Comunicado conjunto del Partido del Progreso, Unión Popular y Ciudadanos por la Innovación a propósito de los mercenarios rusos en Guinea Ecuatorial.
La reciente llegada de mercenarios rusos ha intensificado el clima de miedo y puede sellar, de manera trágica, el fin de cualquier esperanza de democratización en nuestra nación. Estos mercenarios no han sido desplegados para combatir una guerra, sino para consolidar el poder de un régimen que se aferra al control mediante el terror y la represión. Su presencia tiene un objetivo claro: proteger al presidente Teodoro Obiang Nguema y asegurar la sucesión de su hijo, "Teodorín", a costa de la voluntad del pueblo.
Hay que recordar que la dictadura guineana fue muy activa en la lucha contra el mercenariado a lo largo del año 2010, recurriendo a las Naciones Unidas, cuyo grupo de trabajo sobre la Utilización de Mercenarios visitó Malabo del 16 al 20 de agosto de 2010. Siendo miembro no permanente del Consejo de Seguridad presentó un proyecto de resolución en 2019 para reforzar los esfuerzos para combatir a los mercenarios que luchan en Africa Central. En documento “instaba a todos los estados de Africa Central a tomar medidas necesarias, cooperar entre sí y ejercer vigilancia contra la amenaza que representan los mercenarios”. Las convenciones de la Unión Africana de 1977 y la Convención Internacional de las Naciones Unidas de 1989 prohíben el reclutamiento, la utilización, la financiación y el entrenamiento de los mercenarios.
Sin embargo y de forma ostensible ahora viola la legislación internacional contra el mercenariado.
Los mercenarios rusos, que ya han extendido su influencia en otras regiones de África como Burkina Faso, Malí y Níger, tienen como propósito estratégico el control de países ricos en recursos naturales y la perpetuación de gobiernos autoritarios. En esas naciones, estos mercenarios han desempeñado un papel clave en sostener dictaduras mientras explotan sus riquezas. La expansión de estos mercenarios en Guinea Ecuatorial puede seguir un patrón similar, amenazando no solo la estabilidad de nuestro país, sino también la de África Occidental y Central en su conjunto.
En este contexto, el régimen de Teodoro Obiang ha permitido que los mercenarios rusos instalen sofisticados sistemas de telecomunicaciones, que les permiten interceptar cualquier intento de disidencia, ya sea desde las fuerzas armadas o la sociedad civil. Este control absoluto ha creado un ambiente de miedo constante, eliminando cualquier posibilidad de resistencia o cambio. Las evidencias fotográficas y testimonios independientes confirman la presencia activa de estos mercenarios, que operan con total impunidad dentro de nuestras fronteras.
La pasada semana, un nuevo contingente de mercenarios rusos desembarcó en la región continental. Testigos locales describieron cómo vieron a estos soldados descargar armas pesadas en el puerto de Bata, bajo estrictas medidas de seguridad que impedían cualquier tipo de acceso a los ciudadanos. "Los rusos tenían el control absoluto del perímetro", comentaron, visiblemente asustados. La organización y disciplina con la que operan estos mercenarios es escalofriante y amenaza con desmoronar cualquier posibilidad de transición pacífica y democrática.
El pueblo de Guinea Ecuatorial vive bajo la constante opresión interna y, ahora, enfrenta la interferencia extranjera que refuerza la dictadura. En este momento crítico, el rol de la comunidad internacional es más importante que nunca. Se requiere una intervención inmediata para frenar la consolidación de este régimen y su dependencia de mercenarios para mantener el poder. De lo contrario, no solo Guinea Ecuatorial, sino toda la región, corren el riesgo de caer en un ciclo de violencia y represión que perpetuará la dictadura por años, sin posibilidad de retorno a la democracia o del regreso de los miles de exiliados que claman por la justicia.
Ante este panorama, hacemos un llamamiento urgente a las potencias con intereses en nuestro país para que, invocando la Convención Internacional de las Naciones Unidas y el Artículo 42 de la Carta de las Naciones Unidas, emprendan acciones inmediatas para preservar la paz y la seguridad internacional. Estas medidas deben incluir la expulsión de los grupos mercenarios presentes en Guinea Ecuatorial, un país miembro de la ONU que no se encuentra en situación de conflicto bélico.
Asimismo, instamos a la Comunidad Internacional a tomar conciencia de la existencia de miles de presos políticos en nuestro país, quienes se encuentran sometidos a condiciones inhumanas, privados de acceso a alimentos y atención médica. Es imprescindible que la comunidad ejerza presión sobre la dictadura para lograr su liberación inmediata.
Este es un llamamiento urgente para que la comunidad internacional tome acciones inmediatas en defensa de los derechos humanos, la libertad y la autodeterminación del pueblo de Guinea Ecuatorial. Nos enfrentamos a una encrucijada y solo mediante una intervención firme se podrá detener la devastación que estos mercenarios y el régimen que protegen están infligiendo a nuestro país.
Con la mayor urgencia, apelamos a la solidaridad y al apoyo de aquellos que defienden la libertad y la justicia en el mundo. El futuro de Guinea Ecuatorial depende de ello.
17 de Septiembre de 2024
Firman:
Armengol Engonga Ondo,
Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial (PPGE)
Celestino Nvo Okenve Ndo,
Presidente de Unión Popular (UP).
María Jesús Mené Bopaboté,
Secretaria General de Ciudadanos por la Innovación (CI)
