lunes, 29 de julio de 2013

LOS PILARES DE LA DEMOCRACIA

        

Por Juan Cuevas

Los pilares que sostienen a una sociedad democrática, no son materiales. Están formados  por el conjunto de los grandes valores -inmateriales- que atesoran sus gentes, constituyendo el corazón espiritual de un pueblo, su memoria. Así, la familia, el espíritu de justicia, la solidaridad, el trabajo y la creatividad, el espíritu de acogida, la tolerancia, el respeto a los demás, la  participación en la vida comunitaria, las generosidad para luchar por el bien común y el patriotismo, como defensa del proyecto colectivo de una sociedad, son los pilares en los que se asienta la democracia.

La dictadura de Obiang no ha sido, en este sentido, precisamente edificante; ha arrasado con todos los principios por los que lucharon los grandes hombres -acabando incluso físicamente con ellos- y que protagonizaron nuestra independencia. El régimen asesino y corrupto que ha instaurado en Guinea Ecuatorial, ha sido y sigue siendo, el peor ejemplo para los guineanos y especialmente para nuestros jóvenes. Una dictadura que no utiliza la razón, sino el terror y la violencia como armas para convencer y doblegar la voluntad de nuestro pueblo. Un sistema que excluye de la vida social, política y económica a la mayoría de guineanos. Un régimen putrefacto, en el que la ignorancia, la estulticia, la avaricia, el latrocinio, el desprecio a los demás y la absoluta degeneración moral, se presentan como auténticos modelos a imitar.

No es posible, por tanto, construir una sociedad plenamente democrática sin valores y sin principios. Como tampoco se puede iniciar ningún intento serio de cambio, si los guineanos no nos sentimos libres. Por lo que el primer paso será siempre acabar con la dictadura, apartar el peso militar que Obiang ha echado encima de cada uno de nosotros. Derrotarlos y eliminar el mal de la sociedad, instalando de nuevo el  bien. Así lo ha entendido Severo Moto. Por eso siempre ha manifestado que con el mentiroso, retorcido y vengativo Obiang, no se puede hacer nada. Estando él presente, jamás permitirá la más  tímida reconversión a la democracia en Guinea Ecuatorial. Por eso solo existe un camino en nuestra lucha: el  enfrentamiento frontal contra esa dictadura, sin paliativos y sin componendas, hasta acabar con ella. Y eso acarrea grandes enemistades e importantes riegos, incluso el de la propia vida. Así, el Partido del Progreso y su líder no podrían coexistir en el interior de Guinea Ecuatorial con Obiang y su régimen, porque son dos planteamientos diametralmente opuestos; uno está instalado en la mentira, en la necedad, en la violencia y el latrocinio, y el otro intenta rescatar todos los buenos valores en las personas en aras del bien común. 

Ahora más que nunca, el RETORNO EN LIBERTAD, una necesidad que el Partido del Progreso ha planteado hace ya mucho tiempo, cobra auténtica actualidad, ya que para construir la nueva sociedad democrática con la que todos soñamos, es absolutamente imprescindible contar con los grandes hombres y mujeres que han tenido que salir del país. Ese es el gran tesoro y el revulsivo  con el que contamos para producir una reacción profunda y rápida en la sociedad guineana. Lo hemos repetido hasta la saciedad: sin el retorno en libertad de todos los exiliados, no será posible hacer nada serio en Guinea Ecuatorial, máxime si está la dictadura de por medio.

Obiang no quiere en absoluto este retorno, por eso se afana en denigrar, especialmente a Severo Moto, intentando endosarle, no sabemos cuantos intentos de golpes de estado contra su régimen. Para él todos los exiliados son proscritos y peligrosos para "la paz" -su paz, la de los cementerios-. También los muchos y bien pagados colaboradores de Obiang, de dentro y fuera de nuestro país,  intentan implicar a nuestro Presidente en asuntos que no van con el, quizá para halagar al dictador que les paga, e impedir,  por todos los medios, que los miembros del Partido del Progreso no podamos volver nunca a Guinea Ecuatorial. Y nos preguntamos, ¿a qué tienen miedo?...¿qué temen de Severo Moto y del Partido del Progreso?. Es posible que a toda esta gente, no les interese que en Guinea Ecuatorial  puedan cambiar las cosas, quizá a ellos les va mucho mejor así. Al final los valores y principios de muchos guineanos buenos, acabarán con esta pesadilla.