Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del
Progreso de Guinea Ecuatorial
Vamos de mal a peor ¿Qué se puede
esperar de unos dirigentes que solucionan cualquier crisis entrando como un
elefante en una cacharrería?
La sociedad y la comunidad internacional no dan crédito a lo que está pasando en nuestro país. Los problemas no se resuelven a bombazos, con muertos y despropósitos.
Llevamos mucho tiempo, más del
necesario, pidiendo una respuesta a la catastrófica gestión de Guinea Ecuatorial.
Empujando y con chulería, las cosas no se resuelven nada bien. Somos muchos los
que no estamos nada de acuerdo de como afrontáis las necesidades del pueblo
guineano. Somos muchos los que ofrecemos soluciones de las que no queréis ni oír
hablar. Somos muchos los que pensamos que se podría vivir infinitamente mejor
si dejarais de manosear los recursos públicos y os hicierais a un lado.
Guinea Ecuatorial no es vuestra
propiedad, vuestra finca privada donde podéis hacer y deshacer a vuestro antojo.
Ya está bien de tanta altanería y
violencia. La gente quiere Ley y Orden, pero de verdad y no esa exhibición
violenta de mafiosos o banda criminal con armas.
No voy a hablar de partidos
políticos, asociaciones u organizaciones que exigen un cambio de escenario
donde no solo quepan los autorizados por el régimen. Los guineanos queremos el
fin de una forma de gobierno paternalista, tribal y despótica. Estamos en la
era moderna. Queremos una convivencia civilizada y que estos episodios burdos y
propios de regímenes tercermundistas dejen paso a otra manera de manejar lo
que es de todos los hombres y mujeres de Guinea Ecuatorial.
No apuesten por la violencia y la
cerrazón cuando todos les estamos ofreciendo una salida honrosa. Guinea
Ecuatorial es de todos y existen fórmulas para que el pueblo soberano elija a
sus representantes. Ustedes solo se representan a ustedes mismos.
Lo que cada uno de ustedes haga,
nos parece muy bien. Eso sí, levanten las botas de nuestras vidas y dejen de
vivir de los recursos que han de distribuirse entre todos los guineanos. Esto
va a cambiar, no tengan la menor duda. Por el bien de todos, les pedimos que
sean mínimamente responsables y faciliten una transición a la democracia sin
más muertos.
El proceso puede hacerse por el
camino correcto o no. Si se empeñan en hacer imposible un dialogo entre los
guineanos, si siguen malversando la economía de todos y negando la posibilidad
de que sea el pueblo quien elija a sus representantes; los cauces de acuerdo se
irán estrechando y las consecuencias son impredecibles.
Estamos en el punto de no
retorno. Nada volverá a ser como antes. La violencia engendra más violencia.
Frenen esta espiral de sinrazón y abran la mesa de dialogo. Nos estamos jugando
el futuro.
La gente, la población en general,
quiere un lugar tranquilo donde vivir. Los jóvenes desean tener oportunidades y
buenas perspectivas. Las familias no pueden prosperar en un ambiente tan
hostil. Nos jugamos mucho y ustedes solo saben dar bofetadas. Cálmense y
piensen que llegar a acuerdos es siempre mejor que una declaración de guerra.
No somos extraterrestres, somos
de Guinea Ecuatorial. Tenemos la obligación de hacer sitio para todos. Muchos
exiliados queremos volver y sabemos que, entre los de fuera y los de dentro,
hay talento suficiente como para hacer de nuestra Patria el lugar donde vivir
sin miedo a que nos violenten caprichosamente.
No olvidemos la comunidad
internacional que no invertirá sus esfuerzos en un país subdesarrollado,
corrupto, miserable y pobre, gobernado por una pandilla de matones. Dejen de
hacer el ridículo y tengan un mínimo de sentido común. No se pueden resolver
los problemas a disparos.
Está en nuestras manos. Todavía
están a tiempo de evitar una radicalización de las posturas. Favorezcan el dialogo, el entendimiento y silencien el idioma
de los tiros y las bombas.