Comunicado de MAIB
El Movimiento para la Autodeterminación de la Isla de Bioko, MAIB, quiere recordar que, el 21 de enero de 2019, se cumplen 21 años de los graves hechos de violencia gubernamental producidos en la Isla de Bioko, contra la población autóctona bubi, por parte del régimen militar y sanguinario que se instaló en el poder el 3 de agosto de 1979.
En el año 1998, durante la madrugada del día 21 de enero, unos cuantos jóvenes bubis hartos de la represión militar a lo largo de la Isla de Bioko en particular, y de Guinea Ecuatorial en general, toman la decisión de revelarse e iniciar un levantamiento contra la dictadura de Obiang Nguema. Atacan con armas de caza menor unos campamentos militares en el sur de la Isla, principalmente en Luba y Moka. Cuando el régimen confirma que los jóvenes rebeldes no disponen de material bélico, inicia una represión generalizada y sin precedentes en toda la Isla.
Fueron detenidos más de 800 bubis; hacinados en las cárceles públicas y periféricas, incluso algunos encarcelados en recintos secretos, torturados, saqueados, extorsionados, coaccionados, violadas mujeres, niñas y ancianas, mutilados algunos, asesinados en los bosques de Bioko cerca de 600 incluyendo expatriados africanos, cuyos cuerpos fueron enterrados clandestinamente, hubo muertos en la cárcel de Black Beach, incluso en la Comisaría Central de Malabo, se eliminó ese mismo año 98 algunos líderes del MAIB como Martín Puye Topepé cuando cumplía 26 años de reclusión mayor, en Costa de Marfil a Atanasio Bitá Rope Laesá en el 2006, juzgado en ausencia y condenado a muerte el 2 de junio de 1998 por el Tribunal Militar que presidió en mayo el juicio sumarísimo contra 117 bubis.
Muchos ciudadanos y expatriados no entendieron que, Obiang, a quien el Movimiento para la Autodeterminación de la isla de Bioko había hecho entrega de un Manifiesto del Pueblo Bubi cinco años antes, noviembre de 1993, reclamándole una mesa de diálogo para diseñar en consenso el proceso de democratización iniciado el 1 de enero de 1992, tenía su propio plan para acabar con las reivindicaciones políticas planteadas por nuestro Movimiento. Como acostumbra a decir en su círculo “el bubi no tiene página en la Historia de Guinea Ecuatorial”. Con los medios estatales a su alcance, y los intereses energéticos de las empresas multinacionales a sus pies, Obiang distorsionó la realidad de los hechos, convirtiendo un acto de rebelión contra su régimen sanguinario a una sedición contra el país para dividir a la población. Manipuló y mintió a través de los medios de comunicación del Estado y sus instituciones para enfrentar a los pueblos de Guinea Ecuatorial, y así poder doblegarlos fácilmente.
Una vez manipulada la opinión pública a través de los medios estatales, animó al cuerpo uniformado y de Seguridad del Estado, encabezando las acciones al Teniente Coronel Gabriel Nzé Obiang, a reprimir a la población bubi en general, acusándole de separatista.
21 años después, 2019, podemos escuchar cánticos contrarios a la política dictatorial, ya se reconoce y se comprende qué reclamaban los jóvenes bubis en 1998. Ya nadie aplaude al régimen de Obiang, ya todos somos oprimidos por igual, sufrimos las mismas peripecias, ya todos somos iguales ante la Ley, incluso lo ha recalcado el pasado 30 de diciembre 2018 su viceprimer ministro, encargado de Interior y Corporaciones Locales, Clemente Engonga Onguene, cuando dice que nadie debe ser responsable de los actos cometidos por otro, en este caso particular, un familiar, su propio hijo, Rubén Clemente Engonga. Pero hace 21 años, en 1998, se detuvo a más de 800 bubis por la acción de una veintena de jóvenes bubis. Se culpó a todos los bubis, incluso si eran del PDGE como fue el caso del diputado Marcelo Lohoso Besam, ingeniero agrónomo y directivo del Ministerio de Agricultura, quien fue torturado simplemente por ser bubi, cuyas lesiones físicas y psicológicas aún sigue padeciendo. En la actualidad, Clemente Nguema Engonga Onguene pretende dar lecciones constitucionalistas cuando un tornado ha pasado por su hogar: “no debe ser culpado por lo que haya hecho su hijo”, en referencia al supuesto golpe de Estado de diciembre de 2017.
Si hoy escuchamos las voces que claman libertad en todo el país, cabría preguntar por qué se reprimió a los bubis en 1998. Se habían revelado para luchar y derrocar al régimen anti-democrático que mal gobierna el país.
Es Obiang, con la complicidad de los mandos militares del Ejército, quien viene marcando la vida política y social, educativa, sanitaria, cultural, laboral, etc. del país desde hace 40 años. Y muchos de sus adeptos, aun siendo civiles, con el principio de “ser vigilantes de la paz”, son parte del sistema represor. En 1998 cometieron barbaridades contra una población indefensa. Aplaudieron la humillación infringida a la población bubi “en su propia tierra”. En definitiva, se solidarizaron con Obiang y su política represiva, étnica y tribal.
Señores, Obiang y su régimen militar seguirán allí hasta que comprendan que los derechos no son para unos cuantos, sino para todo el mundo. El bienestar de uno no debe suponer la desgracia de otro. Hoy los bubis, socialmente están marginados, como ya señaló el mismo Obiang, no tienen parte en la República de todos.
En recuerdo de este fatídico día, 21 de enero, quiero aprovechar dar mis felicitaciones del nuevo año 2019 a todos aquellos que han creído y siguen creyendo que el cambio en Guinea Ecuatorial es posible, no solo en el plano político, sino también en la convivencia interétnica e integración social.
Que cada uno en su interior tenga un minuto de silencio, para echar una mirada retrospectiva de nuestra propia trayectoria. El camino está siendo largo y cansado, pero nada es permanente bajo este sol que nos da vida.
Aprovecho la ocasión para deciros que no pierdan la esperanza, aún el cambio es posible, aunque si miramos 21 años atrás, como los 50 años de la independencia de Guinea Ecuatorial, diremos que el pasado siempre fue mejor. En cambio, el futuro será mejor que el presente.
Malabo, 21 de Enero de 2019
Weja Chicampo Puye
Coordinador General MAIB