martes, 21 de diciembre de 2021

GUINEA ECUATORIAL: FELIZ NAVIDAD Y LOS MEJORES DESEOS PARA EL AÑO 2022

Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial

 


Estamos en los últimos días de este año difícil y sorprendente. La pandemia, los cambios que hemos tenido que introducir en nuestras vidas como los encierros sin salir de casa, el cese de la actividad económica, las restricciones a la hora de estar con familiares y amigos, han sido muy duros, pero lo vamos superando. El 2021 ha sido la continuidad de un periodo desconocido para nosotros y aún seguimos combatiendo el dichoso virus. Además de todo esto, sumaremos que seguimos soportando las arbitrariedades de la familia Obiang, que es la que decide, entre otros atropellos, quién puede habitar el país y quién no. No quiero pasar por alto las terribles explosiones de los polvorines en el cuartel militar de Bata ni la vergonzosa ineptitud de un gobierno inútil y desastroso. A pesar de los pesares, cuando me reúno con mis compañeros de partido, me doy cuenta de que mantenemos la esperanza y el deseo de que la situación cambie a mejor a partir de un destello de cierta inteligencia política en los que usurpan el poder.



Todos estamos haciendo un esfuerzo importante para cambiar el curso de la historia de nuestro país. Este es un proceso muy delicado que no se puede dejar en manos de la improvisación ni creer que se va a resolver de una forma mágica.

Ya está bien, no es tolerable el que tantos guineanos padezcamos la cerrazón y el empecinamiento de una casta dirigente incapaz de administrar con decencia el patrimonio de todos nosotros. Muchos son los que quieren iniciar una aventura empresarial y muchos más los que queremos volver y trabajar en nuestra tierra sin vernos OBLIGADOS al exilio por culpa de la corrupción, la violencia institucional, los abusos de poder y la total falta de oportunidades.

Estamos demostrando una infinita paciencia con el régimen pero que no se equivoquen, el aguante de las personas tiene un límite. Queremos ayudar a que la transición a la democracia sea una realidad desde el diálogo, la comprensión mutua y el consenso. Tenemos la mano tendida para evitar que los odios se disparen y conseguir que podamos vivir en paz.



Solo pedimos sentido común, nada más. No somos los braceros ni los empleados de ninguna familia. Queremos ser dueños de nuestro destino sin las arbitrariedades a las que nos obliga el clan familiar de Obiang Nguema. No queremos seguir siendo rehenes de tanta incompetencia y ha llegado la hora de dar la palabra, el voto soberano, a todos los guineanos.

Nos encontramos ante una oportunidad perfecta para hacer una transición sin estridencias. Los políticos estamos preparados y el pueblo también. Lo único que necesitamos es que el régimen sea capaz de liderar un proceso que acabe en unas elecciones democráticas, sin trampas ni engaños.



Lo que más duele es lo mucho que vamos a echar de menos a los que nos acompañaron en este penoso viaje hacia la democracia, la paz y el progreso, pero no llegaron. Muchos quedaron en el camino, pero los hemos de mantener en nuestros corazones y en el recuerdo eterno. Como decían las crónicas antiguas sobre los guerreros muertos en la batalla: GLORIA Y HONOR POR SIEMPRE pues gracias a ellos podemos continuar nuestra marcha hacia un futuro cargado de oportunidades.

Vamos a comenzar un nuevo año y estoy seguro que contaremos con el apoyo entusiasta de todos los compatriotas. Nuestra formación política, el Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, está preparado para asumir su responsabilidad. Los hombres y las mujeres de la república también. Este es un proceso que tenemos que hacer entre todos. No vale mirar para otro lado y esperamos la altura política de todos en esta oportunidad de acabar con el mal gobierno.

Desde aquí envío un mensaje a los que detentan el poder para que ayuden y así eviten acciones radicales que no beneficiarán a nadie. Es la oportunidad para que este nefasto régimen se sume al deseo de tantas personas en Guinea Ecuatorial y podamos alcanzar la normalidad sin traumas ni miedos.

En nombre de los militantes del Partido del Progreso y en el mío propio, deseo a los guineanos, Feliz Navidad y que el año 2022 sea el regalo que todos esperamos. Está en nuestras manos el arranque de un periodo de prosperidad, respeto, Justicia y, sobre todo, de PAZ.