Severo-Matías MOTO NSA, Presidente del Partido del Progreso y Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial
Digan lo que quieran decir, el comunicado del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, y la nota hecha pública por el Gobierno español, a propósito de la mascarada electoral celebrada en Guinea Ecuatorial, el pasado 26 de mayo, no dejan lugar a ninguna duda. Son dos pronunciamientos que reflejan, primero el veredicto de la primera potencia mundial, los EEUU, y la inapreciable y cualificada sentencia de la potencia europea que colonizó Guinea Ecuatorial, durante cerca de doscientos años.
Por otra parte se trata de una subliminal y a la vez clara invitación al pueblo guineo ecuatoriano a toma cartas en el asunto.
Obiang y su régimen han perdido con estas elecciones, la oportunidad de demostrar ante el mundo que son demócratas. No se puede demostrar lo que no se es. TEXTO: “Estados Unidos lamenta que las elecciones del pasado 26 de mayo de 2013 en Guinea Ecuatorial, han sido una oportunidad perdida para una mayor democratización”
COMENTARIO:
Desde la caída de Guinea Ecuatorial en la “independencia”, vacía de libertad, y en manos de una dictadura militar lacerante y cruel, nunca el mundo internacional se había pronunciado con tanta contundencia y diáfana claridad sobre unas elecciones siempre convocadas, manipuladas y controladas militarmente por el dictador militar, Obiang Nguema.
Todos los guineos y amigos de nuestra causa tenemos derecho y libertad de pensar que los Estados Unidos, primera potencia mundial, por el solo hecho de ser la que se beneficia de la principal fuente de riqueza que engalana nuestro país, (el “oro negro”), tienen derecho a proteger, defender y cubrir las vergüenzas del régimen dictatorial de Obiang Nguema. Lo impresionante y llamativo de atención es que, después de 45 años justificando la tragedia de Guinea Ecuatorial, con la burlesca y despectiva frase de: “Se constatan avances democráticos en Guinea Ecuatorial”, ni la primera potencia mundial (U.S.A.), ni la potencia colonizadora de Guinea Ecuatorial (España) han recurrido, esta vez, a ese lugar común para justificar y cubrir las inveteradas manipulaciones electorales de Obiang Nguema. Todos los círculos normales, de la oposición democrática guineana exiliada, e incluso los que resisten férreamente en el interior, califican el comunicado del Departamento de Estados de los Estados Unidos de América, coincidente con el del Gobierno español, como un signo de descalificación, desahucio y rechazo al régimen de Obiang Nguema.
Con las burdas elecciones generales “Perpetradas” flagrantemente por Obiang Nguema, el 26 de Mayo de este año, el dictador guineano, el más longevo y contumaz tirado de África, ha perdido (¿Definitivamente?) la oportunidad de ser considerado democrático.
Obiang Nguema, después de estas elecciones, ha perdido la oportunidad de demostrar a los Estados Unidos y a España que tiene voluntad de democratizar Guinea Ecuatorial. Los guineanos lo tenemos muy claro desde que Obiang Nguema apareció en la escena política guineana, de la mano de su tío Macías. Obiang Nguema no puede democratizar Guinea Ecuatorial. Nos alegramos de que el mundo occidental (tan últimamente vilipendiado y retado por el dictador Obiang Nguema) se haya dado cuenta y con su comunicado nos hayan dado la razón: Obiang Nguema y su régimen están desahuciados internacionalmente.
CONCLUSION:
Si no fuera por las armas, mercenarios, lobbyes y demás protectores extranjeros que maman de la teta corrupta del régimen de Obiang Nguema, el pueblo guineo ya habría tirado por los suelos (en elecciones) a tanta monstruosidad.
