domingo, 9 de agosto de 2020

GUINEA ECUATORIAL NO ESTÁ CONDENADA A SER POBRE (II)

                        21 coches de lujo subastados, a la baja, a Teodorín: 21,9 Millones Euros 


Redacción El Confidencial


La dictadura: la única causa de la pobreza en Guinea Ecuatorial 


El empobrecimiento que ha sufrido Guinea Ecuatorial después de la descolonización por el efecto de sus dos dictaduras, es parecido al que se ha producido en otros países africanos allí donde se ha instalado una dictadura, aunque bastante mas acentuado en nuestro país.

Mientras que otros países africanos han ido abandonando sus regímenes totalitarios, Guinea Ecuatorial ha enlazado una dictadura con la otra.  Quizás aún más, ya que la segunda ha sido parte de la primera, con sus mismos actores, con sus mismos métodos, pero de forma mas sibilina y taimada.   

Nuestro hombre fuerte ha formado una nueva oligarquía de carácter militar, más violenta, mas represora y más corrupta que en la antigua colonia. El dictador de turno, Obiang Nguema, ha sabido utilizar muy bien tres elementos muy particulares de Guinea: 1º, la propia dominación colonial, en sus aspectos más negativos. Tales como la imposición de unas leyes que no habían emanado del propio pueblo, la preponderancia de los colonos sobre los colonizados y un cúmulo de injusticias e historias de violencia contra nuestro pueblo, que más tarde él mismo ha manipulado y exagerando, para después usarlas a su favor con fines propagandísticos. 2º, La dictadura de su tío Macías, con la que acabó Obiang  con un certero golpe de estado, ha sido otro elemento más que ha podido utilizar en su propaganda. En esos once “años de triste memoria”, como calificaba a la dictadura de su tío Macías,  se ha dado la triste coincidencia de que el propio Obiang era el jefe de las cárceles de Macías, teniendo un rol principal en aquel gobierno y el poder necesario para manipular los acontecimientos, encarcelando y matando a opositores, la mayoría de las veces a espaldas de su tío. Y 3º, el dictador ha utilizado también el africanismo más animista y radical; la brujería, el vudú y ciertos rituales con prácticas que incluyen el canibalismo, con el objetivo de tener amedrentado y controlado a nuestro pueblo. El objetivo es crear una sociedad sumisa y obediente, que en ocasiones no se cuestiona sus arbitrariedades y que incluso proclama a Obiang como “el nuevo dios en la tierra”. 

Con un pueblo abatido y paralizada por el miedo, la dictadura de Obiang ha encontrado las condiciones propicias para establecer un apartheid económico, por el que su exclusivo clan formado por familiares, pedegistas y allegados, controlan casi la totalidad de las riquezas del país, dejando a una parte mayoritaria de guineanos en la mas absoluta miseria.

En este contexto, muy parecido en todo el continente, las elites africanas se creen el derecho a establecer los patrones de comportamiento que los ciudadanos deben seguir, con independencia de normas, instituciones, plazos o limitaciones. 

En África, como en Guinea Ecuatorial, la carencia de marcos de referencia, debidos a la debilidad de las sociedades africanas, hacen que las decisiones de sus líderes carezcan de frenos autónomos y fiables. 

En este tipo de dictaduras no existen instituciones independientes, ni contrapesos de poder, ni leyes que acatar, el hombre fuerte es el que establece la normas a su antojo y, por supuesto en su propio beneficio y el de la elite que le acompaña. En palabras del propio Obiang "soy dictador porque soy el que dicta las normas". 

Cuando el Partido del Progreso en su programa político apuesta por  una democracia para Guinea homologable a la de Occidente y una economía de libre mercado abierta a la globalización, quiere con ello alejarse de todo aquello que ha permitido la proliferación de las dictaduras en Africa y entrar en el concierto de los países libres, en los que la libertad personal, la iniciativa y la capacidad creadora de las personas, constituyen los elementos esenciales que hacen avanzar a la sociedad. 

Los principios que emanan del cristianismo -catolicismo  y protestantismo- que defiende el Partido del Progreso, propician tanto el crecimiento económico de la sociedad como el respeto a las personas y a su libertad. Ello es debido principalmente a los dogmas y a las normas de comportamiento que de ellas derivan, concretamente a través de la responsabilidad individual y la capacidad de juzgar en conciencia. 

La libertad individual y los deseos de mejora, también económica, se convierten en mecanismos que justifican el trabajo, el esfuerzo y la obtención de frutos derivados de la dedicación y de la  generación de  riqueza, en una palabra, el PROGRESO de la sociedad.


Continuará....