domingo, 1 de julio de 2018

ANÁLISIS SOBRE LA MESA DE DIALOGO

                        Imágenes de la fracasada V Mesa de Diálogo Incluyente

Redacción el Confidencial.

Cada vez que el gobierno de Obiang Nguema se encuentra en dificultades -y en estos momentos le acucian los problemas- el dictador se saca un conejo de su chistera, convocando sus célebres mesas de diálogo. Lo mas lamentable es que algunos partidos, personas e instituciones, conocedores de la realidad, acuden solícitos a su llamada para sacarle del apuro. 

Esta misma situación lleva mucho tiempo repitiéndose y siempre de la misma forma: Obiang convoca su mesa de dialogo -van ya seis- amagando que quiere cambiar; los mismos partidos anuncian su presencia; igualmente las mismas instituciones la apayan con entusiasmo; también algunos personajes, muchos de ellos ex-altos cargos de la administración española, se suman a la iniciativa y por último, los mismos opositores, los exiliados, la rechazan.  

Siempre los mismos argumentos, las mismas mentiras, los mismos  engaños, y al final, los mismos incautos vuelven a caer en la trampa del dictador. Nada ha cambiado, ni están dispuestos a cambiar. Obiang y sus sucesores quieren mantener la dictadura con el objetivo de   seguir  esclavizándonos.

Es obvio manifestar que los exiliados, partidos políticos, activistas y personas individuales, encarnan los auténticos valores democráticos y representan la genuina oposición al dictador. Son aquellos que no han querido inclinar su cabeza ante Obiang Nguema, prefiriendo la ignominia y el infierno  de un exilio forzado. Todos quedan excluidos de esta "fiesta".   

Los exiliados queremos que la dictadura termine, no que evolucione. Queremos que desaparezca para siempre de la escena  política guineana el régimen dictatorial, violento y podrido que sigue manteniendo el clan familiar de los Nguema, junto a un partido, el PDGE, y un sinnúmero de allegados y enchufados, dispuestos a no perder sus prebendas. 

Todos saben que sin la presencia de los exiliados las mesas de dialogo no tienen sentido. Obiang es plenamente consciente de ello y por ese motivo  ha conseguido atraer a su harén -con engaño y con su dinero- a algún que otro incauto líder político. En este momento ya no es posible que el dictador vuelva a engañarnos. Los activistas, los/as audistas y muchos otros guineanos a título individual, han tomado los medios que nos ofrece Internet para  acabar con la dictadura de Obiang Nguema. Por otra parte, los cinco partidos políticos exiliados mas relevantes, han unido sus fuerzas, dispuestos a impedir que Obiang vuelva a perpetrar un nuevo engaño. 

Ahora a Obiang solo le quedan dos opciones: primera, cosechar otro rotundo fracaso -y no está para muchos reveses- con su fracasada Mesa de Dialogo y segunda,   volver a reformular su MESA, estableciendo las condiciones que la oposición exiliada le está pidiendo. La existencia es clara: que Obiang  abandone el poder para que los guineanos decidamos nuestro futuro.