vicepresidente. Si tenemos que esperar algo de estos personajes que se apropian de los recursos que se destinan, suponemos que con buena intención, para la defensa de la dignidad humana… entonces el cambio tardará mucho en llegar.

La sede de esta Comisión Nacional de Derechos Humanos en Guinea Ecuatorial es tan repugnante y tan descuidada que dice mucho de los que la habitan. Lo más patético de Guinea Ecuatorial es que pretenden que la gente sonría mientras los condenan a una de las existencias más tristes de la tierra. Tanta riqueza y tan groseramente mal repartida.

Por último, el periodista tiene a bien hablar con Carmelo Mocong, vicepresidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos creada por una ley de 1997. Mocong dice que han investigados situaciones de tortura en Black Beach y han hecho recomendaciones para mejorar la situación de los derechos humanos. El problema de los derechos humanos es muy complejo, dice, y existe en todas partes del mundo. Según él, la situación ha mejorado en los últimos años. Y no se la cae la cara de vergüenza al pájaro.






Fuente: http://www.voanews.com/english/2008-05-12-voa31.cfm