Oposición guineana exiliada en España, 2 de Diciembre de 2018.- Guinea Ecuatorial es un sitio pequeño, donde todo se sabe, estábamos esperando la llegada de 20 sicarios dispuestos a atentar contra los opositores aquí en España. Hasta sus propias familias y los allegados a estos asesinos, nos han avisado de su llegada. Después de un seguimiento y finalmente la confirmación de que ya habían arribado a España, se ha comenzado a publicar a través de las redes. Precisamente en el aeropuerto de Madrid-Barajas algunos opositores estaban apostados para confirmarlo, de forma fehaciente y tomar algunas fotografías.
También en Sevilla hemos sabido de la llegada, el sábado por la mañana, de Manuel Miko, un ex militar de Mongomo, ahora alférez y comisario de policía, que había sido entrenado en Suazilandia.
El Partido del Progreso ha alertado de esta llegada a sus afiliados distribuidos por toda España, recomendándoles presentar una denuncia en sus correspondientes comisarías, y así se ha hecho.
Tanto los servicios secretos, como la policía ya sabían de su presencia de estos energúmenos y les han estado "pisando los talones". Según hemos tenido información se ha efectuado una redada policial en un bar de Fuenlabrada, frecuentado por guineanos, para interceptar a estos asesinos.
Es posible que la acción de los servicios secretos y de la policía haya podido, o pueda, desbaratar sus planes asesinos.
Por otra parte existe verdadera incertidumbre por saber de que bando, dentro de la dictadura proceden. El hecho de que Ricky, un expulsado del PDGE por Obiang, sea el cerebro de esta operación, se presta a muchas elucubraciones y muchos opositores están pensando que estos asesinos pertenecen al bando enfrentado a Obiang y que están dispuestos a echarle del poder para quedárselo ellos (de forma dictatorial, por supuesto). Parece ser que este bando no aprueba que Obiang quiera entablar negociaciones con la oposición democrática exiliada.
Sea lo que fuere, la realidad es que las consecuencias de las luchas intestinas del régimen dictatorial pueden pagarlas de nuevo la oposición exiliada que apuesta por una transición tranquila y pacífica hacia la democracia.