miércoles, 7 de mayo de 2014

¿“ESQUIZOFRENIA”, O ENFADO GENERAL CON OBIANG NGUEMA?


  Moratinos ha rendido permanentemente pleitesía al dictador Obiang Nguema

Severo-Matías Moto Nsa, Periodista, Presidente del Gobierno en el Exilio del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial.

Lo más normal es que fuera un español, el Gobierno español, Congreso,  Institución política española, o un representante del pueblo español quien contestara el artículo de Miguel Ángel Moratinos, publicado en el periódico “El Mundo”, bajo el título: “Esquizofrenia hispanoguineana”, referido a las relaciones entre España y Guinea Ecuatorial.


El artículo es un claro enfado del autor contra la actitud de claro rechazo que tanto el pueblo español (¡¡Obiang, Vergüenza¡¡ que apareció en un balcón de Madrid, para saludar a Obiang en su última aparición en España); como de las Instituciones españolas (El Congreso de Diputados español rechazó la firma de Obiang Nguema, en su libro de Oro, en 2006); como el Estado español (cuyo máximo  exponente ni saludó a Obiang Nguema en público, ni le invitó a defender el español en Bruselas); como el Gobierno español cuyo Presidente se negó a cenar junto a Obiang Nguema en el encuentro Europa-África en Bruselas.
A este claro rechazo del pueblo español y sus instituciones, al dictador Obiang Nguema, hay que añadir, la desafección y rotundo rechazo que expresa el propio pueblo guineoecuatoriano, desde su ahogado grito estampado en pancartas y manifestaciones públicas: ¡Obiang, vete ya!

No parece muy acertado el calificativo de “esquizofrenia” que Moratinos  da al rechazo, repulsa y enfado con que el pueblo guineano, primero, y España, consecuentemente, vienen tratando  al sátrapa Obiang Nguema Mbasogo.

¿Cómo no va a llenar de curiosidad y extrañeza el hecho de que cuando, España, el pueblo guineano, y hasta la opinión pública internacional, le han trazado la frontera de lo admisible y aguantable, a un dictador, salga siempre a la palestra de defensa, protección y mimo del dictador un solo español, ex ministro, amigo confeso, sí, de Obiang Nguema.? La pregunta cae por su propio peso. Una pregunta muy guineana ¿Qué hay, o qué no habrá debajo de todo esto?.

Moratinos pretende envolver su defensa de Obiang Nguema con ese débil lugar común, ese inconsistente  y volátil “polvo de la madre Catalina” que pretende decir que rechazando a Obiang Nguema se rechaza a Guinea Ecuatorial. Nada más falso y más lejos de la realidad. Algo que puede llegar hasta a ofender al pueblo guineano. (Ya sabe que “no ofende quien quiere, sino quien puede…”)

La verdadera esquizofrenia “hispanoguineana”, ni empieza ayer, con la cuestionada y casi burlesca presencia de Obiang Nguema en los funerales por el alma de Don Adolfo Suárez, a quien Obiang Nguema demostró tanto odio que estuvo a punto de acabar con él en la pista del aeropuerto de Malabo… La esquizofrenia hispanoguineana no comenzó anteayer, cuando para “liberar” al pueblo guineano de un dictador civil (Macías Nguema) nos impusieron a un dictador militar (Obiang Nguema).

La verdadera esquizofrenia hispanoguineana comenzó con la descolonización que, lejos de desembocar en las libertades, los derechos humanos y el desarrollo del pueblo guineano, nos abocó a una llamada “independencia”  eufemismo de caos, el abandono y casi a la imposibilidad de conectar con las libertades, los derechos humanos o el desarrollo. No es nada descabellado afirmar que con la descolonización (tan desastrosa, que eminentes políticos españoles reconocen que: “Aquello lo hicimos muy mal”) la relaciones hispanoguieanas no solo comenzaron a sufrir “esquizofrenia”; sino que dejaron de existir dichas relaciones; abandonaron el terreno humano, político, de honestidad y moralidad, para centrarse, exclusivamente, en el terreno de los “intereses económicos”. EL DINERO.

Por eso resulta poco menos que ofensivo para el pueblo guineano hablar de relaciones entre España y Guinea Ecuatorial, solo para “quedar bien” y ocultar en el  baúl de la “Materia Reservada” el tufo que despiden las relaciones entre España (o quizás entre algunos españoles) con Obiang Nguema Mbasogo. No es lo mismo relaciones con Obiang Nguema (limitadas a los intereses económicos, trapicheos, corruptelas y robos, que eso sí que existe y es vigente) que relaciones entre España y  Guinea Ecuatorial. Un pueblo que no solo no entra; sino que está excluido de  ese juego España- (algunos españoles)- Obiang Nguema.

Cuando se lee en el artículo de Miguel Ángel Moratinos la referencia a “Philipinas”, advirtiendo al “mundo mundial”, sobre el peligro de la “filipinización” de Guinea Ecuatorial, cualquier español o guineano, desconocedor de lo que pasó con Filipinas, lo mínimo que se le ocurre preguntar es: ¿Pero es que Filipinas se vio en la misma situación de abandono que Guinea Ecuatorial, y optó por relacionarse con los Estados Unidos de América?

Si la lengua, es tan elemento de identificación, casi como el ADN, es evidente que abandonar la lengua es un inicio de cambio de identificación. Ha sido letal y perniciosa la desaparición de la presencia española en  el mundo guineano de la enseñanza, de la educación, la formación, la preparación cultural y  la influencia, no solo en la sociedad guineana;  sino incluso en el entorno africano que rodea a Guinea Ecuatorial (Antes nos llamaban, con mucho respeto: “PAÑÁ”, españoles; ahora nos llaman, con mucho desprecio: “EQUATÓ” -¿qué es eso?-) Para gran fortuna del pueblo guineo, y a pesar de la absoluta despreocupación por cuidar, alimentar y potenciar la lengua española en Guinea Ecuatorial (Obiang Nguema -de origen gabonés- no es, ni muchísimo menos, el mejor mensajero guineano del peso del español en África…) Digo que para fortuna nuestra, la lengua española sigue una tabla de salvación a la que se aferran como signo de prestigio y peso internacional, tanto los niños, como los viejos, en Guinea Ecuatorial. Es verdad que, escuchar a los locutores jóvenes de la radio y la televisión de Obiang Nguema  y de su hijo Teodorín (únicos monopolistas de los medios) en Guinea Ecuatorial, hay razones para el miedo de “filipinizacion” de Guinea Ecuatorial. Y el llamado “pichinglish” (inglés, al fin y al cabo) acabará siendo el principal trampolín y catapulta de los guineanos hacia la conquista de otras alturas, en el mundo.

Y eso no se conjura (a lo mejor, ni hace falta) abandonando a Guinea Ecuatorial en el terreno humano, de preparación y formación de cuadros; no se ataja pensando, o incluso evitando que lleguen otros guineanos a la dirección del país; porque podrían ser más “filipinistas”; desde luego con lo que no corrige el peligro de “Philipinización” de Guinea Ecuatorial, abandonando a Guinea Ecuatorial y ciñéndose a la protección de Obiang Nguema y los intereses económicos que ese despide y supura.

Y, si  los americanos; o los franceses; o los alemanes; o los ingleses; o  los japoneses; o los chinos; o los indios; o los rusos; o los polacos; o los esquimales; o la ONU, (OTAN incluida) llegaran a Guinea Ecuatorial, y, además de cebarse, como otros, solo en los intereses económicos de Guinea Ecuatorial, nos ayudaran a salir del marasmo en el que nos han metido Obiang Nguema y sus LOBBIES, la pregunta sería clarísima; quizás más clara y contundente en “pichinglish”: 
¿EFI NA YU? (¿ SI FUERAS TÚ? ¿Qué harías?
El cuerpo nos pide a los españoles y a los guineanos que España encuentre, entre todos, y aplique una solución inteligente para Guinea Ecuatorial.