sábado, 19 de enero de 2013

RETORNAR EN LIBERTAD, UN DERECHO DE TODO GUINEANO EXILIADO

            
Por Severo Moto Nsa, Presidente del Partido del Progreso y Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial

Cuarenta y cuatro años se han cumplido desde que el 12 de octubre de 1.968, España concediera la independencia a la antigua "Guinea Española". Casi simultáneamente con esta entrega de la "libertad" del pueblo guineano a las manos de  Macías Nguema y Obiang Nguema (dos feroces depredadores de las libertades de ese pueblo), los senderos que en Guinea Ecuatorial conducían a las fincas de producción de comida, de café o cacao, se convirtieron en tristes vías de un éxodo y un exilio, sin precedentes en Guinea Ecuatorial. Mientras unos conseguían escapar, otros sucumbían bajo la ferocidad canibalesca de Macías Nguema, Presidente, y Obiang Nguema su voraz látigo militar.


El exilio que llegaba de Guinea Ecuatorial y se vaciaba en los sumideros de Gabón, Camerún y Nigeria, hasta alcanzar España (soñado oasis...) puso freno al posible regreso a Guinea del nutrido elenco de valores profesionales, intelectuales, culturales, humanos y sociales que, durante la colonia y la Autonomía se habían preparado fuera, especialmente en España; y que  en Guinea se habían convertido en el centro de la represión, persecución y aniquilamiento para Macías y Obiang Nguema.

44 años después, el éxodo y el exilio han constituido una terrible herida, que no para de supurar, infringida en el tejido social de nuestro país.  La diáspora se llena de guineanos que han ido dejando detrás de su huida, toda una vida  y un futuro hechos  girones  de dolor y nostalgia; mientras cientos de niños guineanos nacidos en el exterior miran el horizonte sin alcanzar siquiera imaginar su origen; atizados, sin embargo, por la curiosidad  de su imaginación sobre lo que puede y debe de ser "aquello...".  La nieve de los años cuaja sobre cientos de miles de guineanos exiliados, estancados en el "cenit" de la vida y volcados al "nadir" de la muerte, miramos el horizonte con el corazón rasgado de nostalgia, y la mirada apagada por la bruma de la lejanía.

44 años después, el Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, Partidos políticos guineanos de oposición en el exilio y asociaciones culturales de todo signo, parecen haberse concitado en una frenética telepatía para sacudirse la modorra y el sopor que ha producido tanta nostalgia vacía, tanto lamento frío, tanto esperar en la desesperanza, y se han decidido presentarse ante ESPAÑA y contarle, a limpios latidos de corazón ese deseo de salir al encuentro de nuestro país. Un grito polífono y políglota parece nacer ( en sinfonía multiétnica) de los corazones de los exiliados guineanos para cantar al mundo la canción del retorno en libertad.

Tengo  que darle las gracias a todos aquellos que me están enviando mensajes y correos estos días al Partido del Progreso y al Gobierno en el Exilio, demostrándonos la firme esperanza que tienen en nuestro retorno a Guinea Ecuatorial. Tenemos que reafirmarnos en un tema muy claro, cuando el Partido del Progreso nace en el exilio fuera de Guinea Ecuatorial, inmediatamente adopta un lema decisivo: "retorno en Libertad a Guinea Ecuatorial" y por eso ya lo hemos intentado y lo hemos hecho en dos ocasiones muy claras, en 1988 y en 1.992. La población guineana ha sido testigo perfecto, cercano de lo que han significado estos dos viajes y los resultados que el Partido del Progreso ha tenido. Eso es lo que ha dejado la marca que nuestro Partido tiene hoy en Guinea Ecuatorial.  

Aquel gran lema de "el Partido del Progreso se lleva en el corazón", se ha venido cumpliendo de una forma clara rotunda y además, irrevocable. Es evidente que como personas serias que somos, el retorno en libertad sigue siendo la gran asignatura pendiente. No ha sido por no querer nosotros, ha sido porque la tiranía, la dictadura tiene muchísimo miedo a un partido de tanto peso popular como el Partido del Progreso y por eso no solo lo ha prohibido, sino que además, está evitando que  nosotros no retornemos. Pero como dicen los latinos, alea iacta est: el dado, la suerte está ya echada. No podemos poner atrás nuestra voluntad de ir a Guinea y por eso nos alegramos muchísimo que la población nos espere. Vale la pena esperar, porque además vosotros sabéis que nuestra presencia en Guinea Ecuatorial siempre ha supuesto un cambio, un movimiento, una situación difícil para el régimen y cuando alguna vez hemos participado en unas elecciones, habréis visto y sabéis que hasta en su propio campamento, donde reside Obiang, suelen votar a la oposición. 

Creemos que vale la pena mantener esa ilusión, porque por parte nuestra, Gobierno de Guinea Ecuatorial en el el Exilio y Partido del Progreso, nunca hemos bajado la guardia a la hora de exigir nuestro retorno en libertad. Por eso, porque es un peligro, y porque es muy difícil, estamos trabajando seriamente en el marco de la comunidad internacional, para que apoyen este proyecto de retorno en libertad. Eso es lo que ha hecho que hayamos mandado cartas a las instituciones democráticas de casi todo el mundo, y por eso no dejamos de recabar los necesarios apoyos, primero para que ese retorno en libertad sea por lo menos real, sea eficaz y, desde luego, no signifique ningún peligro ni para los que llegamos, ni para los que vais a recibirnos en el momento de nuestra llegada. 

Nuestra oposición no es para España, no contra España, ni necesariamente en España. Las circunstancias nos hacen estar en España, pero el objetivo central es Guinea Ecuatorial y estamos preparados y listos para participar en el necesario proceso electoral que desemboque en la instauración de un estado democrático y de derecho en nuestro país. Queremos responder a este deseo y a esa voluntad de nuestro pueblo y por eso os decimos con absoluta claridad: la suerte está echada.