sábado, 18 de enero de 2014

EL MARTIRIO DE CIPRIANO NGUEMA MBA


                                            


                                            -ANALISIS-

Todas las prisas  por sacar a Cipriano Nguema Mba del martirio que está sufriendo en las mazmorras de Obiang Nguema Mbasogo, son ya pocas, y llegan tarde. Una y otra vez hemos señalado la saña, la voracidad y la despiadada furia con que trata Obiang Nguema a todo el que (siendo, sobre todo, de Mongomo) se niega a someterse a sus órdenes de dictador. (Sus apoyos y lobbies exteriores que le ayudaron a dar el golpe de estado contra su tío Macías –el 3 de agosto 1979- le aplauden cuando afirma: “Yo presumo de ser dictador…”)

Nombres como Kona, Engang,  Eloy Eló Nve, Fructuoso Mba Oñana, etc. etc… hasta Macías Nguema (de Mongomo) forman parte del terrible reguero de personas de todas las etnias, tribus del país sacrificadas por Obiang Nguema, 11 años con Macías hasta sacrificarlo; y 35 años, solo. El Presidente de Guinea Ecuatorial, impío dictador, mata a mansalva a todo aquel que supone podría disputarle, eficazmente y democráticamente, el poder. Ha descartado la liza y competición en las elecciones limpias y democráticas que nunca podría ganar (Sus apoyos y lobbies exteriores, lo saben, y le aplauden siempre sus violentos pucherazos electorales militares) Obiang Nguema, que a los cuatro vientos ha proclamado, una y otra vez que nunca abandonará el poder, como no sea por un golpe de estado, como el que propinó a su tío Macías. (Sabe que sus apoyos y lobbies exteriores, aplauden, con  orejas de elefante, esta “valiente” decisión militar) Consecuente con esta declaración militar de guerra, Obiang Nguema no entiende de diálogos, conversaciones, procesos de democratización, salida institucional al régimen ni elecciones que, evidentemente, no le sirvieron para tomar el poder, el 3 de agosto de 1979, aupado por sus amigos exteriores (hoy agrupados todos en un poderoso lobby de férrea protección al dictador)

Cipriano Nguema Mba, está atrapado en manos de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, después de haber huido de varios zarpazos anteriores, incluso habiéndose escapado, en otros momentos de las cárceles de Obiang Nguema. Recubierto de la leve capa de “protección” del asilo político en el pulmón de la democracia europea (Reino de Bélgica) su caída en las manos de Obiang Nguema, pariente lejano-dicen- del despiadado dictador; con la traicionera colaboración -bajo soborno de 10 millones de dólares- de una potencia africana, la acción de protección internacional ya llega, evidentemente tarde, desde el momento en que todas las informaciones, aseguran que está siendo sometido a tortura. Muy difícilmente se puede esperar una acción eficaz de la comunidad internacional para evitar su muerte. El tiempo está en sus manos,y lo maneja exclusivamente y a placer, Obiang Nguema.

El modus operandi que, todos sabemos, utiliza Obiang Nguema en casos como estos y porque  se trata de una persona cercana, tanto por línea familiar (africana) como por el clan y más aún por ser militar, es:
Pago de dinero al país de turno, para la detención, secuestro, extradición y entrega furtiva al dictador; quien no pierde momento y oportunidad para plantarse ante el desgraciado y demostrarle su poder, restregándoselo en las narices. Y, de paso, demostrándole la inutilidad de buscar refugio o asilo fuera del país; pues él puede más que  todos.
Uno de los signo inconfundibles de que se va a proceder a ejecuciones de las víctimas, es cuando, de pronto se aparta el Presidente y finge un viaje al exterior. Lo que siempre se produce tras impartir las oportunas órdenes de matar y “mandar al infierno” (frase muy suya) a los detenidos.
Acto seguido la malograda víctima queda a libre disposición de los torturadores; siempre borrachos y ciegos de droga y alcohol, que se encargan de  esquilmar y destrozar a golpes a la víctima (aplicándole diversas formas de tortura, aprendidas en Cuba, Etiopía, Marruecos. En medio de los estertores y lastimeros gritos de dolor y desesperación, la víctima es interrogada, primero para que hable y se confiese solo. Siguen las preguntas sobre sus compañeros y amigos; finalmente se le recomienda que cite y acuse a tal o cual persona interesada, como inductor, partícipe o conocedor… si quiere que termine la tortura. No pocas víctimas dejan tiradas en un charco de sangre sus vidas.
Acto seguido, la reducida sociedad guineana entra en situación de pánico y terror, al asistir a detenciones indiscriminadas y masivas de personas, familiares, amigos y conocidos; fruto de los  lamentos y llanto-declaración, de la primera víctima, que ha empezado a vomitar nombres. Con estos últimos se procede automáticamente igual que con el primero. A cada uno se le dice, desde luego, que el anterior le ha acusado y que lo mínimo que puede hacer es acusar, también, en venganza, al anterior y aportar nuevos nombres, a golpes de tortura.
En base a ese farragoso, infernal y putrefacto sistema de declaraciones, arrancadas a golpes de tortura, se elaboran los atestados que luego sirven para los múltiples simulacros de juicio que prolifera Obiang Nguema en Guinea Ecuatorial.
Un juicio militar urgente y fulminante suele dar fin al proceso cuando se trata de militares o ex militares (Como Cipriano Nguema Mba) En otros casos, las ejecuciones se producen en cadena en las fosas comunes (Puente Cope de Malabo, por ejemplo  y otros...
Antes de que lleguen las débiles pesquisas o preguntas que luego llueven sobre el régimen, Obiang Nguema acostumbra a adelantarse a responder a cada nuevo asesinato: “Al verse implicado en el asunto, se ha suicidado en la cárcel…”  Una frase recorre Guinea Ecuatorial: “En Blak-Beach (infernal prisión de muerte, conocida “oficina” de Obiang Nguema Mbasogo) no se suicida nadie; los suicidan.
Como si se tratase de un “vampiro” humano, Obiang Nguema Mbasogo, oriundo de Gabón, y presidente de Guinea Ecuatorial, está eternamente anclado en las costumbres ancestrales del áfrica pre-colonial profunda. Cree hondamente que comerse las vísceras humanas de sus rivales políticos acrecienta, alarga y hasta eternizas poder… Lo mismo que, a la hora de utilizar la vida “moderna europea” está convencido del dicho: Todo hombre tiene un precio. Y lo mismo que mata las voluntades de los europeos a base de corromperlos con dinero robado al pueblo guineano, mata y bebe la sangre de los guineanos para eternizarse en el poder.
“Nunca había visto a una persona  beber la sangre humana, como si fuera un vaso de vino” –Comenta un africano de un país vecino de Guinea Ecuatorial, que había servido a Obiang Nguema durante muchos años y ahora se halla en Europa- “Me cansé de matar gente y ofrecer la sangre a Obiang Nguema”- añade.
Todas las prisas por liberar, de su martirio, a Cipriano Nguema Mba y a la cadena de víctimas que ha generado su detención en Nigeria, secuestro, extradición y su entrega furtiva por ese Gobierno, a Obiang Nguema. Por cierto se habla de un guineano de nacionalidad española -Ticiano Nguema- ha caído en la trágica red que Obiang Nguema acaba de echar sobre la asustada y perpleja sociedad guineana.