sábado, 15 de noviembre de 2014

LOS GABONESES PIDEN LA DIMISIÓN DE ALI BONGO

Varios heridos y detenidos al dispersar la policía una manifestación en Gabón

27-01-2011 / 11:00 h EFE
Las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos y golpearon con porras a los manifestantes, que apoyaban a su líder ante la sede del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), donde se refugia, informaron emisoras de radios regionales.

Según las mismas fuentes, los manifestantes se habían concentrado frente al PNUD desde la madrugada y, al amanecer, las fuerzas de seguridad actuaron contra ellos, hirieron a varios y detuvieron a una treintena.

Obame, que denunció fraude en las elecciones de 2009, en las que se impuso oficialmente el actual gobernante, Ali Bongo, se considera vencedor de aquellos comicios y el martes prestó juramento en un acto al que asistieron sus seguidores y en el que anunció el nombramiento de un primer ministro y la formación de un gobierno.

El líder opositor dirigió también una carta al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, para pedir su reconocimiento como presidente de Gabón, del mismo modo que la comunidad internacional ha admitido a Alassane Ouattara como presidente electo de Costa de Marfil, pese a que Laurent Gbagbo se niega a dejar el poder en ese país.

El Gobierno gabonés acusó a Obame de "alta traición" y anunció la disolución de la Unión Nacional, el partido político que lidera.

Según los resultados proclamados en octubre pasado por el Tribunal Constitucional gabonés, Ali Bongo ganó las elecciones con un 41,79 por ciento y Pierre Mamboundou fue el segundo candidato más votado con el 25,64 por ciento.

Obame logró, según esos resultados oficiales, el 25,33 por ciento de los votos en los comicios y recurrió a la máxima instancia judicial para pedir la anulación de las elecciones, al considerar que había habido un "fraude masivo" a favor de Bongo.

Ali Bongo, de 51 años y elegido por un mandato de siete años, es el primogénito de Omar Bongo, que falleció en junio del pasado año en una clínica privada de Barcelona, tras 42 años al frente de un régimen autoritario en Gabón y acusado de graves actos de corrupción.