Por Juan Cuevas, Secretario de Formación del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial.
Para ver solo hace falta mirar y parece ser que
existen políticos y gobernantes que no quieren mirar para no ver la realidad
de Guinea Ecuatorial. Aquí se cumple a la perfección aquella sentencia de
un refrán español, de que “no hay peor ciego que el que no quiere ver”.
Y lo que está ocurriendo en Guinea Ecuatorial es una monumental tragedia que va
aumentando a medida que la dictadura ve peligrar su continuidad. Es lo que
siempre ha pasado con los dictadores, que cuando vislumbran su final se ponen
muy agresivos y son capaces de todo, con tal de no dejar el poder.
Ya han pasado aquellos años en que Obiang
engañaba fácilmente, bien porque muchos mandatarios y parte de la opinión
pública, eran algo incautos, bien porque les interesaba dejarse llevar por el
engaño. Actualmente, y eso se lo debemos en parte al buen trabajo de la
oposición, nadie puede manifestar no estar enterado, porque es ya un secreto a
voces, lo que existe en Guinea Ecuatorial es una dictadura y de las duras.
Aunque Obiang sigue gastando auténticas fortunas en
pagar a lobistas para lavar su imagen y ensuciar a toda la oposición
guineana mostrando las pruebas del soborno de algunos partidos del
interior que han decidido dar la espalda al pueblo y hacerle el juego al
dictador. Por nuestra parte hemos dejado bien claro que la mayoría de los
partidos de la oposición están limpios de la corrupción de Obiang y
trabajan seriamente para acabar con la dictadura.
Todos los que luchamos para intentar cambiar las cosas en Guinea Ecuatorial, tenemos que presionar a aquellos políticos que todavía siguen dulcificando el régimen dictatorial de Obaing Nguema. El dictador tiene que verse solo y sin apoyos de ningún país ni de político alguno. Tiene que experimentar el repudio de la opinión pública internacional y de todos los gobernantes. Si esto no ocurre Obiang, se puede envalentonar y hacer mucho daño a nuestro pueblo.
Todos los que luchamos para intentar cambiar las cosas en Guinea Ecuatorial, tenemos que presionar a aquellos políticos que todavía siguen dulcificando el régimen dictatorial de Obaing Nguema. El dictador tiene que verse solo y sin apoyos de ningún país ni de político alguno. Tiene que experimentar el repudio de la opinión pública internacional y de todos los gobernantes. Si esto no ocurre Obiang, se puede envalentonar y hacer mucho daño a nuestro pueblo.
El Presidente del Partido del Progreso, Severo
Moto, siempre ha manifestado que es más beneficioso para los gobiernos y
empresas extranjeras operar limpiamente y sin corrupción. Unas
relaciones comerciales con gobiernos democráticos son mas fructíferas para
todos, que trabajar con dictadores. Hemos podido comprobar, como muchas
empresas que están operando en Guinea Ecuatorial, lo hacen zambullidas en la
corrupción de Obiang y aquellas empresas que lo han querido hacer desde la
limpieza, al final han salido perdiendo, dándose la circunstancia de haber
tenido que salir de Guinea dejándolo todo o incluso ser
encarcelados.
Obiang actualmente tiene dos salidas, una de ellas es sentarse con
Severo Moto, para llevar a cabo una transición pacífica, sin derramamiento de
sangre y sin posteriores revanchas. Propiciar un encentro entre todos, una gran
reconciliación de unos con los otros, dejando que solo la justicia
penalice todos los delitos de sangre y las fragantes injusticias cometidas
contra nuestro pueblo. La otra salida es mejor no contemplarla.