lunes, 7 de julio de 2014

MESA DE NEGOCIACIÓN

                                                  


Exilio en España 7 de julio de 2014.- Una vez apagados los ecos de las visitas que han llevado a cabo a nuestro país, tanto el Presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, como posteriormente el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, acompañado del expresidente del Congreso José  Bono y del exministro de Exteriores, reconocido amigo de Obaing, Miguel Ángel Moratinos, podemos hacer una valoración sosegada de lo que ha podido suponer para nuestro pueblo, positivo o negativo, este aluvión de visitas de altos dirigentes españoles.

En cuanto a la primera visita, la del Presidente Mariano Rajoy, pretendimos de alguna forma influir en la agenda de Rajoy, mediante la convocatoria de la manifestación del  día 23 de junio, junto a CORED, llevada a cabo frente al Ministerio de Asuntos Exteriores de España, en la que entregamos un manifiesto dirigido al Presidente del Gobierno, firmado por todos los presentes. Al parecer, y según hemos podido comprobar, este documento le fue entregado  en sobre cerrado a Obiang.

En la segunda visita, o el aterrizaje en nuestro país de destacados miembros del PSOE, hemos guardado un prudente silencio, a la vez que conteníamos la respiración, ya que, no olvidamos las desastrosas consecuencias que ha tenido para la oposición exiliada las visitas continuadas del mas ferviente defensor del dictador , el inefables Miguel Ángel Moratinos, "migueangel" para Obiang. A pesar de haber sentido ese primer escalofrío, también "hemos querido confiar"  que de alguna forma podían ejercer sobre Obiang algún tipo de presión, de cara a facilitar el  futuro proceso de democratización de Guinea Ecuatorial, máxime si entre los visitantes se encontraba  todo un expresidente del Gobierno de España.


De la propuesta de mesa de negociación, que conjuntamente con CORED hemos lanzado públicamente a la palestra, ya ha habido suficiente respuesta del partido único que sustenta al régimen, PDGE, y del propio Obiang, en su discurso con motivo de la celebración del 28 aniversario de este partido. El dictador ha reconocido la necesidad de dialogar con la oposición, manifestando su intención de abrir un proceso de diálogo, pero como nos tiene acostumbrados, para ser él  árbitro y orientador del mismo. Pura distracción y engaño, como siempre. 

Es intolerable que Obiang, haya descalificado a la oposición exiliada llamándole perros, "perros que ladran mientras ven pasar el tren" y que la culminación del proceso de negociación suponga, según ellos, el retorno a Guinea Ecuatorial para pedir perdón al dictador e integrarse en el partido único, como los últimos casos públicos de deserción de otros partidos y reinserción en el PDGE, que nos han mostrado estos últimos días los medios de comunicación de la dictadura.

Obiang y sus comparsas han vuelto a atacar de nuevo al líder del Partido del Progreso, Severo Moto, al que tienen verdadero pánico, ya que jamás lo han podido callar, ni con su dinero, ni con su veneno. Por esto nos parece normal que quieren ningunearle o le descalifiquen con   toda clase de improperios. Mas aún, debe ser un honor ser temido y hasta odiado por el principal enemigo de nuestro pueblo, eso significa que estamos en el lado bueno. Que otros líderes y partidos que dicen estar en la misma lucha,   y  manifiesten su intención  de excluir -según ha aparecido publicado- al Presidente del Partido del Progreso y se sumen también a la descalificación que propala el régimen contra su sempiterno opositor, parece obedecer a una especie de esquizofrenia que algún día tendrán que explicarnos.  

El proceso de negociación con la dictadura que los exiliados políticos hemos planteado, es consecuencia: primero, de la presión internacional sobre el régimen y el repudio del mismo por la mayoría de los países y organismos internacionales, segundo, por el propio agotamiento del régimen y tercero, por el agravamiento de la represión política, los encarcelamientos y asesinatos que se están multiplicando en los últimos tiempo. El régimen dictatorial de Obinag ya no es viable, ni soportable por la comunidad internacional y  sólo falta acabar con uno de los últimos reductos donde el poder político se ejerce a base de represión y de muerte.

Por tanto, la mesa de negociación que reclamamos es una salida civilizada y humanitaria, tanto para los que están ejerciendo la represión, como para los que la sufren. Solicitamos que Obiang se vaya, pero que no deje tras de sí un reguero de terror y muerte. Le ofrecemos la oportunidad de abandonar el poder y exiliarse a otro país. Abandonar el poder, desmantelar toda la estructura dictatorial y represiva. Deshacer un régimen clientelar, corrupto e inhumano, iniciándose un proceso de democratización de todos los estamentos de la sociedad, en todo el conjunto del país y para todos los guineanos, sin distinción de etnia, grupo social o de creencia. Como podemos comprobar este planteamiento de diálogo, que proponemos la CORED y el Partido del Progreso, dicta mucho del que parece estar  dispuesto a iniciar  el dictador.

Por otra parte, tampoco vamos a aceptar mesas de diálogo planteadas por los partidos del interior, integrados en la órbita del PDGE, o  aquellas  iniciativas que vayan "de la mano de Obaing", tal como rezaba la primera convocatoria de la mesa de partidos propiciada por CPDS, en el famoso "Manifiesto de Madrid". No vamos a aceptar cualquier tipo de acuerdo o negociación que suponga la pervivencia de la dictadura o la simple evolución de la misma, con los mismos actores, porque habríamos cerrado en falso y contribuido a la creación de otra dictadura, quizá con otras formas y con caras diferentes, pero dictadura al fin.

En la historia de los dictadores parecen repetirse de forma mimética las mismas circunstancias. Todos aquellos -opositores- a los que Gadafi llamaba "ratas", se convirtieron en los liberadores del pueblo, por el contrario, él corrió la misma suerte que estos animales: fue cazado en una alcantarilla. ¿Cuál será la suerte que le espera a aquel que llama a sus opositores "perros"?. Si Obiang acepta la mesa de negociación que la oposición le ofrece, quizá pueda cambiar su historia personal y la de nuestro pueblo.