domingo, 14 de octubre de 2018

YO ESTUVE ALLÍ: CRONICA DE UNA REBELIÓN


-El 12 de Octubre de 2018 se recordará como el día en que se inició la rebelión contra la dictadura de Obiang Nguema.
-Guineanos y guineanas venidos de todos los rincones de España, haciendo un ímprobo esfuerzo económico, se dieron cita en la CONCENTRACION frente a la embajada de Obiang en Madrid.
-Era muy difícil mantener la rabia contra la dictadura, que todos teníamos acumulada desde hace ya mucho tiempo
-Jóvenes del Partido del Progreso,"autistas","barrenderas" y activistas voluntarios, trabajaron para que la concentración   fuera todo un éxito.

Exilio guineano en España, 13 de Octubre de 2018.- Cuando, una hora antes,  llegamos al escenario de la concentración para ir disponiendo las pancartas, los aparatos de sonido y el resto del material que íbamos a distribuir entre los concentrados, nos encontramos  toda la avenida de Pío XII tomada por la policía, no imaginábamos que  podía existir semejante despliegue para una concentración de unos guineanos en la puerta de la embajada de un pequeño país, Guinea Ecuatorial. Después, cuando vimos venir  toda la comitiva real, con Felipe VI en el interior del Rol Rolls-Royce para asistir a los actos del Día de La Hispanidad, por fin comprendimos el motivo de tal despliegue policial. No dejó de ser todo un símbolo, que  ese mismo día, 50 años antes habíamos recibido nuestra ansiada independencia de la mano de las autoridades españolas y que fuera a ser tan desgraciada y frustrante para el pueblo de Guinea Ecuatorial. 

Al final se llenó toda la avenida de un público de guineanos: muchos jóvenes, sobre todo mujeres, líderes de los partidos políticos, activitas y guineanos de a pie. En los corrillos que se iban formando se notaba el ánimo, el compromiso y la buena disposición para afrontar una mañana de protesta contra la dictadura de Obiang Nguema y precisamente frente a su embajada, allí en los dominios del dictador y de sus secuaces.

Las mujeres activistas improvisaron un simbólico mausoleo, con gran número de cruces dispuestas en el suelo con una pequeña vela encendida. Ese improvisado campo santo se convirtió en el punto central y de referencia de todas los concentrados.

La concentración supuso una intensa jornada de reivindicación, de protesta y sobre todo de solidaridad con todos nuestros hermanos, que atrapados en el interior del país, están padeciendo la crudeza de un impresentable  régimen dictatorial  que solo tiene parangón con la dictadura de Corea del Norte. Fue también un acto de convivencia, de unidad y de solidaridad entre todos. No ví  ningún tipo de rencilla, discusión, ni reproches por parte de los diferentes líderes opositores presentes. De forma espontánea se fueron dando los turnos de intervenciones de los diferentes representantes políticos y también de todo aquel concentrado que quiso hacer uso del micrófono, que al final fueron muchos.   

Toda la rabia contenida, así como los fuertes sentimientos de impotencia y frustración, hicieron que cuando el personal de la embajada saliera a la puerta acompañados de algunos matones que nos miraban con desafío y chulería, muchos concentrados, sobre todo las barrenderas, atravesaron la transitada calle y le lanzaron a la cara escobas, cepillos y todos los sacos llenos de residuos que simbolizaban la porquería de la dictadura, el personal de la embajada rápidamente se escondió dentro de la legación y sobre esta embajada del mal calló una lluvia de objetos, basuras, gritos e insultos varios. Hay que decir que de alguna forma contamos con la complicidad de la policías, que incluso nos animaban a continuar con el escrache.

No se puede decir que al final la concentración degenerara en violencia, ya que todo el tiempo fuimos muy respetuosos con  las indicaciones de la policía y no hubo ningún intento de asalto a la embajada, ni se lanzaron piedras u otros objetos que pudieran herir a los ocupante de la legación. 



Por un momento entendimos  que aquella embajada simbolizaba la dictadura en su conjunto, y que delante de nosotros estaban los que habían provocado aquellas muertos que estábamos honrando, aquellos que están tiranizando, secuestrando y matando a nuestra gente.

Fue la memoria de los asesinados a manos de la dictadura: padres, madres, hermanas y hermanas hijos e hijas, lo que nos hizo no quedar indiferentes y lanzarles basura a la cara y escupirle a aquella gente que considerábamos parte de la dictadura. Demostrarles con los hechos que ya estamos hartos, que nuestra paciencia ya  se ha colmado y que pedimos el fin de la dictadura. 

¡Obiang vete ya¡, fue el grito que mas más se oyó. Creo que demostramos  que si todos seguimos unidos presionado a esta pandilla de cobardes y asesinos, seguro que todos saldrán huyendo de miedo fuera de nuestro país.

¡¡¡OBANG,  VETE YA¡¡¡…¡¡¡OBIANG, VETE YA¡¡¡….