En GUINEA ECUATORIAL no nos queda nada más malo por ver, lo hemos visto de todo: nos vemos pobres y hambrientos de enero a diciembre, hemos visto cómo torturan, encarcelan y matan a nuestros familiares. Sí, en nuestro país hemos visto cómo echan a ciudadanos de los puestos de trabajo por reivindicar sus derechos como ciudadanos; en nuestro país hay centenares de miles de personas a las que no se les permite trabajar sólo por criticar el estado de terror en el que el dictador ha convertido nuestro diminuto y bello país
Hemos visto y vivido, vemos y vivimos, todos los días como descaradamente un gerifalte del régimen conquista a una mujer casada, en muchas ocasiones, delante del mismo marido. Hemos visto y vivido como un hombre exige a una jovencita que le bese sólo por ser hijo o hermano de un personaje importante.
Cuando todo esta barbarie termine, en GUINEA ECUATORIAL la mayor parte de la gente deberá ser tratada por psicólogos, ya que resulta difícil dejar en el olvido las imágenes de cuatro militares entrando con un coche patrulla en el cementerio y ver cómo bajan del coche cadáveres en bolsas de plástico para enterrarles como si se tratase de unas cucarachas.
Aquí en GUINEA ECUATORIAL y mientras el dictador OBIANG siga en el poder, debemos olvidarnos de disfrutar de los más elementales derechos como personas y como ciudadanos, porque la maldad de OBIANG, su familia y apoyos no sólo consiste en violentar, marginar, torturar y matar, dejando al pueblo sin el derecho a la libertad, sino también privarlo del derecho a la buena salud, de disfrutar de una vida digna. Obiang con su reciente homicidio de nuestro conciudadano SALVADOR ALOGO NVONO, ha demostrado no tener el más mínimo respeto por la vida humana. Y lo sorprendente es que lo hace a plena luz pública y sin ningún tipo de consecuencias.
El propio hecho de llevar el cadáver de Salvador Alogo desnudo a su pueblo y dejárselo tirado en un camastro a la familia, agrava mas el crimen, ya que además quiere con ello infundir el terror entre sus familiares y entre el conjunto de la población, para que permanezcan postrados y en silencio.
Tras estos luctuosos hechos y la posterior demostración de fuerza y maldad del dictador OBIANG, preguntamos desde el Partido del Progreso y, creemos también que cada uno de los guineanos debe preguntarse:
¿EL PUEBLO GUINEANO DEBE SEGUIR BAJO ESTE REGIMEN DE TERROR?
¿QUÉ DEBE HACER LA OPOSICIÓN PARA TERMINAR CON EL TERRORÍFICO GOBIERNO DEL DICTADOR OBIANG EN GUINEA ECUATORIAL?
Respondiendo a las preguntas, en el Partido del Progreso sabemos que el pueblo ha sufrido y sufre demasiado, y, creemos que este pueblo ya debe empezar a disfrutar de sus derechos tras haber estando más de 53 años sometido por unos inhumanos dirigentes. Es momento de dejar el mundo de las imposiciones atrás, para abrazarnos a la soberanía popular: dejar que el pueblo decida por su futuro, escogiendo a los dirigentes que crea que puedan llevar mejor la gestión pública. Para que esto sea posible, y utilizando los argumentos de nuestro Presidente Armengol Engonga, solo es necesario que desaparezca Obiang y su partido complice, el PDGE.
Lo que ha venido bloqueando a la oposición hasta hoy, según mi opinión, ha sido y sigue siendo, el desordenado e infantil anhelo de protagonismo. Hemos llegado hasta hoy sufriendo los “efectos de la dictadura Obiang” porque todos quieren ser vistos como los mejores y en primera línea. Todos quieren ser presidente, y eso no es posible, ya que debe ser el pueblo el que los elija, y será solo uno de entre todos.
Si queremos ganar esta batalla, debemos ser humildes luchadores por la democracia y la libertad de nuestro pueblo, sabiendo que esta contienda la tenemos que librar todos juntos .
Si trabajamos por el interés general, podemos ser capaces de revertir la amarga situación que estamos padeciendo.
